Embarcarse en una reforma puede ser emocionante: soñar con nuevos colores, esa cocina que siempre quisiste o un salón completamente renovado. Sin embargo, sin la experiencia adecuada, es probable que termines gastando más de lo que habías planeado, eligiendo muebles o luminarias que no encajan y perdiendo semanas o hasta meses. Por este motivo, muchas veces merece la pena involucrarse en una reforma, pero con ayuda de un profesional. Contar con un arquitecto o interiorista no solo garantiza resultados de calidad, sino que convierte un proceso caótico en una experiencia organizada.
Las ventajas de contratar un profesional en una reforma
Un diseñador o interiorista sabe calcular medidas reales y proporciones. Además, evita comprar un sofá que no cabe por la puerta o una estantería que choca con el radiador. Conoce marcas y materiales que ofrecen la mejor relación calidad-precio según tu presupuesto y uso. ¿Esto quiere decir que te vas a gastar más dinero? ¡Al contrario! No debes pensar que una reforma con la ayuda de un experto te saldrá más caro.
"Reformar no siempre es gastar más. A veces, es dejar de perder dinero en soluciones temporales, compras impulsivas y decisiones sin estrategia. Como arquitecta, diseño espacios para que dejes de improvisar y empieces a vivir con claridad", asegura Carmen Trueba, arquitecta (vontrueba.com).
1. Te ayuda a planificar la reforma
Es probable que si haces una reforma por tu cuenta pierdas mucho tiempo visitando marcas, mirando por internet materiales o incluso tener que lidiar con los obreros. Esto te puede llevar bastantes horas y dedicación. Hasta la reforma se puede retrasar si no estás acostumbrado a lidiar con este tipo de proyectos.
Las reformas pueden ser una manera de ahorrar tiempo y dinero, aunque parezca lo contrario.
Lo mejor es siempre acudir a un experto. Los arquitectos saben planificar al detalle cuánto tiempo se tarda más o menos en una reforma. "Habrá decisiones que no entiendes, y otras que parecen pequeñas… hasta que no lo son", comenta Trueba. Por eso, es importante contar con un profesional que te guíe en tu reforma.
2. Te da tranquilidad mental
A veces no se valora demasiado, pero el hecho de delegar también forma parte del bienestar mental y más si se trata de una reforma. "Una reforma pone a prueba no solo tu casa, sino tu paciencia, tu tiempo y tu energía mental", asegura Carmen Trueba
Mientras el arquitecto se encarga de planificar, coordinar y supervisar, tú puedes seguir con tu vida diaria sin estrés por el polvo, el ruido o las llamadas constantes a oficios. Entrar al final de la reforma y ver tu proyecto tal como lo imaginaste —con plazos cumplidos y calidad impecable— es una recompensa que solo lo ofrecen los expertos.
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Contratar un profesional te da paz mental y se encarga de los imprevistos.
RBA
3. Te ahorra tiempo y dinero
Al contratar a un profesional es más probable que puedas ahorrar más en el presupuesto. Esto es debido a que el experto sabe medir bien los tiempos, las calidades de los productos y el coste que lleva contratar a determinados profesionales como fontaneros, electricistas, pintores, marmolistas...
Por otro lado, es más probable que los arquitectos conozcan, o trabajen de forma habitual, con determinadas marcas por lo que te pueden aconsejar cuál escoger en base a tu presupuesto. Incluso algunos arquitectos tienen descuentos en algunas firmas.
4. Controla los imprevistos
Imagina que estás en tu puesto de trabajo o de viaje y surge algún imprevisto en la reforma. No llegas a tiempo a solucionarlo, te estresas o no sabes ni cómo gestionarlo. Pare evitar este tipo de problemas es siempre mejor acudir a un profesional. Los profesionales incluyen márgenes de contingencia para imprevistos (sorpresas en instalaciones viejas, humedades ocultas...) minimizando retrasos y costes de última hora.