Andrea Caaveiro, experta en limpieza: "Un papel de cocina empapado en lejía acaba con el moho de las juntas de la mampara"

Cuando vivimos en un lugar con agua dura, las gotas de agua que salpican en la ducha y se quedan en la mampara cuando nos damos un baño son, sumadas a la cal, los restos de champú y acondicionador, el polvo y la suciedad de general, algunos de los factores que hacen que nuestra mampara se vea sucia y que, por más que nos esforcemos en limpiarla, no consigamos que quede realmente bien. Limpiar la mampara de forma regular no es solo una cuestión de higiene, ya que evitará que los hongos y las bacterias se apoderen de ella, también es vital para conseguir que nuestro baño sea mucho más atractivo y acogedor y para lograr que tenga una vida útil mayor, evitando la acumulación de cal que puede provocar la corrosión.

Pero, a la hora de limpiarla, aunque utilicemos rasquetas, esponjas o infinidad de productos especiales, muchas veces somos incapaces de conseguir que nuestra mampara quede realmente limpia. La experta en limpieza Andrea Caaveiro (@petitbyandrea) nos cuenta sus dos tips infalibles a la hora de limpiarlas con los que conseguiremos que, por fin, nuestras mamparas queden realmente limpias, sin esfuerzo y sin gastarnos dinero en múltiples soluciones ineficaces.

Los trucos de experta para terminar con la suciedad de la mampara

Andrea Caaveiro (@petitbyandrea) es experta en limpieza y nos cuenta cuáles son sus dos tips definitivos para conseguir terminar con la suciedad de la mampara. "He probado muchas cosas para limpiar esta mampara (que es lo que más pereza me da a la hora de limpiar) y estas dos cosas son las que mejor me funcionan para la cal y para el moho", confiesa.

 

 

 

 

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Un limpiador casero a base de vinagre, lavaplatos y ácido cítrico

En un recipiente de jabón líquido vacío, la experta mezcla vinagre y limpiador lavaplatos a partes iguales. Después, le añade dos cucharadas de ácido cítrico y agita todo bien. La va aplicando en un estropajo para baños, porque asegura que no rayarán la mampara y, después, lo retira con agua, aunque asegura que el truco está en secarlas con una bayeta de microfibra, para conseguir que queden verdaderamente limpias y sin manchas. 

Además, aunque confiesa que no lo hace todas las semanas, cuenta que de vez en cuando saca las mamparas y, con la ayuda de un cepillo pequeño, limpia los engranajes y los rincones de las mismas en las que más suele acumularse el óxido y el moho.

Esta mezcla es muy poderosa porque, por un lado, el vinagre descompone los minerales de la cal, logrando que se disuelvan y se descompongan más rápido. El lavavajillas, por su parte, elimina la grasa de la suciedad, emulsionándola y ayudando a que podamos quitarla fácilmente con agua. El ácido cítrico, por último, no solo desincrusta y quita la cal, también desinfecta y elimina manchas y posibles decoloraciones que haya en nuestras mamparas.

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Lejía pura para las juntas y los rincones

Para limpiar los rincones más inaccesibles de la ducha, por otro lado, la experta utiliza lejía pura. Hace unos rollitos de papel de cocina y, tras ponerse unos guantes para evitar quemaduras, los mete en el bote de la lejía, aunque asegura que también podemos hacerlo con una bayeta.

Los coloca por las juntas y las zonas de difícil acceso y los deja actuar todo el tiempo posible pero, al menos, una hora. "Al retirarlo, el moho sale como por arte de magia", explica. Eso sí, aclara que si este se ha metido dentro de la silicona, tal vez debamos cambiarla para lograr que se vea limpio.

Este ingrediente, por su parte, es perfecto para limpiar la ducha porque, además de desinfectarla y eliminar los hongos y las bacterias que tiene el moho, blanquea las manchas oscuras, dejando la mampara con un aspecto renovado y penetrando en cualquier superficie no porosa, eliminado toda su suciedad.