Detalle limpieza baño

A pesar de que tiene un gran poder para terminar con las bacterias de nuestro hogar, debemos ser precavidas con el uso de la lejía.

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Tres expertas en limpieza te cuentan los ERRORES que no deberías cometer al limpiar con lejía

A pesar de que su gran poder desinfectante, la lejía es muy perjudicial para la salud, especialmente si la utilizamos mal. Con estas pautas, podrás darle un uso más responsable

La lejía es un limpiador muy potente, cuenta con infinidad de propiedades blanqueadoras, desodorizantes, desinfectantes y quitamanchas. Además, termina con el moho, acaba con los organismos que provocan algunas alergias y podemos utilizarla para desinfectar frutas y verduras antes de comérnoslas. Sin embargo, al usar lejía debemos extremar nuestras precauciones, porque puede irritar la piel, los ojos, y provocar problemas respiratorios, inflamaciones, hinchazón y hasta ampollas.

Las expertas Cris Simón, Eli Orden y Limpieza y Raquel García se unen para enseñarnos cuáles son los errores más frecuentes que cometemos cuando limpiamos con lejía. Toma nota porque estamos seguras de que tú también los has cometido y quieres saber como los puedes solucionar.

Los errores que solemos cometer al limpiar con lejía

Cris Simón (@lafregonadecris), Eli Orden y Limpieza (@huele.a.limpio) y Raquel García (@rakidag) nos cuentan cuáles son errores que solemos cometer cuando limpiamos con lejía, además de las mejores formas para solucionarlos.

Primer error: usar lejía sin tomar precauciones

No debemos pulverizar la lejía pura, porque sus partículas se quedan en el aire y puede que nos intoxiquemos al inhalarlas. Debemos mantener bien ventiladas nuestras estancias mientras la utilizamos y, si cae en nuestra ropa, ser conscientes de que no es una mancha, sino que nuestra prenda se ha quemado. ¿Cómo podemos solucionarlo? Impregnando la prenda con un tinte de su color o apañando la situación con un rotulador textil.

Segundo error: mezclar lejía con agua caliente

No debemos mezclar nunca lejía con agua caliente. "No sirve para nada y anula su efecto", cuenta Eli Orden y Limpieza.

Tercer error: mezclar lejía con vinagre o amoníaco

Tampoco debemos mezclar la lejía con otros productos, como el vinagre de limpieza, el amoniaco o el oxígeno activo, ya que puede ser muy peligroso. Puede generar gas de cloro, un producto muy tóxico si lo inhalamos.

Cuarto error: no ir con cuidado al limpiar el inodoro

A la hora de limpiar el inodoro, debemos evitar echar lejía en su tapa si queremos que no se ponga amarillenta. Podemos quitarla antes de limpiarlo y, una vez lo tengamos, volverla a encajar. "Lo mismo pasa con los platos de ducha de resina", aclara Raquel García.

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Trucos de limpieza con agua oxigenada

Toma todas estas precauciones antes de limpiar con lejía. 

El Mueble

Otras precauciones que debemos tener en cuenta al usar lejía

  • Es recomendable manipularla con guantes, ya que puede provocar dermatitis, alergias en la piel o irritaciones.
  • Además, es aconsejable mezclarla con agua antes de aplicarla en cualquier superficie. La dosis recomendada es de 20 ml de lejía por cada litro de agua, la concentración perfecta para eliminar cualquier tipo de bacteria.
  • Debemos seguir sus instrucciones antes de utilizarla, consultar el modo de aplicación y tener en cuenta las superficies a tratar.
  • Es muy perjudicial para el medioambiente y agresiva con cualquier superficie en la que se vierta. Debemos ser muy conscientes con su uso, evitándola especialmente en nuestras plantas y jardines.
  • Debemos ser muy precavidas con su uso, especialmente si tenemos una salud sensible. Está fabricada a partir de cloro, que se volatiliza en el aire y puede irritar los ojos, la piel y los tractos respiratorio y gastrointestinal. 
  • Es vital tener en cuenta que la lejía no limpia, desinfecta. Por ello, antes de aplicarla en una superficie, debemos haber quitado, con agua y jabón, el polvo y la suciedad más visible que pudiera tener.
  • No debemos utilizarla para limpiar parqués ni otras superficies de madera. La lejía va a desteñirla, debilitándola y borrando su color.
  • Por último, cuando echamos la lejía en una superficie, debemos dejarla que haga efecto, al menos durante un minuto, antes de retirarla. Obviamente, durante el proceso, y también una vez que lo hayamos terminado, es vital ventilar bien nuestras estancias, para evitar que se acumule cualquier gas tóxico.

Si sigues estas pausas, harán un uso mucho más consciente y eficiente de la lejía, consiguiendo terminar con los gérmenes y las bacterias de tu hogar sin que tu salud se vea afectada para ello.