Para poder dormir plácidamente por las noches y disfrutar de un buen descanso nocturno, el estado de la ropa de la cama al acostarnos es fundamental. Por eso, es superimportante que, además de elegirla de un material que sea suave, cálido y gustoso al tacto, también le des unos cuidados y una atención amorosa para que esté en perfecta y puedas descansar. Para ayudarte a conseguirlo te mostramos, a continuación, 5 cosas que sí debes hacer al guardar tu ropa de cama y 5 cosas que no.
1. Sí: Guárdalas en un espacio oscuro y seco
Para alargar la vida útil de tu ropa de cama y, además, poder disfrutar de su suavidad, frescura y aroma a limpio durante más tiempo, es necesario que la guardes en espacio oscuro, seco y donde no haya humedad, como un armario, un cajón o un baúl. Y si puedes tener un armario exclusivo para toda la ropa blanca de la casa, muchísimo mejor.
2. Sí: Guarda las sábanas siempre bien dobladas
Por mucha pereza que te suponga, es importantísimo guardar las sábanas bien dobladas y estiradas, tengas la costumbre de plancharlas o no. Para doblar las sábanas, intenta hacerlo en cuadrados o rectángulos más o menos del mismo tamaño (esta regla se aplica tanto a la sábana bajera como a la encimera).
3. Sí: Solo junto a otros textiles de la casa
Otro punto importante para almacenar la ropa de la cama de manera correcta es guardarla siempre junto a otros textiles de la casa, como toallas o manteles. Eso sí, como le gustaría a Marie Kondo, juntos, pero no revueltos. Es decir, guarda por categorías. Además, también es recomendable guardar las sábanas por juegos completos o cada parte por separado (las sábanas bajeras apiladas, por un lado, por otro las encimeras, por otro las fundas de almohada...).
4. Sí: Usa bolsas de tela como almacenaje
Las sábanas que menos uses, puedes guardarlas en bolsas de tela. De esta forma, mantendrás sus tejidos resguardados del polvo y con buena transpiración. Si no tienes bolsas de tela, también puedes utilizar la funda de la almohada para introducir la sábana encimera y la sábana bajera.
5. Sí: Mantenerla con olor a limpio
Por último, para poder disfrutar de un sueño placentero y reparador por la noche es primordial que la ropa de cama desprenda siempre un aroma agradable y a limpio. Para que el olor a limpio con el que salen de la lavadora tras el lavado se mantenga en el tiempo, puedes usar agua de plancha y bolsitas aromáticas en el armario donde guardes las sábanas.
6. No: Nunca guardes las sábanas húmedas
Asegúrate de que las sábanas están cien por cien secas cuando las vayas a doblar y a guardar en el armario o en el cajón. Si las guardas húmedas, los tejidos pueden estropearse y desprenderán un fuerte olor a humedad. Recuerda, antes de guardarlas, siempre bien aireadas y secas.
7. No: Lejos de su juego o conjunto
Para que el cambio de la ropa de la cama te resulte fácil y rápido, lo ideal es que guardes juntos cada juego al completo. Nada de guardar la ropa de cama desparejada ni apretujada, los tejidos deben respirar y se arrugarán más.
8. No: Nunca se guardan recién planchadas
Si eres de las que les gusta planchar las sábanas y la ropa de cama, es importante que, después de pasarles la plancha y antes de guardarlas en el armario o en el cajón, esperes unos minutos a que bajen su temperatura y la humedad que hayan cogido se vaya.
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9. No: Nada de contenedores de plástico
Somos partidarias de usar contenedores para guardar la ropa de cama pero, como te comentamos antes, es mejor que estos sean de tela o de tejidos con buena transpirabilidad, como las fibras naturales.
10. No: Adiós a la ropa de cama que no usas
Por último, no acumules ropa de cama por acumular. Échale valor, haz limpieza y descarta todos aquellos juegos antiguos que no usas. Es importante tener el armario despejado para que nos sea más cómodo encontrar todo.