A pesar de que es una de las zonas de la cocina que más limpiamos, también es una de las que más utilizamos y, por ello, de las que más se ensucia. Los líquidos que hierven y se caen sobre ella, el aceite que salpica cuando hacemos fritos... por no hablar de los dedos sucios con los que accionamos los fuegos, son algunos de los factores que hacen que nuestra vitrocerámica se vea sucia.
Y, aunque podemos utilizar tapas para evitar que se ensucie tanto, limpiarla tras cada uso para evitar que se acumule demasiada suciedad o usar estropajos que no sean abrasivos para impedir que se raye, la vitrocerámica se termina ensuciando y eso es algo que no podemos evitar. La experta en orden y limpieza Pía Nieto (@pia_organiza) nos cuenta los trucos que podemos seguir para limpiar la vitrocerámica y conseguir que quede impoluta, incluso cuando tiene suciedad acumulada.
Los trucos de experta para limpiar la vitrocerámica
Pía Nieto desvela el truco definitivo con el que lograremos que nuestra vitrocerámica quede limpia, independientemente de toda la suciedad que tenga acumulada. ¡Toma nota!
Limpia la vitro con medio limón
El primer paso es frotar la vitrocerámica con medio limón para ablandar la suciedad que está quemada y los restos inorgánicos que están pegados a ella por falta de limpieza. Haz varias pasadas si ves que las suciedad se resiste.
Usa un rascador con cuidado
Después, usamos el rasca vidrios, en posición oblicua, para no rayar la cocina, y recogemos la suciedad con papel de cocina o con una bayeta. Lo ideal es colocarlo en una posición de 30º, para que elimine la suciedad sin correr riesgos de que la espátula raye la superficie. "Pero... todavía quedan restos", asegura la experta, dejándonos claro que debemos seguir limpiando.
Usa medio limón para frotar la vitrocerámica para desincrustar la suciedad.
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Repasa con el resto de limón
Con la otra mitad del limón, volvemos a frotar la vitrocerámica y lo dejamos unos minutos, que reaccione y los restos de suciedad que queden se ablanden.
Haz una pasada con piedra de arcilla
Pasado este tiempo, echamos un poco de piedra de arcilla, otros chorritos de limón y, frotamos con una bayeta, utilizando el rasca vidrios al final si es necesario. Recogemos la suciedad y, por fin, la vitrocerámica quedará limpia.
El truco final: un poco de vinagre
"El truco final siempre es echarle un chorrito de vinagre, para eliminar la grasa y que brille muchísimo", nos cuenta la experta.
Como consejo, por último, Pía Nieto nos recomienda tener limpia la vitrocerámica a diario, pasando una bayeta cada vez que cocinamos para evitar que se acumule demasiada suciedad y se incruste.
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Otros trucos para limpiar la vitrocerámica
Debemos limpiar la vitrocerámica con frecuencia para evitar que acumule grasa y demasiada suciedad.
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- También podemos limpiarla con una solución de bicarbonato y agua. Haremos una pasta que colocaremos sobre la superficie y, acto seguido, echaremos un chorrito de vinagre para que actúe. La dejaremos unos 15 minutos y, después, retiraremos el exceso con una bayeta de microfibra. No obstante, si preferimos, podemos hacer una disolución de vinagre, agua y bicarbonato en un recipiente con spray, pulverizarla sobre la vitrocerámica y, después, dejarla actuar durante una media hora antes de limpiarla con una bayeta de microfibra.
- Debemos limpiarla de forma regular, eliminando los derrames inmediatamente y haciéndole una limpieza rápida cada vez que terminemos de cocinar. Además, siempre debemos utilizar productos específicos para ella, evitando frotar con estropajos o bayetas que resulten abrasivas y puedan estropear su superficie.
Con estos trucos conseguiremos eliminar cualquier resto de suciedad, de grasa, de comida... de la vitrocerámica, logrando que quede impecable y como nueva. Como siempre, para evitar tener que hacer limpiezas exhaustivas, el vital ir limpiando poco a poco y, así, conseguir que no se acumule demasiada suciedad.