Melinda (@live_life_organised en Instagram) se formó como consultora del método KonMari de la mano de su propia creadora, Marie Kondo. Desde que consiguió su certificación, Melinda va por las casas de sus clientes, ayudándoles a transformar sus espacios y, de paso, sus vidas. Y es que lo mejor del método KonMari es que es un proceso de orden que puede aplicarse en cualquier estancia o lugar de la casa que necesite ser ordenado.
Por ejemplo, uno de los trabajos más recientes de Melinda ha sido poner orden en este armario de tuppers tan caótico que tenía su clienta en su cocina. Para que veas lo bien que ha quedado después de pasar por las manos de Melinda y del método Marie Kondo, aquí te dejamos su antes, durante y después. ¡Verás qué cambio!
1. Antes: Un armario de tuppers donde no encontrabas nada
La clienta de la consultora KonMari, Melinda, tenía un armario de cocina lleno a rebosar de tuppers de plástico desparejados Había tantos, que llegaron a ocupar un cajón adicional, lo que le hacía casi imposible encontrar tapas y recipientes que encajaran. Era como si, en realidad, no tuviera tuppers para guardar la comida sobrante.
La propia clienta le comentó a Melinda que, cada vez que abría las puertas del armario o el cajón, sentía como una avalancha se le echaba encima, señal clara de que el almacenamiento de tuppers que había realizado hasta el momento era bastante caótico.
2. Durante: Así es cómo se fue ordenando poco a poco
Aunque en la fotografía se vea la encimera de la cocina de la cliente de Melinda repleta de recipientes de plástico y tapas de distintos tamaños, colores y formas, realmente se trata de un “caos organizado”, ya que es uno de los pasos necesarios para ordenar este armario de los tuppers, de manera efectiva, siguiendo el método KonMari.
Para ordenar este armario de tuppers como la mismísima Marie Kondo, Melinda y su clienta pusieron en práctica los siguientes pasos:
- Paso 1. En primer lugar, comenzaron a sacar todos los recipientes de plástico del armario y del cajón adicional que se había habilitado por “falta de espacio” y los colocaron sobre la encimera.
- Paso 2. Una vez vaciaron ambos espacios y tenían todo fuera, empezaron a clasificar todos los elementos por tipo y tamaño, emparejando las tapas con sus recipientes correspondientes.
- Paso 3. A continuación, realizaron una “evaluación de la alegría”, es decir, fueron cogiendo uno a uno los recipientes e iban evaluando cada uno de ellos no solo por su utilidad, sino también por su estado y si les generaba alegría.
- Paso 4. El paso anterior le permitió a la clienta de Melinda reducir significativamente su colección de tuppers y solo se quedó con los que realmente necesitaba y les producía alegría.
- Paso 5. Por último, de los tuppers descartados se llevaron a reciclar aquellos que ya no podían servir más por estar en mal estado y donaron los que estaban en buen estado para que otras personas pudieran darles una segunda vida.
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3. Después: Tuppers ordenados y bien visibles
Esta última imagen es el resultado final de este armario de tuppers que ha sido ordenado siguiendo el método de orden KonMari. Como ves, ahora todos los tuppers están acompañados por sus correspondientes tapas y están todos visualmente a la vista. Además, están apilados por tamaño y forma y están dispuestos de manera funcional y estética.
En palabras de Melinda “Con menos elementos, mi clienta ahora guarda sus recipientes de plástico de manera ordenada en un solo armario, con espacio de sobra. Cada contenedor está fácilmente accesible junto con su tapa correspondiente, eliminando frustraciones y ahorrando tiempo”.