Para ordenar tu cocina lo primero que debes hacer es deshacerte de todo aquello que no usas, está en mal estado o tienes repetido. Una vez tengas claro lo que te quedas debes agrupar los objetos por tipo y establecer un lugar fijo para guardarlos. Aplica la lógica y la practicidad y coloca lo que más usas en las zonas más accesibles y cerca de donde lo vas a utilizar.
Para guardar el menaje
Las gavetas son perfectas para guardar las piezas voluminosas como ollas y sartenes. Usa pivotes para que no se muevan las cazuelas, y coloca las sartenes de lado (evitarás que se rayen). O usa protectores y ponlas unas dentro de otras para que ocupen menos.
Los pequeños electrodomésticos
Si dejas los pequeños electrodomésticos sobre la encimera de tu cocina, la sensación será de completo desorden. Mejor planifica un armario para guardarlos o mételos en un gavetero (los hay específicos para ello que hasta llevan enchufes en el interior).
Los utensilios de cocina
Además de un cajón para los cubiertos, conviene tener otro para el resto de utensilios: varillas, pinzas, abrelatas, cucharas... Ten solo los necesarios y clasifícalos según su función. También puedes guardarlos en cajas o cestos colocados en baldas.
El mejor lugar para tuppers
En una cocina hay muchas cosas que guardar, además de platos, cazuelas o sartenes. Los tuppers, por ejemplo, son una de las cosas que nos suelen traer de cabeza. ¡Siempre acaban desordenados! Para evitarlo, guárdalos unos dentro de otros y organiza las tapas en vertical en un recipiente, por ejemplo.
Y los libros de cocina
Otra cosa a la que hay que buscar un hueco son los libros de cocina. El lugar ideal es una balda cerca de la zona de cocción (con 30 cm de fondo bastará). Guarda también las recetas sueltas en un archivador.
Trapos y delantales
Destina un cajón para guardar en orden los textiles, como manteles, paños de cocina o delantales. Debes tener más a mano solo los más uses: con dos o tres manteles, cuatro paños de cocina, dos delantales y un par de manoplas de horno será suficiente. Los paños, por ejemplo, tendrás que renovarlos a menudo por higiene.
TRUCOS DE LIMPIEZA
- El vinagre es un potente antical. De vez en cuando, pon el lavavajillas vacío con dos cucharadas de vinagre y evitarás la cal
- Si tus sartenes tienen restos pegados, ponlas a hervir con agua y bicarbonato. Saldrá todo y no se rayarán.
El cajón de los cubiertos
Planifica un cajón para los cubiertos y otro para el resto de cosas. Para que estén bien ordenados, lo mejor es poner un separador de bandeja, provisto de compartimentos para colocar cucharas, tenedores, cuchillos...
No hace falta tener muchos servicios para diario, basta con uno por persona que seáis en casa más dos más. La cubertería de las ocasiones especiales (de 12 servicios) guárdala aparte para que no estorbe.
Especias y aceites
Las especias deben estar ordenadas y a mano cuando te pongas a cocinar. Colócalas en una balda en la pared, o dentro de un cajón en un espacio pensado para ellas. Si puedes, pon un módulo extraíble para guardar las botellas de aceite y vinagre (caben en un hueco estrecho de unos 30 cm). En cuanto al vino, consérvalo en la despensa si tienes (debe estar en un lugar fresco, seco y oscuro). Si no tienes, procura ponerlo lejos de fuentes de calor como el horno.
La vajilla de diario
Los platos que usas todos los días deben estar a la vista y en un lugar accesible. Ponlos en un platero, en una vitrina o en compartimentos extraíbles dentro de un armario. Para que te hagas una idea, en 25 cm de alto caben unos 20 platos. La vajilla de fiesta estará mejor en la parte más alta de un armario o en una alacena del salón, si la tienes. Usa contenedores especiales de plástico o tela y no tendrás que lavar estos platos cuando los necesites.
Despensa: así no se te caduca nada
Tener los alimentos en orden en la despensa es fundamental. Evitarás tener que tirar algunos porque se haya caducado y que te falte un ingrediente importante cuando estés cocinando.
Organiza los alimentos por grupos: los esenciales (como arroz, harina, azúcar, pasta, legumbres, etc.), las conservas y los del desayuno (galletas, magdalenas, etc.). Cuando abras un paquete guarda su contenido en un bote transparente y con cierre hermético. Y a la hora de colocar los envases, pon delante los que caduquen primero.
Si no tienes sitio, no acumules muchos paquetes de reserva. Basta con que tengas uno abierto y otro por si acaso. Cuando algo se termine, lo repones y ¡listo!
Otra buena idea es poner estantes adicionales en las baldas de la despensa, por ejemplo con forma de grada, para que puedas ver bien la segunda fila de cosas. Incorpora también un botellero para almacenar las botellas y evitar que se caigan.
En general, guarda abajo los elementos más pesados, como las bebidas, en las baldas más accesibles, los que consumas más a menudo (serían los esenciales) y en las zonas más altas los que sean de uso esporádico.
Antes de hacer la compra es básico que planifiques los menús con antelación. Así sabrás que alimentos necesitas. Revisa la despensa y solo apunta en la lista de la compra los que no tienes.
TRUCOS DE LIMPIEZA
- ¿Has fregado las ollas y cazuelas, pero aún tienen grasa? Frótalas con un trozo de limón.
- Para que tu cristalería quede impecable, sumerge las copas un rato en agua jabonosa y después acláralas en agua con un chorrito de vinagre. Es importante que las seques con un trapo que no suelte pelusas.