Tenemos la mala costumbre de acumular objetos en casa que hace tiempo dejaron de sernos útiles (contando con que algún día lo fueron). Muchas son cosas que no usamos pero las guardamos por si algún día nos hacen falta, otras tienen un alto valor sentimental y nos da pena tirarlas y, por supuesto, otras tantas que ni recuerdas que tienes.
Esta acumulación la hacemos en cualquier estancia de la casa, pero hoy nos vamos a centrar en el salón para convertirlo en un lugar tranquilo y acogedor. Para conseguirlo, el primer paso es desprenderte y tirar todo aquello que ya no te sirve. El proceso es difícil, lo sabemos, pero estamos aquí para ayudarte. Por eso, aquí te dejamos un listado con las 20 primeras cosas que puedes tirar fácilmente del salón.
1. Enciclopedias del siglo pasado
Hace unos años, las enciclopedias eran muy útiles para aprender y hacer los trabajos del colegio y del instituto. Sin embargo, hoy en día, con internet y las nuevas tecnologías, están bastante anticuadas y solo sirven para acumular polvo y quitarte un espacio muy útil en tu librería. En este caso, el saber sí que ocupa lugar.
2. Libros que ya no quieras
Siguiendo con la librería del salón, después de las enciclopedias, pasamos a los libros. Según Marie Kondo, lo recomendable es tener, como máximo, 30 libros. Si tienes más, ya sabes, te toca hacer limpieza y los que te sobren puedes donarlos o venderlos.
No hace falta que seas tan estricta como la gurú del orden, puedes superar un poco esta cifra (porque en las casas españolas hay más espacio que en Japón), pero quédate solo los libros que te encantan, que debes releer o consultar. Los que leíste y no te gustan, te regalaron o no quieres conservar no tiene sentido que los guardes más.
3. Cintas de vídeo y deuvedés
Al igual que las enciclopedias, las cintas de vídeo y los deuvedés eran los únicos medios disponibles para consumir contenidos audiovisuales y música. Con las plataformas de streaming actuales ya no te hacen falta estas cosas. Hasta incluso puede ser que tengas las cintas y no el reproductor para verlas o escucharlas. Por mucho que te duela, no tiene sentido que las guardes más.
4. Millones de manteles
No hace falta tener una colección de manteles muy grande, y mucho menos cuando estos ya vienen fabricados en materiales antimanchas y de fácil lavado. Por ejemplo, puedes tener un par de manteles para diario y uno más elegante para ocasiones especiales. Los que nunca pones porque no te gustan, están muy gastados o ya ves pasados de moda, ha llegado el momento de tirarlos.
5. Mantas viejas y descoloridas
Aprovecha que el frío todavía no ha llegado para deshacerte de esas mantas viejas y descoloridas que tienes en el sofá. Compra una que sea más grande, más sencilla y más gordita. Puedes encontrar mantas gustosas y con estilo en Primark.
6. Unos jarrones anticuados
Los jarrones ponen el broche final a la decoración de tu salón. Por eso, si se ven algo anticuados, tu salón también lo parecerá. Por eso, deberías cambiarlos de vez en cuando con diseños más actuales pero, sobre todo, más acordes a tu estilo. Los de cristal transparente son una apuesta segura.
7. Velas sin acabar
Las velas sin acabar son otro clásico en los salones. Compramos velas de diferentes aromas y vamos encendiendo todas sin esperar a que se consuma la primera. Ten un poquito de paciencia, no acumules velas por acumular. Una a una, poquito a poco.
8. Recuerdos de viajes
Está bien tener en el salón recuerdos de algunos viajes, pero seguro que tienes demasiados. Con todas las fotos que hacemos con los móviles y las experiencias que vivimos viajando, no necesitas nada más.
9. Juegos de mesa
En los salones también es muy común tener juegos de mesa para jugar con la familia. Revísalos bien, seguro que a más de uno le falta alguna pieza y ya no te sirve. Si están en buen estado los puedes donar.
10. Revistas de hace tiempo
Además de juegos de mesa, en el salón también acumulamos revistas de todo tipo que llenan el revistero y nunca más hemos consultado. Tira las que no tengan ningún interés y guarda solo aquellas que sean actuales y te encante. Haz lo mismo con crucigramas y sudokus. Lo peor es que muchos de ellos están a la mitad. Termina los que estén sin terminar antes de comprar más nuevos.
11. Cuadernos y libretas
Todas tenemos algún que otro cuaderno en los cajones del mueble del salón, pero, ¿es necesario tener tantos? Basta con uno pequeñito y un boli para tener algo donde escribir a la mano.
12. Mandos a distancia
En todos los salones hay un cajón con incontables mandos a distancia que ni sabemos a qué aparato electrónico pertenecen. Y lo mismo pasa con los cargadores de origen desconocido que acumulas en ese rincón. Pasa revista y tira los que no vas a usar más.
13. Cables que no conectan nada
A los cables les gustan acumularse, y enredarse, por las superficies del salón. Revisa bien todos y tira los que no uses en tu día a día.
14. Catálogos que están pasados
Vamos a ser sinceras: los catálogos físicos ya no se llevan. De verdad, ¿para qué los quieres pudiendo verlos cuando quieras en el móvil o en el ordenador?
15. Guías telefónicas
Las guías telefónicas son cero útiles, más que nada porque no son muchas las casas las que mantienen un teléfono fijo con el boom de la telefonía móvil.
16. Figuritas de porcelana
Si tu casa es alquilada o es de la familia, muy probablemente te hayan dejado en herencia figuritas de porcelana. Si no te gusta, ¿para qué las mantienes?
17. Álbumes de fotos
Antes sí que se llevaban las fotos físicas y las guardábamos en álbumes con mucho cariño. Ahora, son más un objeto pesado con un diseño un poco feo que solo resta espacio en el salón. Haz limpieza de fotos, quita las repetidas, las que hayan salido mal e intenta organizar las que te quedes en cajas bonitas. Así puedes mantener en orden y juntas las fotografías de tu casa.
18. Vigila los juguetes
Aquí metemos tanto juguetes de los niños como de las mascotas. El suelo del salón debería estar despejado, así que búscales otro sitio mejor e intenta dejarlos recogidos en alguna caja o cesta para que, al menos, no den mucho ruido visual. El salón no es el lugar ideal para los juguetes, sean de quien sean.
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19. Una radio antigua
Las radios ya no se llevan, los programas radiofónicos se escuchan por internet y los podcasts son los nuevos protagonistas. Si es una radio muy antigua, seguro que le sacas un buen dinerito vendiéndola en una tienda de antigüedades.
20. Bombillas desgastadas
¿Te acuerdas de aquella vez que se gastó la bombilla de la lámpara del techo, la cambiaste por una nueva y la vieja la metiste en un cajón? Pues aquella vez en verdad han sido muchas veces, así que imagínate todas las que tienes. Reúnelas y llévalas a un punto de reciclaje.