Uno de los objetos de nuestro hogar que más utilizamos, y también uno con cuya limpieza debemos ser muy constantes, son las almohadas. Todas somos conscientes de la vitalidad de cambiar cada semana las fundas de las almohadas, tanto por motivos de higiene como para mantener un buen cutis. Sin embargo, cuando llega el momento de cambiar la propia almohada, es más difícil encontrar un consenso.
Los expertos recomiendan cambiarlas cada 1 o 2 años, pero aquí hay muchos factores que entran en juego, como la calidad de la almohada o el uso que le demos, ya que de él dependerá lo deteriorados y deformados que estén sus materiales, afectando a la calidad de nuestro descanso. Es vital que nuestras almohadas estén limpias, para evitar que cojan alérgenos; pero también en buenas condiciones, para brindarnos un descanso saludable, con el que ni nuestro cuello ni la espalda se vean resentidos.
Te contamos el truco definitivo con el que sabrás si tus almohadas todavía sirven o si, por el contrario, es momento de cambiarlas. ¡Ponlo en práctica!
El truco definitivo para saber si mis almohadas están en buenas condiciones
La experta en orden y limpieza Marta Fusté (@marts.tips) nos explica cuál es el truco más sencillo y determinante para saber si nuestras almohadas sirven o si, por el contrario, debemos invertir en unas nuevas para que ni nuestra higiene ni nuestro descanso se vean sacrificados.
Ella asegura que con el simple gesto de doblarlas a la mitad, sabremos si nuestras almohadas siguen siendo válidas. Nos recomienda hacer este reconocimiento con todas las almohadas que tengamos en casa.
- Si al doblarla, la almohada se vuelve a estirar, recuperando su posición inicial, evidenciará que se encuentran en perfectas condiciones.
- Por otra parte, si al doblarla, se queda doblada, será un indicio de que debemos cambiarla cuanto antes, porque se ha deformado y ha perdido todas las cualidades con las que conseguir un buen descanso.
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Una almohada en mal estado perjudica tu descanso. Revísala.
Ikea
¿Qué trucos puedo seguir para que mi almohada dure más?
A pesar de que es vital cambiar las almohadas cuando se han estropeado, te contamos algunos trucos sencillos con los que podrás prolongar su vida útil:
- Certificar que nuestras almohada es lavable antes de comprarla y, dado el momento, llevarla a una lavandería especializada para asegurarnos de que la someten a una limpieza completa y profunda.
- No exponer la almohada directamente al sol.
- Mullirla y sacudirla a diario para evitar que sus fibras se apelmacen y pierdan sus propiedades de comodidad y confort.
- Intentar mantenerla en un sitio fresco, sin humedad, y ventilar cada día todas las estancias en las que tenemos almohadas.
- Por último, en términos de higiene, podemos envolver la almohada en una funda protectora (además de la funda tipo sábana) para conseguir aislarla de la suciedad. De esta forma, lograremos que se conserve la higiene de la cama y crearemos una barrera contra la transpiración.