Tener un balcón o una terraza, por pequeños que sean, es un tesoro que cada año se revaloriza más. En función de la zona en la que vivas, los muebles de exterior los puedes usar todo el año, pero es en verano y primavera cuando cobran más protagonismo. Para ganar confort, es importante elegir un mobiliario resistente, cómodo y bonito. Fíjate bien en el material, la fabricación y los acabados y apuesta por diseños con estilo atemporal.
Qué debes tener en cuenta
1. Elige materiales resistentes
Si te gustan los muebles de madera, las maderas tropicales son las más adecuadas para exterior. Están tratadas con aceites específicos, lo que les da más resistencia a la intemperie. Otros materiales adecuados para el exterior, son los muebles de metal, donde los de acero y aluminio son los más comunes. Y también los de fibras sintéticas. Su apariencia imita, cada vez mejor, a sus homólogas naturales, pero tienen mucha más resistencia al sol y a la humedad.
2. Piensa en que uso le vas a dar a tu terraza
En función de los metros que tengas, puedes montar un rincón para comidas informales con una mesita alta y dos taburetes o bien un comedor de exterior con una mesa extensible, si los metros no son problema. Si prefieres una zona de estar, los sofás modulares son los que mejor se adaptan a las esquinas si no puedes planificar un banco rinconero a medida. Incluso, si eliges una mesa baja elevable, podrás utilizarla para comer con unas sillas plegables.
En pocos metros, es interesante que los muebles tengan un doble uso. Si tienes un banco, puedes elegirlo con arcón para guardar los textiles en su interior. O piezas más originales que son 3 en 1, como una mesa auxiliar que también es altavoz, lámpara y botellero.
3. Ten claras las medidas
Si quieres planificar un comedor exterior en tu terraza, ten en cuenta que una mesa de 80 x 120 cm tiene cabida para 4 comensales y para ella necesitarás un espacio de unos 6-8 m2. Si eliges la mesa redonda, de unos 90 cm de diámetro, ganarás espacio, pero solo cabréis 3 personas. Y si dispones, además, de un hueco de 1,5 m2 podrás añadir una zona de relax con sofá, butaca y mesa baja.
Para que tu comedor resulte más ligero visualmente, opta por diseños sencillos y minimalistas que ocupan también poco, como unas sillas de tijera en tonos claros.
4. Asegúrate de que las telas son resistentes
Las tapicerías de exterior deben ser impermeables y a prueba de sol, ya que este se come los colores. El poliéster con alta resistencia a los rayos UV, los acrílicos teñidos en masa y el poliuretano 100% aguantan muy bien.
Fíjate en los tejidos de los muebles tapizados, pero también en los cojines de exterior. Sus fundas deben ser impermeables y soportar el sol. Si no, se pueden estropear o decolorar. Puedes conservar el relleno y cambiar solo las fundas. Parecerán nuevos.
5. Y no te olvides de los detalles
Añade un plus de estilo a tu terraza con las jardineras. Puedes meter tus macetas dentro de jardineras de madera. En el interior esconden un forro geotextil que las protege del agua. Duran años perfectas.
Los mejores materiales de los muebles de la terraza
Si te gustan los muebles de madera
Están fabricados con madera densa, normalmente tropical. Es la que mejor aguanta el agua y los rayos UV. La madera de teca es la de mejor calidad.
Es importante que lleve un acabado protector para la intemperie, que tendrás que renovar cada año. Cuando los recojas, guárdalos bajo techo o con funda. A diferencia de los muebles de aluminio o de resina, la madera se puede lijar, barnizar y encolar.
Cálida y acogedora. La madera aporta un aire confortable a la terraza. Estéticamente, es muy decorativa y sube el nivel de los espacios. Su principal inconveniente es que son piezas que con el tiempo este tipo de mueble pierden lustre y hay que barnizar.
En qué debes fijarte a la hora de comprar muebles de madera
Si eliges un sofá o butaca de madera, debe estar fabricado en una madera sólida y estable, que aguante la humedad: acacia, teca, elondo... Debe tener un ensamblado con resinas acrílicas inalterables al agua y herrajes galvanizados o inoxidables.
Sus asientos deben ser impermeables, antimanchas y con relleno de espuma de media densidad. Lo ideal es que estén formados por elementos de una sola pieza y con acabado especial para la intemperie.
En la mesa de comedor fíjate en:
La encimera debe ser recta, lisa y nivelada y tener una buena base. Puede llevar dos listones en cruz o cuatro formando un marco para darle estabilidad. Si tiene travesaño, todavía será más resistente.
Por último, asegúrate de que tiene un acabado impermeable.
Los muebles de metal
La estructura suele ser de aluminio o acero. La primera es la más ligera, mientras que la de acero aguanta mejor el paso de los años. Para que sean inoxidables, asegúrate de que son de aluminio galvanizado o acero con calificación AISI 316.
Es mejor que las uniones estén soldadas porque resisten mejor el paso del tiempo que las que llevan tornillos.
¿El mueble está esmaltado? Entonces, las pinturas más resistentes son las epoxi. Entre los muebles metálicos, vuelven a ser tendencia los muebles de forja. Su inconveniente es que son muebles más pesados y pueden abollarse con los golpes.
Los muebles de resina sintética
Se fabrican con resinas plásticas. Pueden ser de una pieza o con partes trenzadas. Los más resistentes están reforzados con fibra de vidrio. Si son de resina reciclada, contribuyen al cuidado del medioambiente.
Son muebles superligeros. Pesan muy poco, lo que permite trasladarlos con facilidad y apilarlos cuando acaba la temporada. Son de muchos colores, por lo que dan un toque alegre y moderno a la terraza a buen precio.
Se limpian con agua y jabón, aunque para hacerlo a fondo puedes usar una hidrolimpiadora. Su inconveniente es que, con los años, se desgastan y los de color blanco amarillean.
Los muebles de fibras naturales
Se hacen con fibra vegetal trenzada sobre una estructura de madera sostenible o de metal. Para la estructura, el bambú es una buena elección. Es ligero, ecológico y aguanta perfectamente la humedad, la lluvia y los cambios de temperatura.
Los diseños clásicos de los 70, con sus respaldos redondeados, están de moda. También hay modelos actualizados, de estilo minimalista.
Si es ecológica, la fibra natural se obtiene de cultivos sostenibles que no perjudican al medioambiente. Suelen llevar acabado sin disolventes. Su principal handicap es su fragilidad y que resultan más complicados de limpiar.