Montserrat Beltrán, experta en Feng Shui: "Dormir en una habitación blanca arruina tu descanso y tus relaciones. Es muy fría y poco personal"

Desde hace más de 5.500 años, los antiguos emperadores orientales ya se guiaban del Feng Shuia  la hora de construir sus palacios. Sin embargo, en la actualidad, esta filosofía que busca que en nuestra casa fluya correctamente la energía positiva para conseguir que los que viven en ella lo hagan en armonía y bienestar, sigue latente. Para esta práctica, cada estancia de nuestra casa juega un papel crucial a la hora de lograr que las energías se muevan bien o, por el contrario, se estanquen y la iluminación, el orden, la limpieza y la decoración son claves para conseguirlo.

El dormitorio, por ejemplo, es considerado para el Feng Shui como el punto más vulnerable de nuestra casa, como una zona íntima donde descansamos. Para conseguir que ese descanso sea reparador y que la vida en pareja se desarrolle bien, sin embargo, es vital seguir algunas pautas como optar por los colores neutros a la hora de decorarlo, o evitar todo tipo de fotografías de personas que no duerman en esa estancia. Montserrat Beltrán es gurú de esta disciplina y tiene claro que, una de las cosas que debemos evitar es pintar las paredes de blanco. ¡Te contamos por qué!

Por qué evitar los dormitorios blancos, según el Feng Shui

Montserrat Beltrán es experta en Feng Shui y explica por qué es tan importante el color de las paredes de nuestro hogar a la hora de conseguir que las buenas energías fluyan por él. Aclara que no hay nada de malo en tener las paredes de nuestra casa blanca, pero, cuando además tenemos los muebles, los textiles y los adornos en ese mismo color, nuestra casa "termina pareciendo el Polo Norte", cuenta. No obstante, asegura que si tenemos plantas, muebles de madera, cojines con colorido, cuadros... subiremos la energía de nuestras estancias.

No pintes ni de blanco ni de azul

La experta explica que en el dormitorio debemos huir de ciertos colores como el azul, porque es un elemento que nos recuerda al agua y, al final, cuando dormimos en un barco o en una habitación bajo el agua, no descansamos bien. Explica también que, aunque este color refleja tranquilidad, es una calma diferente a la que buscamos proyectar en nuestro dormitorio, que es mucho más cálida.

Opa por colores neutros y un poco cálidos

Por ese motivo, asegura, debemos optar por tonos neutros, beiges, colores arena, claritos... para dar esa sensación de confort a nuestro dormitorio, aunque si nos gustan los tonos más vibrantes, podemos decantarnos por un naranja melocotón. No obstante, explica que si queremos colores más subidos, como el rojo o naranjas más intensos, es mejor apostar por ellos para los textiles que para las paredes. 

El blanco resulta frío e impersonal

En este contexto, debemos evitar pintar nuestro dormitorio de blanco porque puede suponer una energía demasiado fría y activa, que cree una sensación poco acogedora, resulte distante y nada personal y, por, eso, en vez de ayudarnos a descansar, haga que nos sintamos incómodas, en un ambiente poco agradable.

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Otras cosas que debemos evitar en el dormitorio, según la experta

Colocar cargadores en el cabecero

Aunque explica que es prácticamente imposible que no durmamos con el móvil en el dormitorio, debemos evitar cargarlo en el cabecero de la cama, porque es algo que afectará a nuestro descanso. No obstante, explica, podemos cargarlo a los pies de la cama, o lejos de nosotros. "Cuando cargamos el teléfono, la electrocontaminación se multiplica y no descansaremos bien", explica.

No teletrabajes en el dormitorio

"El peor sitio para trabajar es el dormitorio, antes trabajaría en el salón, en el comedor o en la cocina antes que en el dormitorio, es una mezcla de energías muy diferentes", explica. La experta tiene claro que el dormitorio es para descansar y para la vida en pareja y que, cuando nuestras preocupaciones y las tareas se mezclan con ellas, la energía se puede turbar y al final no disfrutamos de nada.

Colocar peluches

A pesar de que sí que pueden estar en el dormitorio de los niños, en el de los adultos no es lo más recomendable porque es una estancia en la que, precisamente, no se buscan actitudes infantiles y los "muñequitos" pueden hacer que se pierda ese fuego de la pareja.