El lavadero es una de las estancias más desordenadas de la casa. El traqueteo de la ropa sucia, los productos de limpieza y los utensilios para quitar las manchas son los factores principales por el que este espacio suele ser un caos. Sin embargo, ya nos hemos cansado de que esta situación sea siempre así y hemos recurrido a nuestra experta de confianza para arreglarlo:Marie Kondo. 

La profesional japonesa ha transformado un lavadero que era un desastre en uno completamente renovado gracias a su método infalible KonMari, una de las doctrinas en orden más seguidas de todo el mundo. En este espacio, Kondo solamente ha aplicado 5 pasos para qué todo esté en su sitio y se pueda desarrollar la tarea de la colada con completa normalidad. Si se sigue la fórmula paso a paso, la colada nunca más será un drama. 

El antes y después de este lavadero con la transformación del método KonMari 

Antes lavadero Marie Kondo

El orden previo del lavadero estaba caracterizado por el descuido y el caos. 

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ANTES: todo por el medio y sin una estrategia ordenada 

El desorden reinaba en este lavadero. El detergente, la lejía y los diferentes productos no tenían asignados un lugar concreto en este espacio, por lo que se dejaba en cualquier rincón. Lo primero que hizo la organizadora fue coger todos esos objetos voluminosos y de muchas cantidades, y guardarlos en cajas que no estuvieran a la vista. De esta manera, ha conseguido mermar la presencia de bártulos innecesarios. 

Por otro lado, la elección de estas cestas y baúles no se ha hecho a la ligera. Marie Kondo ha sido muy cuidadosa en la forma y el tamaño de cada una de ellas. El truco para que todo esté en armonía y no haya muchos contrastes, es situar piezas que tengan la misma silueta y con una capacidad parecida. Para que no ocupara mucha superficie, ha aprovechado el espacio disponible de las baldas. 

Después del lavadero de Marie Kondo

Con un simple cambio de organización, esta estancia ha ganado metros disponibles. 

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DESPUÉS: reestructuración del espacio 

Otra de las cosas que ha tenido en cuenta la profesional en orden es la utilidad de los productos típicos de la estancia. Aquellos artículos que se hacen menos empleo de ellos los ha colocado en el estante de arriba con el objetivo de que no ocupe el sitio con más potencial del lavadero. En cambio, para los que son más necesarios, ha habilitado la balda que está justo a la altura de los ojos para que estén a la vista y tengan un fácil alcance. 

Estos elementos de sujeción son los principales factores por el que la organización del espacio es más sensata. Se ha aprovechado el muro con tal de que el suelo tenga más metros disponibles para moverse. Para que el dueño de la casa de esta estancia pudiera llegar a todos los puntos de los estantes, Kondo decidió cambiar su posición un poco más abajo. Son muy versátiles a la hora de adaptarlos a la altura de cada persona y su transformación se puede hacer en cuestión de minutos. 

 

Una de las cosas que caracteriza al método KonMari es la distinción de las diferentes clases de objetos. Sin embargo, Kondo rechaza la opción de poner papeles coloridos para distinguirlos y decide retirarlos. La apariencia del espacio se ve mucho más nítida y no distrae la atención de las tareas.