Una práctica decorativa muy común en estos días es tener en el dormitorio principal una silla. No es una mala idea si la usas para la función que te ofrece, es decir, tener un rincón de relax en tu lugar de descanso para, por ejemplo, leer un libro antes de irte a dormir o simplemente como decoración.
El problema está en usar esa silla como perchero, es decir que, cada vez que te quites una prenda de vestir que puedes usar otra vez, la dejas en la silla y vayas acumulando ropa, y más ropa, y más ropa. Para evitar que la silla del dormitorio se convierta en un perchero y que tu lugar de descanso esté desordenado y hecho un caos, el creador de contenidos @soyamodecasa ha compartido una serie de consejos muy prácticos.
Cómo evitar que la silla del dormitorio se convierta en un perchero
Con respecto a la silla del dormitorio, @soyamodecasa lo tiene claro: si su única función es la de amontonar ropa, vamos mal ya que el único uso que debería tener esa silla es de la servirnos como asiento para sentarnos a leer relajadamente un libro o, como mucho, como adorno decorativo.
Por eso, para evitar usar la silla del cuarto como perchero, ha creado el siguiente vídeo con unos consejos muy prácticos:
Para que te sea más fácil llevarlos a la práctica, te dejamos por escrito todos los consejos de @soyamodecasa para evitar usar la silla del dormitorio como perchero:
- Ten un cesto para la ropa sucia, de esta forma, evitarás tirarla al suelo o dejarla encima de algún mueble como la silla. Colócalo donde te sea más funcional, por ejemplo, en el lavadero (si tienes) o en el cuarto de baño.
- Dobla y guarda la ropa limpia que quites del tendedero al momento o lo antes posible. Además de evitar que la dejes sobre la silla mal puesta, también conseguirás que se arrugue menos o que se vuelva a ensuciar sin ni siquiera haberla usado.
- Aprovecha los espacios verticales, como los de las paredes, para colocar un perchero para los abrigos o la ropa que te has puesto una vez. Eso sí, ten cuidado con no pasarte con la cantidad, no acumules prendas de más porque no queremos que este perchero termine haciendo la función que estamos evitando en la silla.
- Si aplicas el método de doblado vertical, muchas de estas prendas que pueden ser usadas una vez más puedes meterlas en huecos libres, y a la vista, que te queden dentro del armario, como el espacio entre las cajas de almacenaje y las paredes interiores.
- Si en el armario tienes sitio suficiente, puedes dejar un estante o un cajón vacío exclusivamente para guardar estas prendas que puedes usar de nuevo.
- Si, por el contrario, escaseas de espacio en el armario, puedes volver a colgarlas dentro pero en una percha y del revés para diferenciarlas de las que están limpias.
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Busca un sitio adecuado para la ropa que ya te has puesto, pero no está sucia. Lavarla demasiado a menudo es contraproducente.
Canva
¿Por qué no es recomendable lavar la ropa con tanta frecuencia?
Aunque pensemos que lavar la ropa después de cada uso es una práctica de higiene esencial, no es así, de hecho, tiene efectos negativos tanto para las prendas como para el medio ambiente. Para que te hagas una idea, lavar la ropa con demasiada frecuencia puede ocasionar lo siguiente:
- El lavado frecuente de la ropa desgasta las fibras textiles, lo que reduce la vida útil de las prendas. Esto no solo afecta a su apariencia, sino que también implica un gasto económico adicional a largo plazo al tener que reemplazar la ropa más a menudo.
- El uso excesivo de agua y energía en los ciclos de lavado tiene un impacto medioambiental negativo, ya que cada carga de ropa requiere litros de agua y electricidad, contribuyendo al agotamiento de recursos naturales y al aumento de las emisiones de carbono.
- Los detergentes y suavizantes, aunque sean biodegradables, pueden liberar microplásticos y sustancias químicas al sistema de aguas residuales, afectando a la calidad del agua.