Cada vez que pasamos mucho tiempo fuera de casa o hacemos cambio de armario, tenemos el mismo miedo: que las polillas se hayan apoderado de nuestra ropa. Estos insectos no solo destrozan la ropa royendo su tejido, también generan mal olor en el armario. Por eso es vital evitarlas y, en caso de que las tengamos, ahuyentarlas lo antes posible. Te contamos algunos trucos caseros para que luches contra estos inquilinos tan indeseados.

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Las polillas se sienten atraías por la humedad y la suciedad, limpia tu armario para mantenerlas a raya. 

RBA

¿Por qué tenemos polillas en casa?

Las polillas son unos insectos de la misma familia que las mariposas que se alimentan de las fibras textiles y se sienten atraídas por la humedad y la suciedad. Por eso es tan importante tener el armario limpio y ventilado, para que no aniden allí.

Las polillas siguen un proceso de metamorfosis similar al de las mariposas y pasan fases de huevo, larva, crisálida y, finalmente, polilla. Se estima que cada polilla puede llegar a poner entre 50 y 150 huevos cada temporada. 

Se alimentan de fibras orgánicas como la lana, la seda o el cachemir, por eso, además de encontrarlas en los armarios, también pueden estar en alfombras o cortinas. En general, viven bien en espacios oscuros y con la humedad alta. 

¿Qué hacer si tienes polillas?

Si detectas alguna prenda con los típicos agujeros de las polillas, no la frotes, ya que las larvas se podrían extender. Tendrás que tirar esa prenda y limpiar bien el resto de ropa.

Para que sus larvas no proliferen, debes lavar la ropa a la máxima temperatura que admita (mira la etiqueta). Y eso no es solo para las prendas de vestir, también para la ropa de cama, toallas, ropa interior... Lo ideal sería pasarla también por la secadora (la que pueda ir) para eliminar totalmente la posible presencia de huevos de polilla. 

En general, es muy importante asegurarse de que la ropa esté seca y limpia completamente antes de guardarla en el armario. 

Ventilar con frecuencia el armario y limpiarlo, es otra rutina que mantendrá las polillas a raya. Además, si colocamos mosquiteras en nuestra casa, también evitaremos que entren.

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El olor a lavanda es desagradable para las polillas. Haz saquitos de olor con ellas o rocía su aceite esencial. 

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¿Cómo prevenir las polillas?

Aunque son conocidas por su capacidad para ahuyentarlas, las bolsas de naftalina resultan perjudiciales para la salud porque contienen químicos, así que es mejor evitarlas, puedes recurrir a otros productos que encuentras en el mercado, como pinzas o bolsas antipolillas, o bien recurrir a remedios más naturales.   

Efectiva lavanda

La lavanda es el mejor aliado para espantarlas porque las polillas odian los olores intensos. Podemos crear saquitos con lavanda seca o también poner unas gotas de aceite esencial de lavanda en agua y pulverizarlas en el armario, como si fuera un ambientador.

Piel de cítricos

Son otro remedio infalible contra las polillas. Podemos hacer lo mismo que con la lavanda con la piel de los cítricos y ponerlos en saquitos de tela. Nos ayudarán a aportar frescura a nuestro armario y dejar un olor muy agradable una vez que se sequen. Cuando pierdan intensidad, tendrás que reponerlos. 

Tucos para ahuyentar polillas

Para ahuyentar las polillas puedes poner discos de madera de cedro en armarios y cajones. 

El Mueble

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El olor a cedro

El cedro también es eficaz, podemos echar un poquito de su aceite en un recipiente y colocarlo en el armario, diluir unas gotas del mismo en agua y echarlas con un difusor o también colocar trozos de la corteza entre la ropa.

Unas hojitas de laurel

El laurel es otra de las plantas que nos ayudarán a luchar contra las polillas. Podemos colocar sus hojas en los cajones y así no solo protegeremos nuestra ropa, también preservaremos el buen estado de los muebles.

Clavos de olor

Los clavos de olor, por último, desprenden un olor desagradable para los insectos y son perfectos para ahuyentar todo tipo de plagas. Puedes envolver varios en un trapito y colocarlos en el armario para que a ningún insecto le queden ganas de entrar en él.