Una despensa es un espacio de almacenamiento que se reserva en las casas para guardar alimentos no perecederos, utensilios de cocina y otros productos esenciales para la elaboración de las comidas. Puede ser un armario, una alacena o, incluso, una habitación específica dentro de la cocina.
Básicamente, la función principal de una despensa es mantener todo lo que en ella se guarda bien ordenado, organizado y accesible, con el fin de ayudarnos a planificar nuestras comidas y evitando los desperdicios. Pero, por muy bonito que suene eso de “tener una despensa ordenada”, la realidad, a veces, es otra muy distinta.
Por eso, Marie Kondo, la experta en orden y organización del hogar más conocida del mundo, también ha dedicado un capítulo especial al orden de la despensa dentro de su método KonMari. En solo 5 pasos, verás lo fácil y gratificante que te resultará ordenar tu despensa, transformándola en un espacio que te inspira a cocinar con más frecuencia y te hará feliz cada vez que abra su puerta.
Paso 1. Deshazte de los alimentos caducados
Cualquier producto o ingrediente que haya pasado su fecha de caducidad y no pueda ser consumido debe eliminarse inmediatamente. Según Marie Kondo, un método ideal para evitar que los alimentos te caduquen es llevar un registro, físico o digital, con las fechas de caducidad de cada uno de ellos. De este modo, podrás controlar fácilmente qué alimentos están cerca de caducar o ya han vencido y decidir descartarlos.
Marie Kondo también dice que, si encuentras en la despensa un lote de productos a punto de caducar, que pongas en práctica lo que ella ha bautizado como "campaña de liquidación de existencias". O lo que es lo mismo: intenta preparar una comida con esos ingredientes antes de que llegue su fecha de caducidad y tengas que desperdiciarlos.
Paso 2. Pregúntate si cocinar con ello te hará feliz
Al imaginar tu estilo de vida ideal en la cocina, pregúntate si cada alimento te aportará alegría. Piensa en recetas de tu abuela o de tu madre que podrías recrear o visualízate disfrutando de los snacks que tienes almacenados antes de decidir qué conservar. Si la respuesta es sí, guárdalos con cuidado. Si no, despídete de ellos con gratitud.
Este es un buen momento para revisar suplementos, proteínas en polvo o suscripciones de productos saludables que compraste de manera compulsiva y nunca consumiste. ¿Te han dado los resultados que esperabas? ¿Serías más feliz sin ellos? Si decides conservarlos, guárdalos de manera que te animen a usarlos y te aporten el máximo beneficio.
Paso 3. Guarda los alimentos en posición vertical y por categorías
Cuando abras un cajón o mires el estante de tu despensa, deberías identificar lo que tienes de un solo vistazo. Una despensa bien organizada te permitirá evaluar tus provisiones en segundos. Para poder conseguir tener a la vista y a buen alcance de la mano, Marie recomienda que, siempre que el diseño del envase te lo permita, guarda los productos en posición vertical y agrúpalos por categorías y subcategorías.
Para que te sea más fácil, algunas categorías básicas pueden ser especias, alimentos secos, carbohidratos secos (pasta, arroz, cuscús, etc.), conservas, dulces, pan, suplementos, etc. Además, para aumentar la sensación de orden y reducir el ruido visual, un consejo de Marie Kondo es pasar todos los alimentos secos a tarros que tengan el mismo diseño.
Paso 4. Organiza también la nevera
La japonesa apunta que la nevera es un lugar que puede ser ordenado sin necesidad de sacar todo fuera. Por ejemplo, puedes hacerlo si también quieres limpiar las baldas, pero el método KonMari no lo exige. Deshazte de salsas o sobres de condimentos que no usas y guarda los más utilizados en un pequeño contenedor para mantener el orden.
Intenta dejar la nevera aproximadamente un 30% vacía para disponer de espacio para las sobras. Sigue la misma regla que en la despensa: guarda los alimentos en posición vertical y por categorías para localizarlos fácilmente. Si devuelves cada producto a su lugar tras usarlo, poco a poco crearás un hábito de organización natural y sin esfuerzo.
5. Paso 5. Reduce, reutiliza, recicla o dona
Por último, Marie dice que si tienes un excedente de alimentos que no puedes consumir, llévalo a un banco de alimentos local o compártelo con un vecino, amigo o familiar. Recuerda también que algunos productos pueden tener otros usos. Por eso, antes de tirar algo, piensa en cómo podrías reutilizarlo. Marie nos da algunos ejemplos:
- Las bolsitas de té verde pueden servir como ambientadores colocadas en lámparas de incienso, pero también para ahumar carnes en barbacoas o, incluso, como popurrí para cajones.
- La pasta o los fideos de colores para repostería fuera de fecha pueden usarse para hacer manualidades con los niños.
Para los alimentos que no pueden reutilizarse, elige la opción más sostenible: recíclalos, compóstalos o deséchalos de manera responsable.