Una de las tareas domésticas que más repetimos a lo largo de la semana, además de limpiar los baños, pasar la mopa y fregar los platos, es cambiar la bolsa de la basura. No importa si nuestro cubo es grande o pequeño, si es clásico o de diseño... la bolsa es igual para todos y estamos seguras de tú también la pones mal.
La experta en orden Vanesa Travieso acaba de desvelarnos el truco para colocar bien la bolsa de basura, sacándole un mayor partido (sobre todo si es aromática). Fíchalo ya y aplícalo cuanto antes.
¿Cómo se coloca bien la bolsa de basura en el cubo?
Llevamos toda la vida colocando mal la bolsa de basura en el cubo. Normalmente, la desenroscamos del paquete, la cortamos, la abrimos y la colocamos, según viene, en el cubo. Pues bien, la experta en orden Vanesa Travieso (@ponorden) acaba de darse cuenta de que así no se coloca.
Al igual que una bolsa de tela, las bolsas de basura tienen costuras que terminan su parte interior y exterior. Dichas costuras vienen hacia fuera pero, al colocar la bolsa en el cubo, debemos darle la vuelta para que queden hacia dentro. Por su lado, en la parte de costuras ocultas (la que debe quedar en el exterior) es donde encontramos el perfume, en el caso de las bolsas con aroma, y de colocarlas bien dependerá que se disperse correctamente.
¿Qué otros errores de limpieza solemos cometer?
Hemos hecho un recopilatorio de algunos errores de limpieza frecuentes para que te des cuenta de cuáles cometes e intentes corregirlos para lograr una limpieza mucho más eficaz:
- Debemos desenroscar la escobilla del baño y, en el hueco del mango, echar el líquido con el que limpiamos el WC para que, cuando la pasemos, consigamos que se vaya desprendiendo.
- Debemos evitar combinar varios productos de limpieza al limpiar una superficie. Pensamos que haciéndolo conseguiremos multiplicar sus esfuerzos pero, lo más probable, es que además de resultar inactivos al contactar entre ellos, ocasionen reacciones químicas.
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- Muchas veces ignoramos la limpieza de objetos pequeños de nuestro hogar, como las manillas de las puertas o los interruptores de la luz. Casualmente, son los que más bacterias y suciedad acumulan al cabo del día.
- A la hora de utilizar las bayetas, debemos emplear una para cada estancia del hogar. Además, debemos pasarlas dobladas, nunca extendidas, y pulverizar sobre ellas el producto, no directamente sobre la superficie que vayamos a limpiar. Por último, a la hora de limpiar debemos seguir un orden vertical, de arriba a abajo, para evitar que ninguna zona se quede sin limpiar.
- Al limpiar los cristales es recomendable pasar un paño seco una vez hemos terminado, para evitar que queden gotas secas de producto y formen manchas. Además, si nuestros cristales tienen mucho polvo, es mejor quitar el exceso antes de limpiarlos con producto, para evitar que se rayen y que la suciedad quede incrustada.
Con estos trucos conseguirás una limpieza del hogar mucho más efectiva. ¿A qué esperas para ponerlos en práctica?