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La interiorista Paula Ramiro asegura que las paredes con gotelé vuelven a ser tendencia. Estas son sus ventajas. 

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¡Alerta, tendencia!

Paula Ramiro, interiorista: "El gotelé y las paredes con textura vuelven a estar de moda: disimulan tanto las imperfecciones como las paredes que no son rectas"

Aunque en los últimos años hemos querido eliminarlo a toda costa, el gotelé está volviendo a renacer y se ha propuesto volver a ser el protagonista de las paredes este 2025. Esta interiorista nuestra cuenta sus pros

Aunque es cierto que los interioristas y decoradores enterraron hace unos años el gotelé como técnica decorativa en paredes, estamos viendo que está resurgiendo de sus cenizas, hasta tal punto de que se está hablando de él como una posible tendencia en este 2025. Y no nos extraña si esto llegara a pasar, ya sabemos que en el mundo de la decoración, todo vuelve. Antes o después, pero vuelve.

Parecer ser que, a lo largo de este 2025, las superficies completamente lisas irán perdiendo terreno frente a aquellas con texturas (como el clásico gotelé, el efecto rastrillado, el estuco o los acabados ranurados) que transmiten calidez, vida y movimiento. Como bien apunta la interiorista Paula Ramiro, lo que antes era considerado como símbolo de una estética anticuada y muy pasada de moda, poco a poco está volviendo a ser sinónimo de personalidad, carácter y autenticidad.

Paula no quiere que todo el mundo vuelva a amar el gotelé, pero sí que entendamos que su textura puede aportar mucho más de lo que crees. A continuación, la propia interiorista nos cuenta las 3 razones por las que mantener el gotelé en casa puede ser una gran decisión.

1. Añade interés visual

Las paredes con gotelé aportan una dimensión decorativa que las superficies lisas simplemente no ofrecen. Las texturas captan la luz de forma distinta según el ángulo, lo que genera un efecto visual dinámico y atractivo. Además, en casas con decoración neutra, el gotelé aporta ese “algo” que rompe la monotonía sin necesidad de cargar con colores o patrones fuertes.

Hoy en día, el interés visual que ofrecen las paredes texturizadas va mucho más allá del gotelé clásico: rastillado, estuco veneciano o incluso texturas más artísticas están siendo reinterpretadas. Si mantienes el gotelé original, puedes sacarle partido actualizándolo con una buena mano de pintura en tonos suaves o tierra, muy en línea con las tendencias naturales del momento.

Dormitorio pequeño con espejo grande en la pared del cabecero

Dormitorio pequeño con espejo grande en la pared del cabecero

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2. Evita que se vea cualquier mancha o rascada

Paula también añade que una de las ventajas más prácticas del gotelé es la capacidad que presenta para disimular los roces del día a día, como las marcas de las sillas, de los muebles, del apoyo de la escoba o la aspiradora, etc. Gracias a su relieve, el gotelé es perfecto para camuflar las imperfecciones de las paredes que, en el caso de las superficies lisas, quedan totalmente visibles y a la vista.

Esto lo convierte en una opción ideal para hogares con niños, mascotas o en zonas de la casa de mucho tránsito. Además, otra ventaja es que no tendrás que estar constantemente retocando la pintura ni desesperarte por cada rozadura: la textura juega a tu favor y alarga la vida útil de tus paredes casi sin que te des cuenta.

00559997 Recibidor con consola de madera maciza y elementos decorativos de cristal

El gotelé también es un buen recurso para disimular las paredes que no son del todo rectas. 

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3. Disimula las paredes que no son rectas

Si estás viviendo (o has vivido) en una casa de construcción antigua, seguro que algunas de las paredes son irregulares, muestran ondas o imperfecciones estructurales. El gotelé fue inventado precisamente con este objetivo: disimular las paredes que no son rectas. Una pared lisa que no está bien nivelada deja a la luz cualquier seña de desnivel. Sin embargo, una pared con textura, como el gotelé, “engaña” al ojo y mejora visualmente el conjunto, aportando belleza y equilibrio visual.

En este caso, mantener el gotelé te ahorrará muchísimas reformas innecesarias. Y también ahorrarás recursos económicos y tiempo porque, en lugar de alisar, nivelar y volver a pintar las paredes, puedes optar por conservar el gotelé, modernizarlo con pintura o integrarlo con el resto de la decoración. El resultado: un espacio con más personalidad y menos complicaciones.

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pintar pared interior

El acabado del gotelé da textura a las paredes y disimula las imperfecciones. 

Pintura super

¿En qué consiste el gotelé? 

Se trata de una técnica de pintado de las paredes en la que se esparce pintura al temple más espesa de lo habitual con el objetivo que durante su aplicación aparezcan gotas en relieve que acaban formando una superficie con textura y hasta grumosa. Se trata de una técnica muy aplicada en la década de los 80-90 por su capacidad de disimular las imperfecciones de las paredes.

Aunque lo habitual es conseguir este acabado con pintura al temple, también se pueden usar pastas densificantes y pintura a la cola.