Aunque la situación ideal sería guardar las toallas en el cuarto de baño y las sábanas en una cajonera o, muchísimo mejor, tener un armario en casa especial para la ropa blanca, no todas las casas corren con esta suerte por falta de espacio. Cuando no es posible tener lo anterior, la mejor opción que se nos presenta para guardar las sábanas y las toallas es hacerlo en el canapé de la cama. Pero no se pueden almacenar de cualquier forma, hay que tener en cuenta una serie de consideraciones que, a continuación, Cristina de @orden_y_espacios nos las explica.

Trucos de experta para guardar sábanas y toallas en el canapé

Cristina (@orden_y_espacios) es una organizadora profesional que utiliza el poder de las redes sociales para difundir sus mejores consejos y trucos para ordenar y mantener ordenada la casa. De los últimos que ha compartido, nos ha parecido muy útiles su forma de guardar sábanas y toallas en el canapé de la cama:

Aquí te dejamos los 3 trucos de Cristina para guardar sábanas y toallas en el canapé y completamos su listado con un par de ellos más que son igual de prácticos:

1. No uses cajas de plástico

Aunque las cajas de plástico puedan parecer una buena opción para guardar sábanas y toallas en el canapé, no son nada recomendables, ya que el plástico es un material que no permite una correcta circulación del aire, lo que podría ocasionar acumulación de humedad y malos olores. Además, las cajas de plástico suelen generar electricidad estática, lo que atrae polvo y pelusas, afectando la limpieza de tus textiles.

En su lugar, opta por bolsas o cajas de algodón o poliéster con cremallera y preferiblemente con rejillas de ventilación para que el aire circule y ayude al mantenimiento correcto de estos textiles de la casa. Además, las bolsas de algodón o poliéster suelen ser flexibles, lo que facilita aprovechar mejor el espacio disponible en el canapé, ya que se adapta a su forma sin dejar huecos desaprovechados.

00568236 Canapé de debajo de una cama abierto

Guarda sábanas y toallas en cajas de tela colocadas a pie de cama. 

RBA

2. Colócalas pegadas al pie de la cama

Lo más práctico es poner los contenedores que uses para guardar las sábanas y toallas en la zona del canapé que esté más pegada al pie de la cama. Al ser textiles del hogar de uso frecuente, te será mucho más fácil y cómodo cogerlos si los tienes a la vista y a buen alcance de las manos nada más levantar la tapa del canapé. Este truco de orden también te ayudará a mantener el resto del espacio bien organizado.

Otra buena práctica sería usar organizadores o separadores dentro del canapé para que cada tipo de textil tenga su lugar. Por ejemplo, podrías reservar un lado para sábanas y otro para toallas, de manera que todo esté clasificado y te sea aún más fácil encontrar lo que necesitas.

3. Usa un ambientador para los malos olores

El canapé no deja de ser un espacio cerrado que no se ventila, así que es muy común que en él se concentren bacterias, ácaros y otros microorganismos que, muy a nuestro pesar, desprenden malos olores. La propuesta de Cristina es que metamos dentro del canapé algún ambientador, incluso, recomienda que nos creemos el nuestro propio metiendo en una bolsita pequeña de tela un puñado de arroz para que absorba los olores.

Para perfumar el interior del canapé, puedes añadir unas gotas de aceite esencial de tu preferencia, como lavanda, canela o laurel, los cuales también actuarán como repelentes naturales contra los ácaros.

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Saquitos aromáticos

Guarda bolsas de tela con aceite esenciales y arroz en el canapé para evitar malos olores. 

El Mueble

4. Rota los textiles regularmente

A estos trucos de Cristina sumamos otro más que consiste en rotar los textiles con cierta regularidad para evitar que las sábanas y las toallas almacenadas en el canapé adquieran olor a cerrado. También puedes aprovechar para ventilarlas cada vez que cambies las sábanas o toallas en uso.


5. Limpia el canapé periódicamente

El último truco que queremos agregar a los ya dados por la experta en orden es la limpieza del canapé. Para ello, al menos una vez al mes, limpia su interior con un paño húmedo y un producto desinfectante suave. Esto ayudará a eliminar polvo, ácaros y otros residuos que puedan acumularse. Si es posible, ventila el canapé dejando la tapa abierta durante unos minutos para renovar el aire de su interior.