Vanesa Travieso es experta en orden y, aunque no tiene una varita mágica para preparar una pócima que consiga que los hijos adolescentes ordenen sus cosas y sus habitaciones, sí que puede hablar como madre y darnos algunos de sus tips para mejorar esta situación en casa y evitar discusiones y disgustos. De hecho, lo ha hecho en su último libro "El poder detrás del orden".
En definitiva, no merece la pena echarles la bronca o recoger sus cosas diez veces al día. Debemos armarnos de paciencia e intentar, poco a poco, ir poniendo en práctica estos 6 trucos de orden para hijos adolescentes recomendados por la propia experta.
Cómo acabar con el desorden de los adolescentes según una experta
Vanesa Travieso lleva más de 10 años ayudando a sus clientes a ordenar sus casas y sus vidas, así que cuenta con un enorme conocimiento sobre orden y organización en los hogares. Incluso, muchas veces, comparte trucos de su vida personal. Por ejemplo, en su último libro "El poder detrás del orden", ha dedicado un apartado especial al desorden de los adolescentes. Como madre de un niño de 14 años en plena adolescencia, estos son los 6 trucos que recomienda llevar a la práctica (el último es su favorito y el más efectivo):
1. Deberían tener menos cosas
Al igual que nos pasa a los adultos, cuando en una estancia de la casa tenemos muchas cosas, es muy difícil de limpiar y de mantener ordenada. Un adolescente tiene en su habitación de todo: papeles, libros, peluches, fotografías, objetos que usan para sus hobbies, el patinete, ropa, muchos pares de zapatos, etc. Cosa que llegan a sus manos, cosa que guardan en algún hueco que aún les quede libre en el cuarto. "Menos cosas, menos desorden", apunta Vanesa en su libro.
Por eso, debemos hablar con nuestros hijos y contarles los inconvenientes que acarrea la acumulación de cosas. Además, debemos incitarlos a hacer limpieza de sus cosas una vez a la semana. Por ejemplo, podrían coger una bolsa de basura una vez a la semana e ir metiendo en ella aquellos objetos que acumulen y no les sirvan, estén estropeados, rotos, etc.
2. Enseñarles a asignar un sitio para cada cosa
Vanesa fue alumna de Marie Kondo y su método KonMari, así que sabe muy bien lo importante que es asignar un sitio para cada cosa. Por ejemplo, si les compramos unos nuevos patines o un nuevo libro, decidir juntos en qué zona de la habitación va a ir colocado. De esta forma, cada vez que lo necesiten, irán a cogerlo y a devolverlo a su sitio asignado en vez de dejarlo tirado por cualquier lado.
3. Ordenar por categorías
Otro punto del método KonMari que Vanesa pone en práctica con su hijo es enseñarle a que la habitación se debe ordenar por categorías. Esto quiere decir que los adolescentes deben dedicar un tiempo específico a ordenar las cosas de una misma categoría (por ejemplo, ropa, libros, materiales de estudio, etc.). Solo cuando terminen de ordenar una categoría, podrán pasar a la siguiente y así sucesivamente.
4. Colgarlo, todo, todo, todo
Otro consejo de la experta en orden para lidiar con el desorden de los adolescentes, es comprar un buen puñado de perchas y enseñarles a colgar la ropa en el armario. Si cogen la costumbre de ir colgando todas sus prendas, poco a poco lo irán asimilando y haciéndolo casi de manera automática en lugar de dejarlas en cualquier rincón del cuarto.
5. Separar la ropa sucia y la limpia
Aunque a los adultos esto nos parezca lógico, los adolescentes no son capaces de verlo por ellos mismos. Por eso, explícales lo importante que es separa la ropa sucia de la limpia y cómo deben llevarlo a cabo, haciendo hincapié en que es algo muy sencillo que solo les llevarán unos segundos y que luego agradecerán.
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6. La regla de oro de Vanesa: la puerta siempre cerrada
Si como padres queremos ganar en salud mental, lo mejor es coger aire, no mirar mucho hacia dentro de la habitación, cerrar la puerta y dejarlo estar. Hay días que podemos echarles una mano con la habitación (puede que estén enfermos, con muchos deberes, etc.), pero esto debe ser algo puntual.
Pero si pasan de todo y esta actitud de pasotismo la van alargando en el tiempo, lo mejor es cerrar la puerta y pensar que esa habitación no es tuya. Según Vanesa, cuando cierra la puerta del cuarto de su hijo y le dice que ella no va a hacerle la cama o que si no recogía no hacía la cena, termina ordenando todo él solito. Prueba este último truco y nos cuentas.