Cepillo de dientes para limpiar la lavadora

El cepillo de dientes coge infinidad de bacterias al cabo del día y el agua oxigenada es la mejor aliada para desinfectarlo.

El Mueble

ADIÓS, BACTERIAS

Las expertas lo afirman: "El agua oxigenada es mano de santo para desinfectar tu cepillo de dientes y evitar gérmenes y bacterias"

El cepillo de dientes acumula infinidad de bacterras que debemos eliminar, por cuestiones higiénicas y de salud y te contamos el truco más sencillo para hacerlo.

Aunque no sea demasiado agradable leerlo ni escribirlo, el cepillo de dientes es uno de los principales focos de gérmenes y bacterias de nuestra casa. La suciedad ambiental (que no nos podemos ni imaginar toda la que hay en el cuarto de baño), los gérmenes del entorno, la humedad, la falta de limpieza profunda, los restos de pasta de dientes y de comida... son algunas de las causas que hacen que en nuestros cepillos se cree el perfecto caldo de cultivo para que afloren todo tipo de bacterias que, sí, terminaremos llevándolos a la boca si no desinfectamos bien.

Las expertas Julia y Natalia (@organiza_de_diez) tienen claro que el agua oxigenada es la mejor aliada a la hora de limpiar los cepillos de dientes y nos cuentan el proceso que debemos hacer para desinfectarlos correctamente y lograr que el cepillado sea una tarea verdaderamente higiénica. ¡Toma nota!

El truco de experta para desinfectar el cepillo de dientes

Julia y Natalia (@organiza_de_diez) son expertas en limpieza del hogar y nos cuentan que "Aunque usemos el cepillo de dientes a diario, muchas veces olvidamos que también necesita su limpieza. Con el tiempo, acumula restos, humedad y... sí, ¡bacterias!". Nos revelan el truco definitivo (y más sencillo) con el que podremos desinfectar nuestro cepillo de dientes, logrando que los gérmenes no se acumulen en él en exceso.

 

 

Debemos coger un recipiente en el que quepa bien el cabezal del cepillo de dientes. "Cuanto más pequeño sea, mejor", aclaran las expertas. Ellas utilizan un vaso y lo llenan de agua oxigenada hasta que se cubre todo el cabezal. Después, lo dejan unos 15 minutos de reposo y lo enjuagan bien bajo el chorro del agua. "Ya tienes tu cepillo listo. Él y tu boca te lo agradecerán", cuentan.

Y es que el agua oxigenada es la mejor aliada para limpiar los cepillos de dientes porque cuenta con propiedades desinfectantes y antisépticas que consiguen matar todas las bacterias y los gérmenes que hay en ellos. Sin embargo, debemos ser precavidas con su uso y realizar esta limpieza tan solo de forma puntual, ya que este ingrediente puede causar irritaciones en nuestras encías y, además, debilitar el esmalte de nuestros dientes. 

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Otros trucos para desinfectar el cepillo de dientes

Aunque este tip de las expertas es tan práctico como rápido, te contamos algunos otros trucos caseros con los que también conseguirás terminar con todas las bacterias y los gérmenes de tu cepillo de dientes.

Cepillo de dientes

Es vital limpiar con agua fría el cepillo de dientes tras cada uso para que las bacterias no se vayan acumulando en él.

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  • Con agua hirviendo. Tan solo tendrás que sumergir en ella tu cepillo durante un minuto e, inmediatamente, aclararlo con agua fría y dejarlo que se seque al aire.
  • Con enjuague bucal. Esta fórmula contiene ingredientes antisépticos, como el cloruro de cetilpiridinio o el flúor, que matan cualquier microorganismo que tengamos tanto en la boca como en el cepillo de dientes. 
  • Con vinagre. Además de ser un básico en el mundo de la limpieza, contiene propiedades antimicrobianas (como ácido acético) y una acidez que dificulta el crecimiento de las bacterias en nuestro cepillo de dientes.
  • Con bicarbonato de sodio. Este ingrediente está formulado con propiedades antibacterianas y, además, cuenta con infinitas propiedades que rompen las biopelículas de las bacterias. 

Con estos tips y una limpieza regular de tu cuarto de baño y del bote de los cepillos de dientes, lograrás tenerlos desinfectados y limpios. No obstante, es crucial que seas consciente con su cuidado, que lo limpies bien con agua después de cada uso, lo dejes secar al aire y, sobre todo, que no lo compartas con nadie, ya que eso sí que será un auténtico foco de bacterias para tu boca.