Uno de los mayores retos presente en casi todos los hogares es mantener la casa ordenada a lo largo del tiempo. Y mira que empezamos a ordenarla con propósito e intención, nos reservamos un día entero para limpiarla y colocar todo en su sitio, pero, al cabo de unos días, siempre nos ocurre lo mismo: el desorden vuelve a apoderarse de nuestros espacios.
Pero, ¿por qué nos cuesta tanto mantener ese orden a lo largo plazo en casa? La respuesta es sencilla: porque solemos postergar pequeñas acciones que, al ir acumulándose, terminan por saturarnos. Como bien nos va a explicar a continuación la experta en orden Tamara Calvo, la clave para mantener la casa siempre ordenada está en cambiar el enfoque diario. Para ello, nos desvela su truco para lograrlo: “la regla de un solo toque”.
Según 'la regla de un toque' cuando toques algo no puedes solarlo hasta que lo devuelvas a su lugar.
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¿Qué es la regla de un solo toque y cómo funciona?
La regla de un solo toque es una de esas ideas tan simples y que requiere tan poco tiempo de ejecución, que sorprende lo eficaz que puede llegar a ser. Para Tamara esta es su regla de orden favorita, ya que no requiere mucho esfuerzo llevarla a cabo, te ahorra muchísimo tiempo en el día a día y su premisa es bastante fácil: cada objeto que uses, tócalo solo una vez. Eso sí, para que la regla de un solo toque funcione, es importante que, previamente, le hayas asignado a cada uno de tus objetos su lugar correspondiente en la casa:
Lo mejor de la regla de un solo toque es que te ayudará a mantener la casa siempre recogida sin tener que pegarte grandes palizas ordenando. Básicamente, esta regla consiste en tocar una sola vez las cosas y no soltarlas hasta que las coloques en su sitio. Para que lo entiendas mejor: imagínate que cada objeto tiene un pegamento invisible que te impide soltarlo hasta que esté en su lugar definitivo.
Por ejemplo, si sacas un plato del lavavajillas, colócalo directamente en el armario de la cocina, no lo dejes sobre la encimera. Si te quitas los zapatos, llévalos en ese momento al zapatero. Así evitas que las tareas se acumulen y, sobre todo, reduces el esfuerzo mental y físico que requiere ordenar más tarde todo lo que has ido posponiendo. Además, Tamara también nos garantiza que si integramos la regla de un solo toque en nuestro día a día, se convertirá en rutina y terminarás haciéndolo de forma automática.
La regla de un solo toque dice que, en cuanto toques una taza del lavavajillas, la lleves inmediatamente a su lugar correspondiente.
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Otras reglas sencillas para una casa siempre ordenada
Además de la regla de un solo toque que Tamara nos acaba de compartir, existen también otros métodos sencillos y pequeños que pueden echarte un cable a la hora de mantener el orden en casa sin grandes esfuerzos. Algunos ejemplos:
1. La regla del minuto
Si una tarea doméstica te lleva menos de un minuto (como doblar una manta, guardar una taza, tirar un papel), hazla en el momento. No la dejes para después, porque se acumulará con otras.
2. No te vayas con las manos vacías
Cada vez que salgas de una habitación, mira a tu alrededor y lleva algo contigo que deba ir a otro sitio. Es una forma de ir ordenando casi sin darte cuenta.
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Establece un lugar para cada cosa y te será mucho más fácil poner orden.
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3. Revisión rápida antes de dormir
Dedica cinco minutos cada noche a revisar el estado general de la casa. Coloca cojines, recoge la ropa que esté suelta o guarda lo que esté fuera de su lugar. Despertarás con otra energía a la mañana siguiente.
4. Un sitio para cada cosa y cada cosa en su sitio
Puede parecer obvio, pero si no decides de antemano dónde va cada cosa, te resultará muy difícil mantener el orden a largo tiempo en la casa. No basta con ordenar una vez, hay que facilitar el mantenimiento diario.
5. Menos es más
Cuantas menos cosas tienes, menos desorden se genera. Revisa de vez en cuando y deshazte de lo que no usas. El orden empieza también por aprender a soltar.