Cambiar el suelo siempre ha sido considerada como una de las reformas más engorrosas y molestas de hacer en la casa debido a la cantidad de escombros, suciedad y ruidos que genera. Y no solo eso, sino que, además, también afecta a la habitabilidad de los espacios, ya que los suelos no se pueden ni utilizar ni pisar mientras duran las obras.
Pero, como todo en el mundo del diseño de interiores, los suelos también han ido evolucionando para adaptarse a nuestras necesidades y, por eso, se han ido creando nuevas soluciones que permiten cambiar los pavimentos con inmediatez, limpieza y sin necesidad de levantar el suelo viejo, puesto que se colocan encima del mismo de diversas formas. Aquí te dejamos 5 ideas bonitas, prácticas y elegantes.
1. Apuesta por el parqué flotante
La primera idea que queremos enseñarte para cambiar el suelo de casa sin hacer obras se trata de las tarimas de parquet flotante tipo clic, es decir, que vienen con perfiles machihembrados que encajan entre sí.
Estas tarimas están disponibles en el mercado en espesores de entre 9 y 16 mm y, además, cuando las compras, también incluyen la lámina plástica aislante que se pone entre el solado y el pavimento nuevo (de ahí que reciba el nombre de "flotante"). Lo mejor del pavimento de parquet flotante es que, además de que va colocado encima del suelo viejo, su sistema de montaje es muy rápido y se puede hacer por fases.
Con un suelo de vinilo parecerá que tengas parqué sin necesidad de hacer obras.
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2. Un suelo vinílico
Otra alternativa muy en tendencia ahora mismo es el suelo de vinilo, también conocido como suelo vinílico. El vinilo es un material muy resistente, con muy buenas propiedades aislantes acústicas e hipoalergénico. Se puede encontrar disponible en varios formatos como lama, loseta o rollo y encolado o tipo clic. Se suelen usar cuando se desea colocar un suelo que aporte calidez y que imite a la madera natural, aunque también hay vinilos imitación hormigón, piedras, tejidos, etc.
3. Cerámica en seco
El suelo cerámico de colocación en seco se trata de baldosas colocadas en una matriz de plástico que forma la base y las juntas de la unión, lo que elimina la necesidad de usar material adhesivo para unirlas. La cerámica en seco es un pavimento que viene muy bien para aquellas reformas de suelos que necesitan una puesta rápida, como oficinas o locales comerciales, aunque también están introduciéndose en los hogares cada vez con más frecuencia.
4. Suelo de microcemento
Los suelos de microcemento son revestimientos continuos de cemento con un mínimo de espesor y con una excepcional adherencia que permiten su aplicación sobre una gran variedad de materiales diferentes, desde mármol, azulejos, hormigón, revoque, etc. Además de suelos, los revestimientos de microcemento también pueden usarse para recubrir paredes, lavabos, encimeras, bañeras, etc.
El linóleo se lleva usando hace más de 150 años. Es biodegradable y fácil de colocar.
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5. Con linóleo
Aunque no te suene y nunca antes hayas escuchado su nombre, resulta que el suelo de linóleo se lleva usando hace más de 150 años en aquellos hogares más ecológicos. Se trata de un material natural que se fabrica con materias primas sostenibles como el aceite de linaza, la harina de madera y el yute.
Además, el linóleo es biodegradable, lo que significa que puede desecharse al final de su vida útil. Aunque se solía necesitar la ayuda de un profesional para su instalación, ya que se colocaba como pavimento continuo, ahora también está disponible en formato losetas de fácil colocación para que puedas tú mismo colocarlo en casa sin muchas complicaciones.