Cuando pensamos en el orden en nuestros hogares, muchas veces caemos en conceptos preconcebidos que no siempre son ciertos. Y es que mantener la casa ordenada va más allá de la simple apariencia estética, tiene mucho más que ver con crear un ambiente funcional y agradable que nos permita vivir mejor, con menos estrés y más bienestar.

Para sacar a la luz estas falsas creencias sobre el orden, hemos pedido ayuda a la organizadora profesional Vanesa Travieso. Según Vanesa, estas son las 5 mentiras sobre el orden más comunes.

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El objetivo del orden debe ser crear un entorno que sea funcional, práctico y cómodo para ti y tu familia.

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Mentira 1: El orden significa perfección

Es muy común pensar que un hogar ordenado debe lucir siempre impecable, sin una sola cosa fuera de lugar. Sin embargo, la realidad es otra totalmente diferente, ya que el orden no tiene que ver con alcanzar la perfección, sino con lograr un entorno que sea funcional, práctico y cómodo para ti y tu familia. De hecho, querer un hogar perfectamente ordenado puede generar ansiedad y frustración.

En definitiva, lo que debemos conseguir es que cada espacio de la casa funcione de acuerdo a nuestras necesidades diarias, lo que implica aceptar que, en la vida real, habrá días en que las cosas estén más desordenadas, y eso está bien.

Mentira 2: Debes deshacerte de todo para estar organizado

El minimalismo ha ganado popularidad en los últimos años, y con ello ha surgido la idea errónea de que, para tener un hogar organizado, debemos vivir con lo mínimo y solo con aquello que sea esencial. Aunque la tendencia minimalista tiene sus ventajas, no es el único camino hacia el orden. No, no es necesario deshacerte de todas tus pertenencias para tener una casa ordenada, la clave está en conservar lo que realmente es significativo y útil para ti.

Esto quiere decir que el orden no se trata tanto de cuántas cosas tienes, sino de cómo las gestionas. Puedes tener muchísimas cosas y tener un hogar organizado siempre que las tengas todas en su lugar y puedas acceder a ellas fácilmente. Como bien dice Marie Kondo, se trata de mantener únicamente lo que aporta valor a tu vida y asegurarte de que cada cosa tenga un propósito y un lugar específico en la casa.

Mentira 3: Organizar es una tarea de una sola vez

Otra creencia bastante común sobre el orden es pensar que organizar es una tarea que se hace una sola vez y luego se olvida. La realidad es que mantener el orden en el hogar es un proceso continuo que requiere dedicación. Organizar una vez puede ser un buen punto de partida, pero para mantener ese estado es necesario crear hábitos que permitan sostener el orden a lo largo del tiempo.

Esto no significa que debas pasar horas todos los días organizando y ordenando, es más bien que vayas incorporando pequeñas rutinas diarias que faciliten el mantenimiento. El orden es más bien un estilo de vida, una serie de hábitos que te ayudan a mantener el equilibrio en tu espacio.

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Organizar es un proceso continuo que requiere dedicación y que se debe incorporar como un hábito. 

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Mentira 4: El orden solo es importante para aparentar

Otra idea errónea sobre el orden es pensar que tener la casa ordenada solo tiene el propósito de impresionar a los demás o de mantener una buena imagen cuando hay visitas. Sin embargo, el orden es justo lo contrario, ya que no se trata de que otros vean tu casa bonita, sino de que tú te sientas bien en tu propio espacio.

Esto quiere decir que mantener la casa organizada no es solo una cuestión de estética, sino que tiene un impacto significativo en tu salud mental y emocional, ya que reduce el estrés, mejora la concentración y nos permite relajarnos más fácilmente. 

Mentira 5: El orden es igual para todos

La última mentira que ronda sobre el orden es que se cree que hay un único método universal para ordenar la casa, pero la verdad es que cada persona tiene su propio estilo y diferentes necesidades. Por ejemplo, lo que funciona para una familia con niños pequeños puede no ser adecuado para alguien que vive solo, y viceversa.

En definitiva, el orden debe ser algo personalizado, adaptado a tu rutina, preferencias y estilo de vida, así que lo importante es encontrar un sistema que funcione para ti y que sepas adaptarlo a tu situación personal.