A pesar de que nos gustaría dedicar más tiempo a las tareas del hogar, muchas veces vamos con prisas y, ¿para qué negarlo? Limpiamos con la primera herramienta que pillamos. Son muchas las ocasiones en las que damos el mismo uso a la mopa y a la fregona, a pesar de que sus funciones son bien distintas. La experta en limpieza del hogar Pía Nieto nos cuenta cómo debemos utilizar cada una y nosotras te recomendamos que sigas sus consejos.
Consejos de experta para limpiar con mopa o fregona
Aunque ambas sirven para limpiar el suelo y confundirlas es un error súper común, debemos saber que la mopa y la fregona no son lo mismo y sirven para tareas muy distintas. Pía Nieto (@piaorganiza) nos habla sobre la compleja dicotomía entre estas dos herramientas, para aclararnos los usos que debemos dar a cada una de ellas.
En primer lugar, nos habla de su diseño y de cómo este influye en su función. Nos explica que, mientras que la fregona tiene un palo largo y una cabeza formada por tiras anchas y largas de algodón, sintético o microfibra, la mopa es más plana y ancha y, su material, ya sea sintético, microfibra... atrae el polvo.
Cuando usar la mopa
Pía Nieto explica que la mopa es perfecta para la limpieza en seco de superficies que no estén extremadamente sucias, aunque también puede usarse en húmedo para esas manchas difíciles de quitar. Para acabar con ellas podemos ayudarnos de un spray de agua y un poco de jabón neutro, por ejemplo. Además, nos explica que, en función de su composición, las mopas pueden usarse para uno u otro suelo:
- Si es de microfibra: la mopa se utiliza en suelos de piedra natural, pulidos, madera, parqué, gres, porcelana, lisos y de baldosa para evitar que se acumule suciedad entre las juntas.
- Si es de algodón: para suelos más duros y rugosos, de pizarra, baldosa hidráulica, baldosa catalana u hormigón, entre otros.
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Así debes usar la fregona
Por otro lado, la experta nos cuenta que la fregona es la herramienta más indicada para limpiar los suelos húmedos, pero incide en la importancia de escurrirla bien antes de pasarla por el suelo. Si hay manchas, Pía Nieto nos recomienda apostar por una fregona de microfibra porque absorbe más y nos ayudará a eliminarlas de forma más cómoda. No obstante, explica que si son manchas complicadas, como sangre o aceite, es mejor retirar el exceso con un papel antes de pasar la fregona.
En cualquier caso, Pía Nieto insiste en que, cuando acabemos de utilizarlas, las herramientas deben quedan limpias: la mopa sacudida y la fregona seca, para evitar que huela a humedad.