Paso a paso para aprender a limpiar y secar tus zapatillas blancas para que queden como el primer di´a

Paso a paso para aprender a limpiar tus zapatillas blancas para que queden como el primer di´a.

El Mueble | RBA

¡Como recién compradas!

Cómo limpiar tus zapatillas blancas para que queden como nuevas

Las deportivas son el calzado más cómodo que existe y, además, son muy versátiles ya que combinan bien con cualquier look que llevemos. Aunque tienen un problema: se ensucian muy rápido

Si hay un tipo de calzado que siempre es aconsejable tener en el zapatero ese es, sin duda, las zapatillas. Las zapatillas son comodísimas y versátiles, puedes combinarlas con cualquier prenda de vestir que siempre quedarán bien, desde vaqueros, vestidos hasta faldas. Además, las zapatillas las hay en muchísimos colores, siendo las blancas nuestras favoritas.

¿Y por qué son nuestras favoritas? Pues muy fácil, el blanco viene bien con todos los colores así que, si un día no sabemos qué zapato llevar, no perdemos el tiempo pensando y tiramos de zapatillas blancas. Eso sí, somos conscientes de todo lo que se ensucian, por eso, hace tiempo que aprendimos un truco para limpiar zapatillas blancas y dejarlas nuevas como el primer día, un truco que, es tan efectivo y fácil de aplicar, que hemos decidido compartirlo a continuación.

Cómo hacer una limpieza profunda de las persianas PASO A PASO

¡Quedan relucientes!

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Sonia Dorado Orellana

Paso a paso para limpiar unas zapatillas blancas

Es más que normal que unas zapatillas blancas se ensucien antes que otras de otro color y, además, con tantísima frecuencia. El blanco es la tonalidad de toda la paleta de colores que pega con todo y merece la pena tener siempre unas zapatillas blancas porque te salvan de más de un apuro, pero el blanco también es el color que antes coge manchas. Pero, no te preocupes, te vamos a contar todos los pasos que debes seguir para devolverles su blancura y que parezcan recién compradas.

Paso 1: Quita los cordones

El primer paso para limpiar y dejar impolutas unas zapatillas blancas es quitar los cordones ya que esto nos facilitará su limpieza y, además, podrás limpiar más a fondo los cordones ya que estos se suelen ensuciar bastante. Los cordones puedes lavarlos así:

  1. Llena un recipiente con agua tibia, jabón y un chorrito de vinagre blanco.
  2. A continuación, mete los cordones de tus zapatillas blancas en el recipiente con el agua y el resto de ingredientes.
  3. Ahora frota los cordones con insistencia para eliminar las manchas que tenga.
  4. Si, aún así, se han quedado muy sucios, prueba a dejarlos en remojo durante 30 minutos en un recipiente con 2 tazas de agua, 4 cucharadas de bicarbonato de sodio y 4 de vinagre blanco. Esta mezcla terminará de eliminar las manchas que se hayan quedado en tus cordones.
Zapatillas de color rojo con cordones blancos

 

Zapatillas de color rojo con cordones blancos

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Paso 2: Limpia la suela

Una vez hayas quitado los cordones de tus zapatillas blancas y los hayas limpiado, te aconsejamos que continúes limpiando sus suelas. Hay muchos métodos naturales y efectivos para ayudarlas a recuperar su blanco característico, pero nuestro favorito es el truco del limón ya que es un potente antimanchas gracias a su acidez. Haz lo siguiente:

  1. Exprime un limón y moja en su zumo un cepillo o trapo. 
  2. Frota con alegría sobre las manchas de la goma y deja que el limón actúe durante 20 minutos.
  3. Pasados estos 20 minutos, aclara muy bien con agua toda la superficie de las suelas.

Paso 3: Elimina las manchas de la tela

Con los cordones y las suelas de las zapatillas blancas limpias, procedemos a eliminar las manchas de la tela. Como en el caso de las suelas, hay diversos métodos caseros para conseguir un blanco impoluto, pero el que siempre mejor nos ha funcionado es el de bicarbonato de sodio y vinagre blanco:

  1. En primer lugar, mezcla 1/4 taza de bicarbonato de sodio con 2 tazas de vinagre blanco y déjalas un ratito actuando para que ambos ingredientes se integren. El momento que te indica que están listos es cuando su efecto efervescente comience a bajar.
  2. A continuación, coge un cepillo de cerdas gruesas, mójalo en la solución anterior y frota muy bien sobre la tela de la zapatilla.
  3. Cuando hayas frotado toda la zapatilla con la mezcla de bicarbonato y vinagre, déjala reposar de 15 a 20 minutos.
  4. Por último, aclara tus zapatillas. En este último paso, tienes dos opciones: continuar con el paso 4 si ves que siguen teniendo algunas manchas o si están limpias puedes pasar directamente al paso 5 para empezar con el proceso de secado.
Cesto de mimbre con distintos productos para la limpieza  jabón, cepillo y trapos en tonos blancos

Cesto de mimbre con distintos productos para la limpieza: jabón, cepillo y trapos en tonos blancos

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Paso 4: Lava las zapatillas blancas a mano o en la lavadora

Si después de limpiar tus zapatillas blancas con vinagre blanco y bicarbonato de sodio todavía sigue viva alguna que otra mancha, te aconsejamos que o bien las laves a mano, o bien las metas en la lavadora. Te explicamos ambas formas a continuación:

  • Lavado a mano: Para lavar tus zapatillas blancas a mano, debes añadir agua fría en un recipiente y un poco de detergente especial para lavar a mano. A continuación, frota la zapatilla con un cepillo de dientes suave haciendo más hincapié en las zonas más sucias y en el interior. Termina enjuagando con abundante agua fría.
  • Lavado en lavadora: Si lo prefieres, también puedes usar la lavadora para terminar de lavar tus zapatillas blancas. Lo que tendrías que hacer es meterlas y lavarlas con tu detergente habitual con un agua fría y un ciclo de lavado corto.

Paso 5: Sécalas

Una vez has lavado tus zapatillas blancas a mano o en la lavadora, llegó el momento de secarlas. Eso sí, para conseguir un resultado impoluto es necesario realizar un proceso de secado correcto. Para ello, tienes dos opciones a elegir:

  • Si tienes espacio exterior en casa, como una terraza, un balcón o un jardín, sécalas al aire libre con la lengüeta de la zapatilla hacia fuera.
  • También puedes tenderlas en el tendedero dentro de casa sujetando la lengüeta con unas pinzas de tender.