Marie Kondo es una experta en orden del hogar a la que, además de gustarle tener todo bien organizado, también le gusta buscar maneras de respetar el medio ambiente. Por eso, es muy partidaria de la reutilización. En esta ocasión, lo que nos propone es que, antes de comprar nuevos objetos para almacenamiento permanente, revisemos todos los contenedores que tenemos en casa, muchos de ellos podrían reutilizarse para ordenar y organizar nuestras pertenencias. ¡Toma nota de sus ideas e inspírate!

1. Reutiliza las velas usadas

Las velas suelen venir en tarros de cristal con diseño atractivo, así que son más que perfectos para guardar en ellos brochas de maquillaje, lápices, discos desmaquillantes de algodón, llaves, joyas... Sería tan fácil de reutilizar como, una vez la vela se haya consumido por completo, saques los últimos restos de cera del fondo y quites la mecha.

Por ejemplo, puedes dejar el tarro toda la noche en el congelador y, al día siguiente, llenarlo con agua hirviendo. La cera dura se derretirá rápidamente. Por último, limpia bien el tarro de cristal y listo para reutilizar.

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Las velas una vez gastadas se pueden convertir en útiles contenedores. 

RBA

2. También los tarros de comida

Los tarros de vidrio que se utilizan para guardar alimentos como mermelada, miel o encurtidos son excelentes opciones de almacenamiento. Después de frotarlos y quitarles la etiqueta con un poco de limpiador desengrasante, estos tarros con tapa pueden servirte para guardar frutos secos, especias u objetos pequeños como tornillos, cerillas, gomas del pelo, horquillas, etc. Si son botes de vidrio grandes, puedes usarlos para ordenar utensilios de cocina, harina, cereales como arroz... etc

3. Cajas recicladas

Aunque puedes comprar cajas de almacenamiento reutilizables de todos los tamaños y formas, también podrías aprovechar las cajas y paquetes de los envíos que te llegan a casa. Cajas de regalos, de zapatos, de cereales o de pañuelos pueden convertirse en separadores de cajones y organizadores para el armario.

También puedes organizar tus productos de aseo en una caja de zapatos, guardar tus papeles importantes o suministros de oficina en la tapa de una caja de regalo o cortar una caja de cereales en diagonal para almacenar libros y revistas.

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Marie Kondo organiza el interior de los cajones con cajas de zapatos sin tapa. 

Ikea

3. Botes pequeños de productos de belleza acabados

Cuando se te acabe un bote pequeño de algún producto de belleza o cosmético, puedes reutilizarlos como recipientes para productos de aseo cuando te vas de viaje. Puedes rellenarlos de nuevo con champú, acondicionador, gel, crema hidratante, protector solar, etc., y para el neceser de viaje que se van. En función de su tamaño, también te pueden resultar muy útiles a modo de mini joyero, por ejemplo. 

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Busca contenedores decorativos

El último consejo de Marie es que no usemos contenedores con diseños extraños que no nos den la oportunidad de ordenar con cierta armonía. Además, recomienda que nos quedemos con aquellos que te despierten alegría, que te resulten bonitos y que tengan el tamaño perfecto para aquellas cosas que necesites guardar. Verás que, eligiendo tus contenedores para reutilizar de esta forma, te dará un subidón de energía cada vez que los utilices.


¿Por qué es tan importante reutilizar las cosas que ya tenemos?

Dar una segunda vida a los objetos que ya tenemos en casa no solo es una forma creativa de organizar nuestro espacio, sino también un gesto consciente hacia el medio ambiente. Cada día, generamos grandes cantidades de residuos al deshacernos de cosas que, con un poco de ingenio, podrían tener nuevos usos. Reutilizar objetos nos ayuda a reducir nuestra huella ecológica y a ahorrar dinero al evitar la compra innecesaria de nuevos productos de almacenamiento u organización.

En resumen, aprovechar lo que ya tenemos es una manera inteligente y sostenible de cuidar nuestro hogar y el planeta. Nos invita a ser más conscientes de nuestro consumo y a valorar el potencial de los objetos cotidianos, promoviendo un estilo de vida más respetuoso con el entorno y, al mismo tiempo, práctico y económico.