ORDEN sin esfuerzo en toda la casa: trucos para que dure y no volver a caer en el desorden

¿Cuál es el secreto para que el orden en casa te dure? Tener un buen método de organización y, sobre todo, mucha constancia. A veces basta con dedicarle 10 min de tu día al orden para que se mantenga, prácticamente, solo. Desde el salón al dormitorio, pasando por el recibidor o el baño. Te lo contamos todo. 

El recibidor, la primera barrera al desorden

Una consola donde dejar las llaves de casa y del coche te ahorra minutos de búsqueda al salir. Usa una bandeja y un cajón fijo compartimentado.

Contar con un banco zapatero para dejar el calzado de calle y las zapatillas de casa aleja la suciedad del interior. Los hay que apenas te restan unos 20 cm de fondo. 

Un armario para abrigos y accesorios es muy útil. Si incluye espejo, duplicará la luz y podrás echarte el último vistazo al salir. Los módulos-estantería ganan espacio a la pared y se ajustan a tu entrada.

Unos cestos de mimbre te ayudarán a ocultar bolsas de la compra, paraguas o correas de tu mascota. Cuantos menos objetos queden a la vista mucho mejor. 

RUTINA ANTICAOS

Dedica 5 minutos al día a recoger y descargar el perchero. Recuerda que va una prenda por colgador. Mantén despejados 90 cm de paso libres de muebles y accesorios. 
Las prendas más grandes van al armario. 

En el salón, un orden que decore

No llenes de auxiliares el salón. Son superficies imán donde dejar de todo. Fija una función clara y respétala: para la lámpara de mesa, las macetas, como zona de leer. 

Los muebles cerrados protegen del polvo y del desorden. Elige sistemas modulares y a juego: así puedes modificarlos según tus necesidades, aprovechan toda la pared y aportan armonía.

Los cuadros. Encima del sofá es la zona por excelencia para colocarlos. Un cuadro grande, horizontal, dos cuadrados o tres verticales, sin superar el ancho del mueble, son la proporción más ajustada y crean sensación de orden.

Si quieres ocultar la TV puedes integrarla dentro del mueble del salón y 'esconderla' con un panel corredero. Es una solución para que no se convierta en el centro de atención. Esta opción se hace a medida.

Controla el desorden en la mesa de centro

La mesa de centro más funcional debe tener cajones, a los que puedes adaptar organizadores dentro. Si es elevable, las cenas con bandeja serán más cómodas. Ordénala según su forma y reparte el peso visual colocando lo más alto y voluminoso en los extremos.

Si es cuadrada, taza una línea imaginaria en diagonal para dividirla en dos triángulos. Pon los objetos con proporción. Si es redonda, lo ideal es que la decores con objetos que reproduzcan esta geometría: velas, jarrones, bandejas, boles, centros de flores...

Si tienes mesas nido, deja recogidas las pequeñas y decora solo la mesa superior. Agrupa en bandejas. Y si tu mesa es rectangular, usa una bandeja grande para reunir los objetos pequeños, como gafas, velas, libros o bolígrafos, para facilitar el orden. Puedes jugar con la altura de centro y arreglos de flores, apilar libros en la parte opuesta para equilibrar y decorar otra de sus partes con un conjunto de 2 o 3 objetos. 

Organiza bien la librería

Para que no se vea excesivamente llena, lo ideal es que ocupes el 60% del espacio con libros, dejes otro 30% vacío y destines el 10% restante a los objetos decorativos. 

Coloca la mayoría de libros de pie y haz 2 o 3 pilas tumbadas para compensar. Si los colocas por colores y alturas, darán más sensaciones de orden. 

Y no te olvides de las plantas. Las variedades colgantes añaden vida y equilibran la horizontalidad. Los potos son preciosos y muy resistentes. Mejor, en macetas neutras.

Los cojines también en orden

En los cojines del sofá el equilibrio es la clave. Ve poniéndolos de los extremos al centro, combinando tamaños, texturas y colores. Cinco en un sofá de tres plazas es suficiente. Si se trata de una chaise longue, colócalos en la esquina para compensar.

RUTINA ANTICAOS. Antes de sentarte en el sofá al final del día revisa y recoge. Dobla las mantas, coloca los cojines y pon los mandos en su lugar. Y recoge todo lo que esté de más en la mesa de centro. 

