El sencillo truco para limpiar los azulejos de la cocina que no necesita ni lejía ni abrillantador

A pesar de que los limpiamos cada vez que cocinamos (o, al menos, deberíamos) los azulejos de la cocina son una de las áreas de nuestra casa que más suciedad acumulan. El polvo, los restos de alimentos y la grasa se adhieren con facilidad a ellos y resulta casi imposible la tarea de limpiarlos.

Hemos encontrado el truco casero, sencillo y económico de tan solo dos ingredientes con el que podrás dejar como nuevos tus azulejos. Es ecológico, por lo que no es tan agresivo como la lejía o los abrillantadores, y dejará como nuevos tus azulejos: brillantes, pulidos y perfectos.

El truco casero para limpiar los azulejos de la cocina

Para limpiar de forma eficaz los azulejos de la cocina, necesitamos hacer una mezcla con dos de los ingredientes más utilizados en la limpieza casera: el limón y el bicarbonato de sodio. Él acido que suelta el zumo del limón tiene la capacidad de descomponer las grasas, mientras que el bicarbonato actúa como un abrasivo suave, que termina hasta con las manchas más resistentes. 

A la hora de preparar los ingredientes necesitamos 2 cucharaditas de bicarbonato de sodio (unos 30 gramos), el zumo de un limón y una taza de agua tibia. Con los ingredientes seleccionados, debemos hacer una pasta espesa con el bicarbonato y el limón, aplicarla en los azulejos y dejarla actuar durante unos 15 minutos. Pasado este tiempo, lo aclararemos con agua tibia y la ayuda de una bayeta o estropajo.

Con esta mezcla no solo conseguiremos eliminar la grasa de los azulejos, también podremos limpiar otras superficies como los suelos, los cuartos de baño y también eliminar manchas de moho. 

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 Otros trucos para limpiar azulejos

• Con vinagre. Este ingrediente es un gran aliado en la limpieza del hogar por su capacidad para eliminar la cal y la grasa y también para desinfectar superficies. Debemos mezclarlo con agua en un pulverizador, a partes iguales, aplicar sobre los azulejos y dejarlo que actúe durante unos minutos, para que descomponga la grasa, antes de frotar con la ayuda de agua y una bayeta/estropajo. 
• Con lavavajillas. El jabón que utilizamos para lavar los platos también nos puede ayudar a eliminar la grasa de los azulejos, aplicándolo sobre una esponja húmeda y frotándolos con esmero. Es un método útil para manchas recientes, que no llevan demasiado tiempo adheridas a la superficie. Además, para eliminarlo bien, debemos terminar con agua caliente.

• Con desengrasante profesional. Es una opción a la que podemos recurrir cuando estamos ante manchas muy antiguas o queremos una limpieza más profunda de las superficies, ya que están diseñados específicamente para descomponer manchas persistentes. A la hora de emplearlo, debemos leer bien las instrucciones del producto y asegurarnos de tomar todas las medidas de seguridad correctas, como utilizar guantes para que no se irriten nuestras manos y ventilar bien la superficie, para que no se acumulen los químicos en nuestro hogar.

Con estos trucos conseguirás dejar tus azulejos limpios, sin grasa y brillantes, dando un extra de frescura a tu cocina.