Ni lejía ni amoníaco, esta fruta que tienes en la cocina dejará tus suelos impecables y con buen olor

Independientemente de la estancia de nuestro hogar en la que nos encontremos, el suelo es el principal foco de infecciones y, por tanto, debemos ser muy constantes con su limpieza. Si pisamos calzadas por él, con los zapatos de la calle, extenderemos infinidad de microorganismos y, si lo hacemos con las zapatillas de estar en casa, llevaremos la suciedad de una parte a otra, por eso es vital que, además de limpiarlo, lo desinfectemos.

Llegado a este momento, tendemos a pensar que los limpiadores más abrasivos, como la lejía o el amoniaco, serán las soluciones más efectivas para lograrlo, aunque no reparamos en todo lo que puede suponer para nuestra salud. No solo dejará un olor fuerte, también pueden irritar los ojos o causar cualquier otra afección cutánea, por eso es vital optar por soluciones naturales, con menos químicos perjudiciales, un olor más agradable, un impacto menos negativo en el medioambiente... pero el mismo poder desinfectante. ¿Quieres saber cuál es el ingrediente estrella para conseguirlo?

El ingrediente estrella para limpiar el suelo sin químicos

Ni vinagre, ni bicarbonato de sodio... el ingrediente ideal para desinfectar nuestros suelos es el limón que, aunque es un básico en infinidad de recetas y bebidas, también es un buen aliado natural en el mundo de la limpieza. Este cítrico tiene inmensidad de propiedades a la hora de limpiar nuestra casa, desde eliminar bacterias hasta neutralizar olores, dejando un rastro de limpieza y frescura que apenas consiguen igualar los productos químicos.

A la hora de limpiar el suelo con limones, tan solo tendremos que exprimir el zumo de dos piezas y echarlo en un litro de agua. Lo mezclaremos bien y, con la ayuda de una fregona de microfibra, que es la que mejor absorbe la suciedad sin dejar pelusas, la pasaremos por todo el suelo. Eso sí, debemos evitar empaparla demasiado, ya que la humedad excesiva puede dañar nuestros suelos. Después, deja que se seque bien el suelo antes de pisarlo, para que el aroma del limón se impregne en él y desprenda esa frescura que tanto lo caracteriza.

¿El resultado? Un espacio mucho más limpio y saludable, con un ambiente agradable, sin olores fuertes ni residuos químicos. Este truco es perfecto para cualquier tipo de suelo, excepto aquellos que, como el mármol, son demasiado sensibles a los químicos agresivos. Si queremos potenciar el poder limpiador y desinfectante de este ingrediente, además, podemos añadir una cucharada de vinagre blanco a nuestra disolución, que nos ayudará a eliminar la grasa y las manchas más resistentes.

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¿Qué debo tener en cuenta antes de fregar el suelo?

Para que nuestro suelo quede verdaderamente y desinfectado cuando lo fregamos, el primer paso es limpiarlo en seco, ya sea con la mopa, la escoba o la aspiradora, en función de la suciedad que tengamos. Debemos quitar el polvo y cualquier partícula que haya en él antes de mojarlo, ya que, si no, la fregona solo moverá esa suciedad de un lado a otro.

Además, si nunca antes has probado con el limón en tus suelos, no conoces demasiado bien sus características, son delicados o tienes dudas sobre si son o no compatibles con soluciones ácidas, es fundamental hacer una prueba en una esquina poco visible, para asegurarnos de que conseguiremos un buen efecto al limpiar con él. No obstante, si utilizamos este truco con demasiada frecuencia, hay algunos materiales que, con el paso del tiempo, pueden terminar reaccionando mal a los cítricos.

Siguiendo estos consejos, realizando limpiezas puntuales en tu hogar e insistiendo en esas zonas que más se ensucian (como la cocina, la entrada o el pasillo de nuestra casa), veremos que, además de mantenerse más limpio, nuestro suelo brillará sin necesidad de ceras ni de abrillantadores artificiales.