Rebeca Campo y Sandra Rodríguez, arquitectas: "Una reforma no tiene por qué ser un motivo de estrés. Controlando todas las fases del proceso puedes evitar sorpresas indeseadas"

Las arquitectas Rebeca Campo y Sandra Rodríguez definen sus proyectos como "hogares construidos con buenas ideas". El secreto de su éxito es la combinación de técnica, estilo y obras tranquilas para lograr casas totalmente personalizadas que, además, disfrutan unas distribuciones óptimas, espacios versátiles y mucha personalidad. Para ellas, la reforma perfecta necesita más que buen gusto.

Arquitectas desde 2007, crearon el estudio R de Room en 2009 y ya atesoran más de 150 proyectos realizados entre de obra nueva, reformas e interiorismo. Siempre trabajan con un número limitado de proyectos para dar un trato más personalizado. Explican que detrás de una vivienda ideal, "siempre hay un proyecto personalizado que aúna técnica, estética y experiencia, apoyado por una dirección de obra rigurosa y exhaustiva". Hablamos con ellas para conocer su trabajo mejor. 

En vuestra web afirmáis que vuestros proyectos son una mezcla de “ingenio, estilo y técnica”. ¿Esa es la fórmula del éxito?

Sí, lo es para nosotras porque combinamos tres variables que son difíciles de encontrar. Sobre todo nuestra destreza técnica que unida a la experiencia aporta un extra de tranquilidad a nuestros clientes.

También habláis de “obras tranquilas”. En general, reformar o proyectar una casa genera mucho estrés a los propietarios, ¿cómo lográis esa tranquilidad?

Somos absolutamente transparentes y nuestro enfoque es muy pedagógico. Todos nuestros clientes reconocen que han aprendido muchísimo durante el desarrollo de su proyecto. Les explicamos los motivos por los que tomamos todas las decisiones, las consecuencias a medio y largo plazo de cada elección... Eso genera un clima de confianza que es el que les da la tranquilidad de saber que están en buenas manos y que cuando surjan imprevistos, que surgirán, los resolveremos de la mejor manera posible y velando por sus intereses.

¿Qué es en lo que se fija un arquitecto en una casa que va a reformar? 

Rebeca: la luz, dónde están la estructura y las instalaciones y la altura de los techos. Sandra: la disposición de los huecos y la composición de la fachada, el desnivel del suelo y las instalaciones de los patios de manzana (siempre los revisamos porque están llenos de información).

Aunque cada proyecto es único, ¿Qué es lo que nunca falta en vuestros trabajos? ¿Cómo definiríais el estilo R de Room? 

La funcionalidad. Con nuestros clientes hablamos más tiempo sobre cómo les gustaría vivir que de cualquier otra cosa. Trabajamos mucho las plantas y el mobiliario para lograr distribuciones óptimas, mucho almacenamiento y espacios prácticos. El diseño siempre es a medida para cada cliente, como en un atelier.

La luz es el bien más buscado en toda casa, ¿cómo lográis potenciarla y que llegue a cada rincón?

 Jugar con la distribución es clave en este sentido. Completamos la estrategia con una buena elección de acabados.

También tenéis conocimientos de Arquitectura Bioclimática, ¿Cómo le explicaríais qué es una persona que lo desconoce?

La Arquitectura Bioclimática es un enfoque de diseño arquitectónico que tiene como objetivo aprovechar las condiciones climáticas y naturales del lugar para crear espacios que sean más sostenibles, cómodos y eficientes energéticamente. Esto se logra utilizando estrategias como la orientación adecuada de los edificios, el uso de materiales que favorezcan el confort térmico y el aprovechamiento de la luz natural, el viento o el calor del sol... todo de forma que se minimice el consumo de energía y se respete el medio ambiente. En definitiva, se trata de aplicar el sentido común; algo que se ha hecho siempre en la arquitectura vernácula, de la que tenemos mucho que aprender.

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Es fácil de aplicar en una casa de nueva construcción, pero ¿cómo lo traducís en la rehabilitación de un piso, por ejemplo?

En rehabilitación juega un papel fundamental la mejora del aislamiento (en fachadas, cubiertas o suelos si están expuestos al exterior) y de las carpinterías. También estudiamos la distribución de la vivienda, ubicando las zonas vivideras hacia orientaciones más amables y más eficientes.

¿Hacia dónde creéis que va la casa del futuro?

Creemos que precisamente estos conceptos de los que hemos estado hablando son los que van a caracterizar la vivienda del futuro. Las casas personalizadas (o, si se construyen sin conocer al cliente, fáciles de adaptar a diferentes estilos de vida) van a ser clave para resolver las nuevas formas de habitar a las que nos enfrentamos. También va a ser importante la optimización de los recursos. Ahí juegan un papel importante tanto las estrategias bioclimáticas como la elección de los materiales y su tratamiento.