Un dormitorio que invite al relax

Una cama vestida con orden. Las almohadas (2 para camas a partir de 135 cm) quedan mejor apoyadas, no tumbadas. La fórmula de los cojines: 3 detrás + 2 en el centro + 1/2 delante.

Sobre la mesilla, deja solo lo que uses: pañuelos de papel, agua, un libro. Y organiza los cajones con cajas y úsalos para cosas importantes que quieras tener localizadas (5 cajas de bambú, 23,80 €, manomano.es).

Cabecero, ¿de repisa o con baldas? Los de repisa permiten poner encima cuadros o adornos, pero necesitan mesillas: tantas cosas juntas pueden dar sensación de caos. Elige uno con baldas-mesita, como el cabecero Harvey de Maisons du Monde (229 € ).

Organiza el canapé. Divídelo con cajas de tela transpirables con tapa de cremallera. Lo más grande, tipo nórdicos o mantas, mételo en bolsas al vacío y ocupará la mitad.

Tocador, todo en su sitio

Un cajón, cajas y colgadores es lo que necesitas. Para tu pelo: una bolsa colgante con cepillos, plancha y accesorios. Las joyas y complementos pequeños, en bandejas. Los útiles de manicura van perfectos en cajitas apilables. Brochas y algodones, en botes. Los collares colgados no se enredan ni ocupan.

Clasifica el maquillaje en varias bandejas: ojos, maquillaje y polvos, labiales, rizapestañas y pinzas. Mejor dentro del cajón, protegidos de la luz y la humedad. El espejo, de 50 cm, es una pieza imprescindible.

La zona de trabajo bajo control

En la mesa, solo lo que necesites en el momento, te concentras mejor. El portátil, el bote de lápices y el ratón son más que suficientes. Intenta trabajar solo con documentos digitales. Usa bandejas para los de papel y haz “limpia” una vez a la semana.

Clasifica el material en los cajones: post-its, clips, pinzas, en cajas; cables y cargadores, en bolsas con cierre de zip . Y oculta los cables por estética y por seguridad en la trasera de tu escritorio. Puedes usar el soporte Signum 70 cm, de Ikea (15 €).

Baldas y estantes no deben tener más de 30 cm de fondo y 40 de altura, para los clasificadores y las carpetas. En La Redoute los tienes de colores (23,48 €).

¿Qué hay que tirar sí o sí?

De la mesita de noche: pendientes desparejados, recuerdos de los que ya no te acuerdas, carnets caducados, tickets de compra...

Del escritorio: bolígrafos secos, tarjetas de visita que no necesites y cargadores viejos.

Del tocador: los productos caducados y los que no utilices desde hace seis meses.

El baño organizado en minutos 

Es un imán para botes vacíos, cosméticos a medias, cepillos viejos... Revísalo cada mes y tira lo que sobre.

Despeja la encimera y mantén solo el jabón de manos. Aprovecha la pared para almacenar en hornacinas con baldas o estantes colgantes.

• Asigna a cada cajón una función e incluye separadores: rutina facial, afeitado, cabello, higiene dental y agrupa los repuestos. Botes de gel y champú mejor en cajas cuadradas, caben más. El papel higiénico, en portarrollos de reserva (Renew, en Leroy Merlin, 28,29 €).

Repasa las muestras y desecha las que estén caducadas. Guarda las demás en una cesta bien visible, y úsalas. ¡No esperes a irte de viaje!

RUTINA ANTICAOS

Coloca las toallas aireadas y secas y guarda los botes en sitio después de usarlos. Repasa lavamanos e inodoro. Tener una papelera es muy útil. 

Una cocina donde lo encuentras todo

Divídela en zonas formando un triángulo imaginario de trabajo: almacenaje (despensa), elaboración (cocina y tabla) y limpieza (fregadero y escurridor). Guarda cerca todo lo necesario para cada proceso.

Organiza la encimera. Intenta que quede lo más vacía posible: deja solo la tabla de cortar y un frutero. Si pones los cuchillos en un imán de pared (23,55 €, arcos. com), estarán a mano y no ocuparán ni perderán el filo.

Aprovecha la pared colocando rieles organizadores y cuelga especieros, porta estropajos... 

Ollas y sartenes están mejor en armarios. En vez de apiladas, pon las sartenes y tapas en un organizador.

A DIARIO

Recoge la vajilla sucia. Friégala o métela en el lavavajillas. Cuando esté lleno, prográmalo para que lave de noche y gastarás menos luz. Vacíalo antes de desayunar: tardarás 5 min.