Aunque en su día nos parecían importantes o útiles, con el paso del tiempo muchas de las cosas que tenemos en la librería del salón no nos sirven o, simplemente, no nos acordamos de que las tenemos ahí y lo único que hacen es ocupar espacio y acumular polvo. Si llevas tiempo con ganas de despejar la librería pero no sabes por dónde empezar porque te cuesta desprenderte de tus objetos personales, aquí te dejamos una lista con 12 cosas que puedes tirar de la librería hoy mismo y sin arrepentimientos.
1. Las enciclopedias
En la era de la información digital y con internet al alcance de la mano, las enciclopedias impresas han quedado prácticamente en el olvido. Aunque alguna vez fueron una fuente indispensable de conocimiento, hoy en día Google y Wikipedia cumplen esa función de manera más eficiente y con información mucho más actualizada. Por eso, si tienes una colección de enciclopedias que ocupa varias estanterías en la librería y que no has consultado en años, es momento de dejarlas ir.
2. Todas esas velas gastadas
Las velas aportan un toque cálido y acogedor a cualquier espacio, pero cuando están prácticamente gastadas, su encanto desaparece y, sinceramente, no hay necesidad de seguir acumulándolas en la librería. Puedes reemplazarlas con velas nuevas o simplemente disfrutar del espacio adicional que ganarás al deshacerte de ellas.
3. Plantas artificiales
Las plantas artificiales pueden ser una buena solución para agregar un toque de naturaleza a tu hogar sin el mantenimiento que requieren las plantas vivas. Sin embargo, con el tiempo, tienden a acumular polvo y pierden su atractivo. Si tienes en la librería plantas artificiales que ya no lucen como antes, es mejor retirarlas.
4. Libros que nunca has leído (ni leerás)
Todas hemos comprado libros con la intención de leerlos algún día, pero ese día nunca llega y se quedan abandonados en la librería cogiendo polvo. Es común aferrarse a ellos pensando que en algún momento les daremos una oportunidad, pero si ha pasado demasiado tiempo y no los has tocado, es probable que nunca los leas. Es mejor que los dones a bibliotecas, organizaciones benéficas o amigos que puedan darles un mejor uso.
5. Una colección de cajas vacías
A veces, cuando recibimos paquetes en casa, tendemos a guardar sus cajas vacías en algún rincón de la librería pensando que, en algún momento futuro, nos van a ser útiles. La realidad es otra muy distinta porque rara es la vez que las usamos. Aquí también se incluyen las cajas vacías de dispositivos o electrodomésticos. Deshazte de todas ellas ya.
6. Figuritas de recuerdo
Es muy fácil ir acumulando figuritas, recuerdos y souvenirs de viajes o eventos especiales. Aunque en su momento podrían tener significado, muy probablemente ya no tengan el mismo valor sentimental. Si estas figuritas de tu librería solo están en ella por inercia, entonces solo ocupan espacio.
7. Revistas antiguas
Las revistas son fáciles de acumular, especialmente si eres suscriptor de varias publicaciones. Sin embargo, a menos que las estés coleccionando con un propósito específico, es probable que las revistas antiguas solo estén ocupando espacio innecesario en tu librería. Revisa qué revistas realmente te interesa conservar y recicla el resto.
8. Los manuales de instrucciones
Otro objeto que guardamos mucho son los manuales de instrucciones de dispositivos electrónicos o electrodomésticos que ya no tenemos. Estos documentos, que alguna vez fueron útiles, hoy solo ocupan espacio, y más sabiendo que casi todos se pueden encontrar en internet.
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9. Cuadernos viejos sin uso
También acumulamos en las librerías cuadernos y libretas llenos de apuntes que ya no necesitamos. Si no planeas revisar esos cuadernos en el futuro ni volver a usarlos, lo mejor es deshacerte de ellos.
10. Estuches vacíos de CDs o DVDs
Si hace tiempo que no usas discos físicos y solo tienes los estuches vacíos en tu librería, probablemente sea hora de reciclarlos. Todo lo digital ha reemplazado a los CDs y DVDs, y no necesitas esos estuches ocupando espacio.
11. Libros de texto antiguos
Los libros de texto son útiles durante el periodo de estudio, pero, una vez que ya no los necesitas, tienden a ocupar espacio innecesariamente. Si ya no usas esos libros para consultas o estudio, es momento de donarlos o reciclarlos.
12. Marcos vacíos
Por último, tenemos los marcos de fotos vacíos que, aunque parezcan inofensivos, ocupan un espacio muy valioso en tu librería que podrías aprovechar para otra cosa. Por eso, si tienes marcos sin imágenes o que nunca has usado, tíralos ya.