La cama es el elemento central de cualquier dormitorio y no solo en términos decorativos. Se trata del lugar donde dormimos todas las noches, de ella depende de si tenemos un buen descanso nocturno o no. Por eso, además de vestirla con ropa que le aporte una estética de revista y que ayude a subir el nivel de la decoración del dormitorio, es superimportante saber elegir los textiles adecuados para dormir bien y plácidamente entre sus sábanas.

Y más importante es aun si llega el invierno porque, ¿a quién le gusta pasar frío por las noches? Para que este invierno duermas entre algodones y en una cama que parezca de un hotel de cinco estrellas, IKEA nos ha dado sus mejores tips para crear la cama perfecta. ¡Sigue leyendo para descubrirlos!

1. Colchoncillo (o topper)

El colchoncillo es uno de los grandes olvidados a la hora de hacer la cama perfecta porque, como no queda a la vista, se piensa que no es necesario. Y es todo lo contrario, ya que se encarga se coloca encima del colchón para protegerlo, mantenerlo como nuevo y fresco y alargar su vida útil.

Además, gracias al colchoncillo sentirás una comodidad extra al acostarte. Se quitan y se ponen fácilmente para que puedas lavarlos o ventilarlos y los hay disponible en varios rellenos y materiales diferentes para que puedas elegir el que mejor se adapte a tu forma de dormir.

Colchoncillo IKEA

Los colchoncillos o toppers se ponen encima del colchón y te dan un plus de comodidad. 

IKEA

2. La ropa de cama

Con sábana encimera, sin ella, con funda nórdica, con colcha o con edredón. La diversidad de modelos y combinaciones de ropa de cama es infinita. Por ejemplo, si queremos sábana encimera, esta debemos colocarla dejando un margen en la parte superior para doblarla por encima del nórdico o del edredón y formar un embozo en el que se ponen los cojines. Además, es importante que toda la ropa de cama quede bien estirada y tersa para que no se formen arrugas que nos molesten mientras dormimos.

3. El edredón o el nórdico

Dependiendo de la estación del año en la que nos encontremos, deberemos escoger un tipo de edredón u otro. Por ejemplo, para los meses más fríos lo idea es dormir con un edredón o nórdico que sea más cálido (incluso extra cálido) o uno más fresco en otoño para poder usarlo en primavera o enrollarlo a los pies de la cama en verano. También existen los edredones 4 estaciones para que no tengas que estar andando y quitando en edredón y puedas usarlo en cualquier época del año sin distinción.

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Juega con las capas con colchas y cubrecamas. Más gruesos o finos, en función de la época del año. 

RBA

4. Colchas y cubrecamas

Al igual que el edredón, la elección de la colcha o cubrecama también dependerá de la estación del año y de si necesitamos dormir más frescas o más calentitas por las noches. Por eso, si es verano o entretiempo, la colcha será más ligera y la colocaremos a los pies de la cama, ya que su función será más decorativa, para aportar color y calidez a la estancia. En invierno, la colcha deberá estar confeccionada en tejidos más gustosos que abriguen más, como la lana.

5. También cojines y almohadas

Una combinación adecuada de cojines y almohadas también es imprescindible para dormir mejor por las noches. Además, otra ventaja de los cojines y almohadas es que cambiando solo estos elementos, es posible dar un nuevo aspecto al dormitorio.

Para que quede una cama de hotel (y de revista), deberás colocar los cojines en el siguiente orden: los más grandes, los cuadrados y los destinados a la lectura van en la parte de atrás, después las almohadas alargadas y, por último, los cojines cuadrados más pequeños.

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Coloca los cojines de más grandes a más pequeño apoyados en el cabecero y juego con sus tonalidades. 

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6. Y un consejo extra: cuida los textiles

La composición de los tejidos y la combinación de los colores juegan un papel muy importante para que un dormitorio transmita paz, tenga personalidad propia y, a su vez, te asegure un buen descanso. Por ejemplo, en la ropa de cama es importante tener en cuenta el número de hilos, ya que, cuanto mayor sea este número, más resistencia y densidad tendrá la tela.

En cuanto a los colores, los juegos de cama de color blanco añaden más luminosidad a la estancia y, además, al no llevar tintes, son más respetuosos con el medio ambiente y mantienen intactas las fibras del algodón. Los colores, bien elegidos, dan mucho juego y vida al dormitorio.