La grasa está presente en cada rincón de tu cocina, aunque no la veas. Es más envídente en las zonas donde preparas los alimentos, pero también está en suelos, paredes, nevera... Para evitarla puedes hacer sencillos gestos como cocinar los alimentos con tapa, poner una alfombra en el suelo o usar papel sulfurizado en la bandeja del horno. Si la 'atacas' en cuanto se produce, es mucho más fácil de eliminar. ¡Te lo contamos!
Para que azulejos y juntas queden perfectos
Usa amoniaco. Echa en un paño de microfibra previamente humedecido con agua unas gotas de amoniaco y pásalo por las baldosas. Hazlo con guantes y manga larga, para protegerte del contacto con la piel.
Mezcla infalible. Si las juntas están muy sucias, pulveriza con una mezcla de 50 ml de agua, 50 de amoniaco y 50 de alcohol de quemar. Hazlo siempre con las ventanas abiertas para renovar el aire y ventilar.
Para limpiarlas más a fondo, sírvete de un cepillo de dientes. Si ves que, aun así, no se blanquean, aplica un rotulador blanqueador específico para juntas.
La encimera de la cocina
La clave en la encimera es eliminar la grasa en cuanto caiga un poco de aceite o se salpique la encimera. Algunos materiales, como mármol o madera, absorben la grasa tan rápido, que unos minutos son suficientes para que la mancha se quede ahí y, luego, sea casi imposible de quitar.
En encimeras de melamina. Elimina la suciedad con una bayeta (ve limpiando lo que se va ensuciando) y quita la grasa con otra bayeta limpia y agua jabonosa.
En encimeras de cuarzo. Es un material no poroso, por lo que queda perfecto también con agua y jabón. Nunca uses lejía.
De granito o mármol. Nunca limpies la grasa con un producto ácido, como vinagre o limón. Basta pasar una bayeta de microfibra humedecida en agua con jabón suave.
El suelo porcelánico y laminado
Hay que limpiarlos de inmediato: así la grasa no dejará manchas amarillas ni penetrará en el pavimento.
Para limpiar las baldosas cerámicas, echa un tapón de limpiador desengrasante en agua tibia (ni caliente ni fría) y friega el suelo con esta mezcla.
Si tienes un suelo laminado, usa un producto específico, sin agentes abrillantadores, mientras que en uno vinílico la grasa sale bien con agua y jabón suave.
Para el parqué de madera, vierte un chorrito de vinagre blanco en agua y pasa la fregona bien escurrida.
Evita que la grasa llegue a tu suelo:
En general, debes evitar que la grasa llegue al suelo de cocina. Por eso, es aconsejable poner en el suelo una alfombrilla de PVC o de un tejido lavable, especialmente si el suelo es delicado o poroso.
Al cocinar no te olvides de conectar la campana extractora y abrir las ventanas para evitar la condensación.
Si vas a freír carne o hacer guisos, usa una tapadera con agujeros o improvisa una con papel de aluminio ligeramente agujereado. Si vas a freír huevos, puedes poner un poco de sal en el aceite antes de calentarlo o añadir media cáscara de huevo para que no salte. Y si se trata de pescado, quita el exceso de humedad con papel absorbente para que no salpique.
El horno limpio en unos minutos
El truco para limpiar el horno es hacerlo cuando aún está un poco caliente y la grasa aún no se ha incrustado del todo.
La bandeja y las paredes. Cuando aún está caliente, extrae la bandeja y llénala de agua hirviendo con un chorro de lavavajillas para ablandar los restos. Pulveriza las paredes con agua y vinagre, espera y aclara.
La rejilla. No la saques de inmediato. Úntala con aceite, deja actuar y, ya fuera del horno, lávala con agua y jabón.
El cristal. Imprégnalo con una pasta hecha con bicarbonato y agua. Deja actuar 15 minutos y limpia con una bayeta humedecida.
Si tienes un horno pirolítico podrás limpiarlo a fondo sin esfuerzo. Con la pirolisis el horno alcanza los 500 ºC, convirtiendo la suciedad en cenizas. Una vez frío, pasa una bayeta.
Para limpiar la zona de cocción
Si tienes quemadores de gas, ponlos en el fregadero con agua muy caliente y dos pastillas de lavavajillas. Deja 5 min y aclara. Si están muy sucios, mételos en una bolsa con cierre ‘zip’ junto con 4 cucharadas de amoniaco durante toda la noche. Después lávalos con agua jabonosa.
Acuérdate de desatascar los orificios de salida del gas con ayuda de una aguja para que no se dificulte la combustión.
Si tienes vitrocerámica, espera a que la placa se enfríe para limpiarla. Retira los restos que haya con un papel absorbente y pasa luego una bayeta con un limpiador para vitrocerámica.
Para las manchas resistentes en la placa, antes de usar la rasqueta, ablándalas con un cubito de hielo y la grasa será mucho más fácil de quitar. Cuando acabes abrillanta con un paño sin pelusas.
Vitrinas, electrodomésticos y muebles de melamina
Las puertas de cristal, límpialas con agua caliente con un chorro de alcohol de 96º y otro de amoniaco.
Para los armarios de melamina puedes hacer el siguiente limpiador: mezcla 1 l de agua caliente con 100 ml de vinagre y media cucharada de jabón. Y con una botella con aerosol pulveriza. En general, el método más sencillo y seguro para eliminar la grasa de los muebles de cocina es usar agua y jabón neutro.
Los electrodomésticos, como frigorífico, campana o microondas. Si son de acero, usa un limpiacristales y una bayeta de microfibra. En el caso de la campana, pon al fuego una olla llena de agua y 3 o 4 cucharadas de bicarbonato; y cuando empiece a hervir, conecta el extractor para que el vapor ablande la grasa.
Los útiles de cocina
Los de madera. Mételos en un recipiente con agua y zumo de limón. La grasa se desprenderá rápido. Lávalos después.
Si son de plástico. Déjalos un rato en agua con vinagre blanco y, a continuación, lávalos con agua jabonosa.
Los de silicona. Puedes limpiar las lenguas y las brochas sumergiéndolas durante unos minutos en agua hirviendo.
Cazuelas y sartenes con restos pegados
Si han quedado dentro de la olla, cubre el fondo con vinagre blanco y calienta hasta que hierva. Espera a que se consuma y después se enfríe. La capa negra saldrá sola.
La sal también es muy efectiva. Haz una pasta con agua y déjala reposar en el fondo del recipiente y, por último, pasa el estropajo.
¿Se ha quemado por la base? Mezcla 5 cucharadas de bicarbonato, 4 de vinagre y un chorro de lavavajillas. Deja sobre la zona 30 minutos y después lava con lavavajillas.