Los 4 errores más comunes al usar lejía

Los 4 errores más comunes al usar lejía

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No los cometas más

Una experta en limpieza desvela los 4 errores más comunes que cometes al limpiar con lejía y que deberías evitar

Elisabet de @huele.a.limpio nos cuenta los malos usos que hacemos con la lejía porque, aunque sea el desinfectante estrella en todas las casas, no siempre la usamos bien y es peligroso

La lejía es uno de los productos para la limpieza del hogar está siempre presente en todas las casas. Este primerísimo puesto lo ha conseguido gracias a sus potentes propiedades desinfectantes y blanqueadoras. Gracias a su composición de hipoclorito en agua, la lejía es capaz de eliminar microorganismos, virus, bacterias y hongos con una altísima efectividad. 

Pero, aunque la lejía sea la estrella de la limpieza en los hogares y sea tan eficaz desinfectando, hay que tener en cuenta una serie de recomendaciones para usarla correctamente. Sí, la lejía no se puede usar de cualquier forma, un mal uso podría llevarnos a graves problemas de salud. Para evitarlo, la influencer detrás del perfil @huele.a.limpio nos ha revelado en un reel los 4 errores más comunes al limpiar con lejía.

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Los 4 errores más comunes al limpiar con lejía

Elisabet Jiménez, la chica detrás del perfil de Instagram @huele.a.limpio, ha creado un reel en esta red social donde cuenta, la mar de bien, cuáles son los 4 errores más comunes a la hora de limpiar con lejía. El objetivo de Elisabet es concienciarnos de lo importante que es saber usar la lejía por el bien de nuestra salud y la de nuestra familia:

Como es tan importante saber usar la lejía correctamente te dejamos, a continuación, los 4 errores compartidos por Elisabet para que te sea más más identificarlos y dejar de hacerlos lo antes que puedas:

1. Mezclar la lejía con agua caliente

Creemos que si mezclamos la lejía con agua caliente, aumentaremos así su poder limpiador y desinfectante. Casualmente, ocurre todo lo contrario, es decir, la lejía pierde su efecto ya que el agua caliente evapora su cloro y, por tanto, deja de desinfectar. A partir de ahora, recuerda mezclar la lejía siempre con agua fría.

2. No diluir la lejía

El segundo error más común al usar la lejía es echarla directamente sobre las superficies sin diluirla. Esto es bastante peligroso tanto para el material de la superficie que deseas limpiar como para tu salud. Tampoco es recomendable echar mucha cantidad de lejía, por echar más no va a desinfectar mejor. Para diluir la lejía correctamente, debes mezclar una parte de lejía por 50 de agua fría (1:50), lo que equivaldría, aproximadamente, a un vaso de lejía por cada 10 litros de agua fría.

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3. Pulverizar la lejía directamente

Es muy peligroso verter la lejía en un spray con atomizador y pulverizarla ya que, de esta forma, las partículas de la lejía se quedan en el aire y los gases que desprenden son muy perjudiciales para nuestra salud si llegamos a inhalarlos. Este punto también se aplica a cualquier producto desinfectante, no solo a la lejía.

4. Mezclar la lejía con otros limpiadores

Elisabet también recomienda en su reel que no hagamos mezclas tóxicas, es decir, no debemos mezclar ni utilizar a la vez diferentes productos de limpieza y desinfección ya que podrían generar reacciones químicas peligrosas o liberar gases tóxicos para nuestra salud. Debemos evitar a toda costa mezclar la lejía con amoníaco, oxígeno activo ni alcohol de limpieza. 

5. Consejo extra

El último consejo que nos da Elisabet sobre el uso de la lejía y otros limpiadores es muy importante ya que todos ellos debemos manipularlos de la manera adecuada para que no atenten contra nuestra salud. Por eso, lo primero que debes hacer antes de empezar a usarlos es leer las instrucciones y las recomendaciones del fabricante que traen en sus etiquetas.