Anne Simmons, limpiadora en el Palacio de Buckingham: “Usaba agua destilada para que los cristales de las ventanas quedaran perfectos”

La lluvia, la contaminación, la suciedad del exterior, la acumulación de polvo, los dedos que ponemos por descuido cuando vamos a abrir las ventanas, los insectos... son algunos de los factores que hacen que nuestros cristales se ensucien y, cuando llega el momento de limpiarlos, es todo un reto. La necesidad de utilizar determinados productos o técnicas, así como la de emplear cierta destreza para que queden bien, se suma a la dificultad para acceder a determinadas zonas y a una actitud negativa pensando que nos van a quedar mal limpios, desmotivándonos por completo a la hora de limpiar los cristales.

Y es que, cuando pensamos en unas ventanas limpias, nos imaginamos las de los grandes palacios, impecables, relucientes, que dejan pasar perfectamente el sol y la luz, creando reflejos bonitos... pero, también asociamos esa limpieza a productos costosos y profesionales con mucha experiencia. Sin embargo, una limpiadora del palacio de Buckingham desveló que, con tan solo un ingrediente que, probablemente, todos tengamos en casa, podremos dejar como nuevas nuestras ventanas. ¡Descúbrelo! 

Cómo lograr que nuestras ventanas queden como las de un palacio, según una experta

Anne Simmons, experta en limpieza y trabajadora en el icónico palacio de Londres durante diez años, desvela que su truco para limpiar los cristales "costaba menos que una taza de té", así lo cuenta la revista 'The Sun', según una entrevista que la experta dio a 'Plates Express'. En ella, la limpiadora contaba que, cuando trabajaba en el palacio de Buckingham no tenía margen de error a la hora de limpiar las ventanas.

"Las ventanas tenían que quedar perfectas, sin rayas ni marcas", aseguraba al medio, dejando claro que era todo un reto conseguirlo porque "tampoco se nos permitía usar productos químicos agresivos", cuenta la experta. Ante esta dificultada, Anne Simmons explica que tuvo que buscar su propio método para limpiar los cristales y que el agua destilada se convirtió en su mejor aliada.

Sin minerales, ni impurezas, este ingrediente marcó un antes y un después a la hora de limpiar los cristales del palacio, según explica Simmons: "Siempre tenía una jarra de agua destilada a mano. Antes de limpiar las ventanas, mojaba el paño con ella. Marcó una gran diferencia en la limpieza: las ventanas quedaban sin marcas ni residuos aceitosos”, concluía la experta.

El agua destilada es perfecta para limpiar cristales porque, al estar libre de todo tipo de impurezas, no deja residuos minerales en ellos, logrando un resultado perfecto y pulido, sin tener que frotar demasiado y asegurándonos de que no se raya la superficie, ni tampoco se altera la naturaleza de los cristales más delicados.

¿Qué otros usos podemos darle al agua destilada en el hogar?

Para las planchas de vapor

 Utilizar agua destilada en vez de agua del grifo a la hora de planchar, impedirá la acumulación de residuos de cal y de sarro en los depósitos de la plancha evitando, de esta forma, que la ropa quede con manchas y prologando su vida útil.

Para las cafeteras y las teteras

Lo mismo ocurre con los depósitos de estos pequeños electrodomésticos donde, además de evitar la acumulación de sarro, lograremos que nuestras bebidas sean mucho más saludables, sin riesgos de contaminación. Además, así conseguiremos que estos aparatos duren mucho más tiempo y lo hagan en buenas condiciones.

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Para los humidificadores

Aplicando agua destilada a estos aparatos, conseguiremos mantenerlo limpio, impidiendo que los minerales se acumulen en él y, por tanto, que por el aire de nuestro hogar floten algunas partículas de cal.

Para limpiar pantallas

Las pantallas de los ordenadores, de las tablets, de la televisión y el resto de dispositivos sensibles de nuestro hogar, quedarán mucho más limpias si les pasamos un paño con agua destilada, ya que ni deja residuos ni les causa daños.