Hay casas que, al ser más pequeñas, nos obligan a adaptarnos y, a veces, eso significa aprender a vivir con menos cosas. En el caso de la experta en orden Vanesa Travieso, quien hace relativamente poco tiempo se ha mudado a una nueva casa, la cocina es mucho más pequeña que la de la anterior y solo cuenta con un armario bajo con dos baldas para usar como despensa. A simple vista parecía insuficiente para todo lo que quería guardar, pero con un poco de ingenio y utilizando los organizadores adecuados, ha conseguido crear una despensa práctica, accesible y muy ordenada. A continuación, la propia Vanesa nos cuenta cómo lo ha conseguido con muy poquitas cosas.
Una despensa pequeña pero muy bien organizada
Aunque la primera sensación al ver el espacio disponible para montar una despensa en la cocina fuera de agobio porque pensar que es insuficiente, Vanesa, con su última experiencia personal en su nueva casa, nos invita a la calma: nada es imposible. Como puedes ver en el vídeo que la experta ha compartido en su perfil de Instagram (@ponorden), el espacio que tenía se trataba de un armario bajo, con puertas y dividido en su interior en dos a través de dos estantes. No tenía, ni tiene, cajones ni módulos. Nada más:
Para aprovechar el espacio que le ofrecía este armario al máximo, Vanesa decidió optar por su organizador favorito: las cajas organizadoras abiertas. A Vanesa no solo le encantan por su estética limpia, sino también porque cumplen lo que ella considera tres funciones clave a la hora de organizar cualquier espacio: agrupan, limitan y mantienen el orden. Aunque estén abiertas, Vanesa decidió etiquetar su parte frontal con el nombre de la categoría que cada una alberga: “snacks”, “pasta/arroz”, “harinas”... De esta forma, es muy fácil localizar lo que se esté buscando sin necesidad de mover las cajas de la balda. Por cierto, en la balda inferior le entraron un total de 8 cajas, no está nada mal.
Una vez colocadas las cajas, aprovechó los huecos sobrantes en sus partes traseras para guardar alimentos de reposición, esos que no se usan a diario pero que conviene tener a mano para que cuando algo se nos gaste, tenerlo ya en casa sin necesidad de salir a comprar. En las esquinas, donde el acceso es más incómodo, colocó las botellas de agua y los cartones de leche.
Tarros de cristal y una bandeja giratoria, su segunda salvación
Vanesa dedicó la balda superior del armario de su nueva despensa para los frutos secos y los alimentos a granel, como las legumbres. Para que todo quedara con un aspecto muy visual y elegante, ha utilizado tarros de cristal herméticos, que no solo conservan mejor los productos, sino que permiten ver su contenido fácilmente. Además, lo organizó todo de la siguiente manera:
Plato giratorio de bambú en una despensa.
IKEA
Los frutos secos en tarros pequeños
Los tarros más pequeños los reservó para los frutos secos. Los colocó en fila, bien pegados a la pared del fondo del armario, formando una línea visual ordenada y muy cómoda de mantener. Esta ubicación hace que sean accesibles sin mover nada y que no ocupen espacio útil en la parte frontal.
Sigue toda la información sobre decoración, orden, limpieza y buenas compras en el perfil de Cosas de Casa en Facebook y también en el canal de Cosas de Casa en WhatsApp. ¡Te esperamos!
Los alimentos secos sobre una bandeja giratoria
Los tarros de cristal más grandes los colocó sobre uno de sus productos favoritos para organizar: una bandeja giratoria de madera. Para Vanesa, esta pieza es una joya para cualquier despensa, sobre todo si el acceso al fondo de los armarios es complicado. Basta con girarla para encontrar lo que necesitas, sin tener que sacar otros tarros ni crear desorden. Ideal para productos más pesados o voluminosos.