Marga Díaz, experta en limpieza: “No cometas el error de lavar las toallas en agua fría. A esa temperatura no eliminas ni bacterias ni mal olor"

Hay pocas cosas más desagradables, que al salir de la ducha y coger una toalla limpia para secarte, desprenda olor a humedad. Además, te da mucha rabia porque está recién lavada. Esto te sucede porque no la has lavado de la manera adecuada, así que los gérmenes, el moho y los malos olores siguen ahí. Y no. Aunque pensemos que basta con meterlas en la lavadora, no es suficiente. El mal olor es una señal de que algo estamos haciendo mal, y si no corregimos ciertos hábitos, las toallas perderán su frescura, su capacidad de secado, reducirá su poder de absorción y hasta su suavidad.

Según la experta en limpieza Marga Díaz, estos son los 3 errores más comunes que todas hemos cometido más de una vez al lavar las toallas. A continuación, nos va a hablar de ellos con más detalle para que seamos conscientes y empecemos a evitarlos desde ya. Haciendo estos pequeños cambios en tu rutina de lavado, verás cómo tus toallas vuelven a oler bien, a secar bien y a durar más.

Error 1: Lavarlas con agua fría

Un error muy común es lavar las toallas con agua fría o a menos de 60º C. Esto es debido a que ni los gérmenes ni los restos de humedad que provocan ese olor tan desagradable se eliminan a temperaturas bajas. Las toallas acumulan sudor, células muertas y humedad, lo que las convierte en el entorno perfecto para las bacterias si no se lavan como es debido.

La recomendación de Marga es lavar las toallas a 60º C o, en el caso de hacerlo a una temperatura inferior, lo que aconseja es añadir un par de tapones de Sanytol desinfectante para textiles en el cajetín del suavizante. Este producto elimina el 99,9 % de los gérmenes y, además, neutraliza los malos olores, incluso lavando en frío.

Error 2: Usar suavizante

El suavizante puede parecer una buena idea para que las toallas salgan suaves y con buen olor. Sin embargo, es otro de los errores más comunes porque muchas personas no son conscientes de que el suavizante deja una capa sobre las fibras que reduce su capacidad de absorción. Además, esta película puede atrapar humedad y contribuir al mal olor con el paso del tiempo.

La mejor solución es olvidarte del suavizante y, en su lugar, utilizar de nuevo dos tapones de desinfectante textil. No solo desinfecta, sino que también suaviza ligeramente las prendas, sin perjudicar su capacidad de secado. Otra buena alternativa es sustituir el suavizante por un poco de vinagre de limpieza. 

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Error 3: Sobrecargar la lavadora

Otro fallo habitual es meter demasiadas toallas en la lavadora, sobrecargándola. Cuando el tambor está muy lleno, las toallas no se pueden mover bien, el agua y el detergente no circulan correctamente, y el resultado es un lavado poco efectivo. Así, las toallas no se limpian del todo, no se aclaran bien y, por tanto, vuelven a oler mal enseguida.

Para saber si estás sobrecargando la lavadora, hay un truco sencillo: al terminar de meter la colada, mete tu mano entre la carga y la pared superior del tambor. Si cabe sin problema, la carga es la adecuada. Si no cabe, es mejor sacar alguna toalla. Así aseguras un lavado eficaz. 

Consejo extra: Frecuencia de lavado

Con estos consejos y los productos adecuados, tendrás toallas limpias, desinfectadas y sin rastro de olor a humedad. Sin embargo, Marga también apunta que es importantísimo cambiar las toallas al menos dos veces por semana, especialmente si vivimos en zonas húmedas. Cuanto más tiempo pasen colgadas en el baño, más gérmenes acumulan.