No importa lo constantes que seamos con el cuidado de nuestras almohadas ni tampoco con nuestra higiene, el paso del tiempo y el uso diario que les damos son dos de los factores que hacen que, al cabo de los años, se pongan amarillas. El sudor, la piel muerta, los productos de nuestra skincare que se quedan pegados en ellas, la suciedad y el sebo que suelta nuestro pelo... también contribuyen a que nuestras almohadas se ensucien y huelan mal.
A pesar de que lo primero que se nos ocurre a todas es desecharlas y comprar unas nuevas, Pía Nieto tiene el truco casero para poder dejarlas como nuevas. Tan solo necesitamos algunos ingredientes de limpieza que todas tenemos por casa y, sobre todo, paciencia. ¡Descúbrelo y devuelve la vida a tus almohadas!
El truco de Pía Nieto para lavar las almohadas de plumas
A pesar de que, en ocasiones y debido al uso, nuestras almohadas de plumas cogen malos olores, Pía Nieto asegura que existe un truco súper eficaz con el que podremos eliminarlos sin necesidad de remplazar nuestras almohadas.
Los mejores productos para lavar la almohada
Como explica Pía en el vídeo, para lavar la almohada puedes hacerlo con un cacito de detergente en polvo. Otra alternativa es usar detergente especial para ropa delicada y añadirle una taza de bicarbonato de sodio para eliminar las manchas amarillas que pueda tener y, a la vez, neutralizar los olores.
Si las manchas son muy intensas, puedes añadir media taza de vinagre blanco durante el ciclo de aclarado.
Elige el programa más adecuado para lavar tu almohada de plumas
Pía recomienda un ciclo para prendas delicadas con agua fría o tibia. Lo ideal son unos 20 ºC. Como truco, la experta en orden recomienda lavar dos almohadas juntas en el tambor para así equilibrar la carga de la lavadora.
El mejor modo para secar la almohada de plumas
Si tienes secadora, Pia Nieto aconseja usarla con pelotas de tenis o bolas de secado para así evitar que las almohadas de plumas se apelmacen. Si no tienes secadora, entonces deberás hacerlo al aire libre en un lugar bien ventilado. Ella la coloca la almohada sobre un tendedero plegable, completamente estirada. Nos asegura que debemos ser pacientes porque es un proceso que tarda bastante tiempo, pero el sol es muy efectivo también para blanquear.
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Para lavar la funda protectora
Más allá de la almohada, su funda también se tiene que lavar a fondo. Para llevarlo a cabo, Pia utiliza jabón en pasta de Lagarto y, tras untar en él un cepillo, frota en húmedo toda la funda y la deja secar al sol, para que se blanquee lo máximo posible.
Si la suciedad se resiste, podemos hacer un tercer paso. Llenar el fregadero con agua y echarle unas gotas de lejía antes de sumergir la funda de la almohada, dejándola en remojo durante 20 minutos.
Por último, la volvemos a meter a la lavadora ella sola y, cuando salga y se seque, la experta nos asegura que quedará perfecta. Tan solo nos quedará volver a meter la funda en la almohada (que ella dejó secar durante 4 días), ahuecarla para que quede bien y volver a usarla, sintiendo que la estamos estrenando gracias a su sensación única de frescura.
Con paciencia y este truco casero conseguiremos dar una segunda vida a nuestras almohadas de plumas, evitando tener que renovarlas cuando cogen manchas amarillas y malos olores.
Algunos consejos extra de Pía para mantener las almohadas siempre perfectas