Lucía Lipperheide, experta en limpieza: "Mi abuela alemana mezclaba ceniza y aceite de oliva para recuperar los muebles de madera"

Las creadoras de contenido han llegado para quedarse. Aquellas que nos dan diferentes consejos sobre limpieza, orden y decoración nos han sacado de más de un apuro cuando más lo hemos necesitado. Gracias a ellas, hemos conseguido ampliar el abanico de trucos que hemos heredado de nuestras madres y abuelas y que ya hemos adoptado en nuestro día a día

Una de las creadoras de contenido españolas especializada en limpieza y decoración más famosa es Lucía Lipperheide (@homes.style). En los dos últimos años, su vida ha dado un giro de 180º debido a las redes sociales y a sus ocurrencias para que una casa sea más acogedora y elegante. Detrás de sus ideas y tips, se esconde una persona que tiene una gran historia de resiliencia y superación que, gracias a su comunidad de seguidoras, ha logrado alcanzar un éxito que ni ella misma se esperaba cuando empezó en Internet.

Desde Cosas de Casa hemos tenido el placer de entrevistar a Lucía Lipperheide. La experta española, con raíces alemanas, nos habla de cuál ha sido su camino hasta llegar a esta época dorada de su vida y cómo compagina esta faceta con la de madre de familia numerosa. Lipperheide, que cuenta con más de 1'2 millones de seguidores en Instagram y 104 mil en Tik Tok, no se deja nada en el tintero y nos desvela sus trucos mejor guardados.

"Todos mis trucos los he aprendido de mis padres y de lo que he ido viendo con el tiempo", dice Lucía Lipperheide

Lucía explica diferentes aspectos de su vida que jamás había contado. Su familia paterna era de Alemania y le enseñaron muchas cosas sobre algunos trucos de limpieza que no conocemos en nuestro país. Un ejemplo de ello es el de utilizar ceniza de puro y aceite de oliva para que los muebles de madera vuelvan a estar como nuevos.

¿Cómo empezaste en el mundo de las redes sociales?

Empecé hace poco más de dos años, en uno de los momentos más duros de mi vida. Perdí a mis padres con muy poco tiempo de diferencia, de forma repentina, y me quedé con un vacío tan grande que no sabía ni cómo seguir. Las redes no empezaron como un proyecto, ni como una forma de canalizar… para mí fue algo terapéutico. Necesitaba no pensar, tener la cabeza ocupada, agarrarme a algo. Y lo hice como sé hacerlo: con lo que hacía en casa, con lo que había aprendido de ellos.

Mi madre siempre me decía que escribía muy bien, que tenía muchas ocurrencias y que algún día tenía que compartirlas. Así que empecé a grabar lo que hacía, sin plan ni estrategia, solo porque me salía natural. Y fue creciendo. Nunca pensé que eso iba a llegar tan lejos. A día de hoy, todo lo que comparto, todo lo que hago, es por ellos. Es mi manera de seguir teniéndolos cerca. Ese vacío no se va nunca. Se aprende a vivir con él… y a construir desde ahí.

¿Qué fue lo que te llevó a hablar sobre el mundo de la limpieza, el orden y la decoración?

Porque lo he vivido desde siempre. En casa, el orden y la limpieza eran lo normal. Mi madre era muy organizada, muy apañada, muy de revisar todo. Y mi padre igual: súper ordenado, muy cuidadoso con sus cosas. Como buen alemán, lo tenía todo siempre perfecto.

Y luego está la decoración, que es mi pasión. Mi profesión frustrada. Me habría encantado estudiar esa carrera. Mi casa no es de catálogo, pero tiene historia, mezcla, muebles restaurados, piezas con peso. Es diferente, arriesgada, muy mía. Y curiosamente, eso es lo que más gusta. Porque se nota que está vivida.

En uno de tus vídeos, confesaste que antes de dedicarte a este sector trabajabas como vendedora de coches. ¿Cómo ha influido esta etapa en tus proyectos actuales?

