Muchas veces, a la hora de reformar un cuarto de baño, hay que tener más en cuenta la practicidad que la belleza. Con esto nos referimos a que, por mucho que nos guste algo, si está hecho en un material o en un diseño no apto para baños, es mejor descartarlo e ir a por una opción más práctica que no nos ocasione problemas al poco tiempo. Para ello, es importante tener presente que el cuarto de baño es un lugar donde usamos gran cantidad de agua, hay mucha humedad y muchos cambios de temperatura.
Y justo esto es lo que le ha pasado a Lorena Alacis (@decorandomeelalma), ha reformado hace relativamente poco tiempo su cuarto de baño y, ¡sorpresa! Hay 3 cosas que ya le han dado la cara y que quiere contarnos cuáles son para que las evitemos.
Error 1: Una sola hoja fija en la mampara
Aunque a primera instancia parezca una de las decisiones más estéticas para el baño, optar por una sola hoja fija de cristal es poco (o nada) funcional. Es verdad que visualmente es muy elegante y queda limpia, moderna y perfecta en un plato de ducha al ras del suelo. Sin embargo, en el día a día no es nada práctico, es más bien engorroso.
Y es que, por mucho cuidado que tengas mientras te estás duchando, el agua salpica fuera y el suelo del baño termina encharcado. Para solucionarlo, Lorena tuvo que instalar una goma adicional en el suelo para evitar filtraciones, pero el resultado visual no es el mismo: la goma rompe la estética minimalista del baño y le da un aspecto algo feucho.
Error 2: Grifo dorado de latón
Cuando empezó a reformar su cuarto de baño, Lorena tenía claro que quería grifería dorada para darle un aire elegante y cálido. Por eso, eligió un grifo de latón con acabado en dorado brillante que, recién instalado, era absolutamente espectacular. Pero esa belleza duró muy poco.
Con el paso de los meses, el dorado comenzó a apagarse, se puso feo muy rápido y empezaron a aparecer algunas manchas sobre su superficie. El latón requiere un mantenimiento constante y su limpieza debe hacerse con productos específicos y sin frotar demasiado. Además, al estar en un ambiente húmedo como el del baño, sufre aún más.
Los grifos de latón dorado son muy monos estéticamente, pero, a la mínima de cambio, pierden color y se ponen feos
@decorandomeelalma
Error 3: Grifo empotrado con lavabo separado
Una idea estéticamente bonita es instalar un grifo empotrado a la pared, justo encima de un lavabo tipo bol que no está pegado a la pared. Una idea muy bonita estéticamente y un diseño muy limpio sí, pero cero funcional: cuando cierras el grifo con las manos mojadas, inevitablemente cae agua en el hueco libre que hay entre el grifo y la parte trasera del lavabo.
Otro inconveniente es que esta separación es muy pequeña, por lo que resulta muy difícil de limpiar y es propensa a la humedad, dos cosas muy incómodas para el uso diario. Al final, acaba acumulando gotas, salpicaduras e incluso restos de cal.
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3 soluciones más prácticas e igual de bonitas
Para evitar los errores que Lorena ha cometido en su cuarto de baño, nosotras nos quedaríamos mejor con estas opciones, son mucho más prácticas y derrochan la misma belleza:
Una mampara con puerta abatible o corredera
En lugar de una sola hoja fija, sería más idóneo instalar una mampara con puerta abatible o corredera que cierre bien y evite salpicaduras.
La grifería en negro mate queda también muy elegante y es más sencilla de mantener
RBA
Grifería cromada o negra mate
Para evitar el mantenimiento constante del latón dorado, mejor una grifería de buena calidad en acabado cromado o negro mate. Ambos estilos siguen siendo muy decorativos y están pensados para soportar mejor la humedad y su limpieza es más fácil.
Grifo de encimera con lavabo adosado
Por último, en vez de un grifo empotrado con un lavabo separado, es más idóneo y útil colocar un grifo sobre la encimera, bien alineado con el lavabo, o un lavabo que quede pegado a la pared. Así se evita el hueco por donde cae el agua y se gana en limpieza y funcionalidad.