Todas las claves para elegir los muebles para tu casa sin errores y no arrepentirte

El espacio con el que cuentas, tus necesidades diarias y tu gusto estético son los criterios que te deben guiar a la hora de elegir los muebles de tu casa. En pocos metros, en general, es mejor tener pocos muebles pero versátiles y grandes que muchos pequeños. Elígelos en blanco y acabados claros y respeta las zonas de paso. Así seguro que aciertas. 

Claves para elegir bien los muebles

A la hora de elegir los muebles de tu casa es importante que no te precipites. Si quieres acertar, tendrás que optar por aquellas piezas que te ayuden a sacar el máximo partido a los metros, y a conseguir una sensación de mayor amplitud. Además, han de adaptarse a tu estilo y a las necesidades de tu día a día y de tu familia. 

Ten claras tus necesidades

En pocos metros es importante que te pares a pensar en qué te conviene. Por eso, antes de ir a la tienda, tendrás que tomar medidas, ver cuál es el espacio disponible y, sobre todo, pensar en tus necesidades diarias. Así, si eres un amante de la lectura, necesitas espacio para hacerte un rincón cómodo. Si lo que prefieres es ver la TV tranquilamente en el sofá, tendrás que buscar uno muy cómodo y darle a esta zona más importancia. Y si eres de las que disfrutan invitando y organizando cenas con amigos o con la familia, entonces el comedor será tu lugar favorito y necesitarás una mesa que pueda crecer. 

Busca la mejor distribución

Cuando una habitación está vacía, no es fácil hacerse una idea de cómo quedarán los muebles porque el espacio parece más grande que cuando empieza a llenarse de piezas. Lo principal es que tengas claro las medidas de la estancia. Mide ancho y largo y calcula los m². 

Si quieres verlo más in situ puedes colocar papeles de periódico del mismo tamaño que los muebles que quieras ubicar. Así podrás ver no solo su envergadura, también la proporción que tienen con el espacio y el resto de muebles y las zonas de paso que te quedarán libres. 

Prioriza los muebles funcionales

En decoración no hay ninguna regla que diga que un mueble concreto es 'obligatorio'. Porque de nada sirve tener un mueble muy bonito si no te resulta práctico. Cuando el espacio escasea, no puedes permitirte el lujo de tener piezas que, más que facilitarte la vida, te estorban. Por eso debes primar los muebles funcionales y versátiles, que tengan varios usos o que puedan ubicarse en diferentes habitaciones o ambientes en un momento dado, según las necesidades.
Ejemplos perfectos de ello son una butaca que puede cerrar el salón, estar en la zona de lectura o a pie de cama, o unas mesas nido que pueden hacer las veces de mesa de centro, auxiliar y hasta de asiento adicional.

Elige muebles con puertas correderas

Las puertas correderas no solo te ayudan a ganar 1 m² en las estancias y zonas de paso, también son una gran elección para los frentes de armarios y aparadores. Se trata de un sistema de apertura cómodo que no te roba espacio delante de los muebles cuando tienes que abrirlos. Además, te dejan más espacio libre para colocar cerca otras piezas.

Y de líneas sencillas

Elegir muebles sencillos y de líneas rectas es un recurso infalible para lograr que el espacio se vea ligero y despejado. Con ellos, la sensación de amplitud es mayor. Los muebles blancos o de maderas lavadas, además de ligeros, son atemporales y fáciles de combinar.

Y es que, por contra, los muebles demasiado decorados, aunque midan lo mismo que uno de líneas rectas, parecen llenar más el espacio. 

Errores que debes evitar

Elegir los muebles demasiados grandes

No caigas en el error de comprar muebles demasiado grandes sin estudiar antes su uso ni su ubicación. Elige los muebles en proporción al espacio que tienes y pensando en tu día a día, no en ocasiones especiales. Es decir, por mucho que te guste recibir en casa, tu sofá debe dar cabida a los que sois en casa, no a las visitas. Y lo mismo pasa con la mesa del comedor. Escógela en función de los miembros de tu familia, no para las dos cenas multitudinarias que celebras al año. Siempre puedes optar por un modelo extensible y hacerlo crecer de manera puntual.

Ten en cuenta que si pones un mueble demasiado grande en un espacio pequeño, el resultado será una estancia abarrotada que transmitirá sensación de agobio. Por eso, los muebles siempre deben ser proporcionados al espacio y, también, entre ellos.

Poner más piezas de las necesarias

Abarrotar las estancias de muebles auxiliares es otro error que no debes cometer. La estancia generará ruido visual, no tendrá zonas de paso cómodas y los muebles ni lucirán ni serán prácticos.

Porque aunque te parezca que así tendrás más sitio para guardar cosas, llenar una habitación de muebles solo aportará sensación de caos. Por eso, en pocos metros, mejor pocos muebles y grandes que muchos pequeños y, por supuesto, que sean funcionales.

Comprar muebles 'provisionales'

Ni las prisas ni la impaciencia son buenas consejeras a la hora de elegir los muebles y la decoración de tu casa. No caigas en el error de comprar un mueble 'provisional' para ese rincón de tu casa porque no has dado con el perfecto o tu presupuesto solo te permite comprar ese. Porque lo que pasará es que lo que compraste para salir del paso se acabará quedando durante muchos años. 

Por eso, es mejor a que ahorres, esperes más tiempo o busques más hasta dar con el mueble adecuado. Es mejor darte tiempo para encontrar esa pieza que necesitas, la que realmente te gusta y te sirve, para no arrepentirte después de la compra.

No respetar las zonas de paso 

Un mueble no solo mide lo que mide cuando está cerrado. También debes tener en cuenta lo que ocupan sus puertas y cajones cuando están abiertos  Y es que otro de los errores que se cometen es amueblar una habitación pequeña sin dejar suficiente espacio entre las piezas. Cuando esto ocurre, es incómodo moverse y hasta utilizar los muebles.

Por eso, antes de comprarlo debes asegurarte de que tienes suficiente espacio para desplazarte entre los muebles, así como para abrir sus cajones y puertas con comodidad. En general necesitas unas zonas de paso de unos 80 cm libres. Entre la mesa de centro y el sofá debes dejar unos 40 cm y detrás de las sillas y el siguiente mueble unos 90 cm. Así las podrás desplazar sin problemas.