Es cierto que vendiendo coches aprendes a escuchar y empatizas con la gente… gané varios premios como mejor vendedora de Toyota España, y los trucos los aprendí en esa época que recuerdo con mucho cariño. Cuando trabajaba en concesionarios, era soltera, así que los trucos de orden y limpieza que usaba eran todos del mundo del coche. Algunos todavía no los he contado… (risas). Pero esa etapa me ayudó mucho a saber explicar las cosas cara a cara, con naturalidad y sin dar vueltas. Y eso, al final, se queda contigo para siempre.

Tus ideas están llegando cada día a miles y miles de personas. ¿Dónde has aprendido todos estos trucos?

De mi madre, de mi padre, y de lo que he ido probando con el tiempo. Soy madre de familia numerosa y llevo 25 años casada. Ahora que mis hijos son veinteañeros, tengo tiempo para dedicarme a full a las redes sociales, pero los trucos los traía de antes. Muchos los aprendí en casa, otros con los años, probando y adaptando cosas según lo que iba necesitando. Todo está probado. Y si no funciona, no lo comparto. Así de sencillo. Y si con eso puedo hacerle la vida más fácil a alguien, aunque sea en algo pequeño, ya me vale.

¿De qué forma han influido las mujeres de tu familia —como tu madre o tu abuela— en los trucos que enseñas hoy en día? ¿Hay uno en particular que hayas aprendido de ellas?

Muchísimo. Mi madre era muy apañada, siempre revisando, organizando, encima de todo. Tenía ayuda en casa, sí, pero no paraba. Y mi abuela era igual, con carácter fuerte y muy suya. También tenía ayuda, pero organizaba todo a su manera. Mandaba muy bien, como buena alemana. Y mi padre también nos marcó mucho. Muy ordenado, muy meticuloso. Siempre se limpiaba él mismo los zapatos y decía que como él, nadie los dejaba tan bien. De vez en cuando les daba Nivea para nutrir el cuero, y mi madre hacía lo mismo con sus bolsos. Pequeños gestos que se te quedan grabados.

Hay un truco que heredé de mi abuela y que sigo usando: mezclar ceniza de puro con aceite de oliva para recuperar muebles de madera oscura. Lo hacía con la ceniza de los puros de mi abuelo, que era gran fumador, igual que mi padre. Funciona de verdad.

¿Qué truco de limpieza/orden nunca has desvelado a través de tus redes sociales y que aplicas en casa?

Uso CIF para quitar manchas difíciles en la ropa. Nunca lo había dicho… pero ya está. Cuando hay una mancha complicada y quiero salvar la prenda sí o sí, uso CIF. Y muchas veces, la deja como la patena.

¿Cuál es tu ingrediente estrella para la limpieza de casa?
El bicarbonato. Lo mezclo con vinagre, con jabón, con agua oxigenada… sirve para mil cosas: desincrustar, desinfectar, quitar olores. Siempre tengo en casa.

¿Qué es lo que menos te gusta de las tareas del hogar?
Planchar. No me gusta nada. Mi madre siempre decía que la plancha da mucho calor… y tenía toda la razón. Pero también me enseñó a hacerlo bien. Así que aunque no lo disfruto, si tengo que hacerlo, lo dejo todo como la patena.

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¿Cuál es la primera tarea relacionada con la limpieza que haces nada más levantarte por las mañanas?

Ventilar. Me gusta abrir las ventanas nada más levantarme, aunque haga frío. Me despeja y renueva el ambiente.

¿Y la última antes de irte a dormir?
Recoger la cocina. No me puedo ir a dormir con platos por medio o cosas sin guardar. Necesito dejarlo recogido para estar tranquila.
 

¿Qué error debemos evitar a toda costa con el orden de nuestro hogar?
Guardar por si acaso. El “por si…” es el mayor enemigo del orden. Si llevas años sin usarlo, no lo necesitas. Y si ni te acordabas de que lo tenías, menos todavía.

¿Qué consejo le darías a tus seguidoras para conseguir una casa acogedora y agradable?

Una casa acogedora es esa en la que te apetece quedarte. No tiene que ser perfecta ni tener una luz increíble. Lo importante es que esté hecha a tu gusto, no al gusto de los demás. Que no sigas modas que no van contigo ni pongas cosas solo porque alguien te dice “esto queda bien”. Si no la haces tuya, no lo parece. Y se nota. Las casas se sienten. Y cuando una es tuya de verdad, aunque tenga mil fallos, apetece quedarse.