Cuando se decide crear una casa desde cero o hacer alguna reforma a la vivienda donde vivimos, debemos tener en mente en todo momento que el proyecto que iniciemos va más allá de una simple cuestión estética: debe contar con una buena arquitectura que responda a cómo se viven, cómo se sienten y cómo se habitan sus espacios. Además, cuando hacemos las cosas sin una estructura clara, gastamos más dinero y nos llevamos más de un disgusto.
La arquitecta e interiorista Carmen Trueba, más conocida en Instagram como @vontrueba, ha hablado del tema y, con toda sinceridad, nos ha contado que muchos de estos proyectos terminan saliendo muy caros, tanto económicamente como en términos de comodidad y de calidad de vida, porque se han tomado decisiones con prisas, sin visión de conjunto y lo peor de todo, sin contar con un arquitecto desde el inicio.
Y es que, aunque muchas personas ven la contratación de un arquitecto como un gasto adicional, lo cierto es que no es un capricho, ya que sus servicios pueden ayudarte a ahorrar más a largo plazo porque te guía, organiza y prioriza. Para que no gastemos de más ni suframos improvisaciones ni reformas eternas, Carmen nos ha contado cuáles son los 4 errores más caros por no contratar a un arquitecto desde el principio.
1. Tirar tabiques sin pensar la distribución completa
Muchas obras y muchas reformas empiezan con la frase “vamos a tirar ese tabique para ganar amplitud” y Carmen lo ve como uno de los primeros errores a evitar. Es verdad que los espacios diáfanos y amplios están de moda, pero, si no se tiene en cuenta la distribución completa de la casa desde el inicio, puede llevarse por delante muchas zonas de almacenamiento, restar funcionalidad y hasta perder confort térmico y acústico.
Según la arquitecta, hay que pensar todo muy bien desde el principio para asegurarnos una buena combinación entre amplitud y funcionalidad sin comprometer la comodidad.
Los espacios abiertos están de moda, sí, pero hay que diseñarlos con cabeza y conocimiento
RBA
2. Poner iluminación sin haber pensado primero las zonas y los usos
Carmen también comenta que otro error garrafal en reformas es no darle a la iluminación toda la atención que se merece. Esto hace que la dejemos para el final, ya que pensamos que es suficiente con poner una lámpara en el centro de la habitación, cuando es mucho más que eso: tiene un impacto directo a nivel emocional y práctico.
Por eso, la arquitecta recomienda pensar en la iluminación como una de las primeras cosas del diseño y planificar bien la zonificación, es decir, saber dónde se lee, dónde se cocina, dónde se estudia, etc., para ver si conviene más usar una luz directa, ambiental o puntual.
3. Colocar ventanas antes de pensar en la distribución interior del mobiliario
Aunque parezca una tontería, Carmen dice que ha visto muchos casos en los que se ponen ventanas sin pensar y sin tener en cuenta cómo se va a distribuir el mobiliario después. Luego las consecuencias a pagar son muy caras: nos quedamos sin espacio para poner un sofá, sin espacio para poner una mesita, etc. Las ventanas tienen que acompañarnos durante todo el proyecto y no ser un impedimento para el uso real del espacio.
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La ubicación de las ventanas también hay que pensarlas, tienen que ser parte del proyecto, no un impedimento
RBA
4. Pedir presupuesto a varias constructoras sin un proyecto claro
Por último, la arquitecta también explica que se ha encontrado muchísimos casos en los que las personas empiezan a pedir presupuestos a diferentes constructoras sin contar con un proyecto bien detallado con planos y buenas mediciones. Sin nada claro, cada empresa presupone cosas diferentes y nos ponemos a comparar cifras que no tienen nada que ver entre sí, lo que nos genera confusión y gastos imprevistos.