A pesar de que no lleguemos a creérnoslo del todo, muchos estudios confirman que pasamos en la cama 1/3 de nuestra vida y, sabiendo este dato, no nos podemos ni hacer una idea de todos los gérmenes que se acumulan en ella. El sudor, las pieles muertas, la humedad y las bacterias de todo tipo se van juntando en nuestra ropa de cama y, por eso, para conseguir una higiene óptima, debemos cambiarla al menos una vez por semana, sobre todo si tendemos a la sudoración.
El edredón, sin embargo, es uno de los elementos que solemos olvidar limpiar, porque pensamos que al estar protegido por la funda nórdica no se ensucia, pero los olores y el sudor son capaces de transpirarla y los ácaros y las bacterias, de vivir en él. Obviamente, no es necesario lavarlo con tanta frecuencia como las sábanas, pero, a pesar de que al ser grande se nos complica un poco manejarlo, no debemos descuidar su higiene. Te contamos el truco definitivo para laves tu edredón, terminando con las micropartículas que viven en él y logrando una mejor calidad de tu descanso.
El edredón se ensucia más de lo que parece a pesar de que no está en contacto directo con la piel.
El Mueble
¿Cada cuánto debemos lavar el edredón?
A la hora de hablar sobre la periodicidad con la que tenemos que lavar nuestro edredón, debemos tener en cuenta que hay varios factores que la pueden alterar, como nuestra tendencia a la sudoración, si tenemos alergias, niños, mascotas que se suben a la cama... Los expertos de The Fine Bedding Company, empresa especializada en ropa de cama, recomiendan lavarlo dos veces al año como mínimo pero, en las ocasiones mencionadas, debemos elevar la frecuencia a 4 o más veces.
No obstante, lo lavemos más o menos, es vital que el edredón pueda ventilar al aire libre, al menos cuatro veces al año, para que refresque, sus fibras se restauren y se expandan y el sol pueda esterilizarlos y terminar con la posible humedad que puedan contener.
¿Y cómo debemos lavarlo?
Cuando llega el momento de lavar nuestro edredón, lo primero que debemos tener en cuenta es su relleno, es decir, si es de plumas, de fibras vegetales o sintéticas, de lana... Algunos rellenos más sensibles, como las plumas o el plumón, no pueden lavarse a máquina, así que deberemos llevarlos a la tintorería. Los que sí podemos, debemos hacerlo a bajas temperaturas, con detergente líquido y a una velocidad moderada, entre 400 y 800 revoluciones. Obviamente, debemos evitar el suavizante, para que no pierdan sus propiedades.
Por último, debes tener en cuenta que si el edredón no cabe en la lavadora o queda demasiado comprimido, lo mejor es llevarlo a la tintorería para asegurarnos de que se limpia correctamente.
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Es importante airear de vez en cuando el edredón, aunque no lo laves.
RBA
¿Y a la hora de secarlo?
Secar bien el edredón es vital para que recupere su forma original y no quede apelmazado, además de para evitar que quede con restos de humedad en la que pueda proliferar los microorganismos. No debemos secarlo a temperaturas elevadas para que no se estropee, así que, si queremos hacerlo bien, tenemos dos opciones: secarlo en la secadora, a baja temperatura y siempre que quepa bien en la misma, o aprovechar un día de sol y tenderlo al aire libre, cuando tengamos espacio para hacerlo.
Con estos tips conseguirás hacer un lavado eficiente de tu edredón, acabando con todos los gérmenes que pueda contener y consiguiendo un sueño mucho más reconfortante.