El primer paso para mantener el orden en casa pasa por tirar o donar todo aquello que no usas y que, además, te están robando más espacio del que piensas. En la mayoría de casos, no es que necesites más armarios, sino que guardas más de lo que realmente usas. Y no solo hablamos de ropa, también de todo tipo de objetos, menaje, cremas, libros... Te ayudamos a hacer sitio en casa, estancia por estancia.
Haz una selección
Lo ideal es aprovechar cuando haces una limpieza profunda en casa aprovechando el cambio de estación. Organizar el trabajo por habitaciones te ayudará a avanzar y también hacer una lista con lo que vayas a tirar.
Si no lo has usado en uno o dos años, no lo necesitas. Lo que debes guardar: documentos importantes, ropa y objetos en buen estado.
Deja para el final todo a lo que tengas un apego sentimental y piensa si merece la pena conservarlo. Deshazte (hoy mejor que mañana) de lo que no sirva: el correo comercial, los tickets caducados, los aparatos estropeados.
En el recibidor
La consola del recibidor suele convertirse en un cajón de sastre de pilas usadas, llaves que no sabes qué abren, cartas, cables de los móviles... Lo ideal es que guardes solo lo necesario y organices el interior de los cajones con separadores o cajas sin tapa para que cada cosa tenga su lugar.
Si en el recibidor tienes un colgador, ten allí solo una chaqueta por miembro de la familia (la que usas en el ese momento) y lo mismo con bolsos y mochilas. Ten en cuenta, además, que todo lo que tengas a la vista en la entrada generará ruido visual.
En el salón
La librería es el mueble del salón donde se acumulan más objetos y, en realidad, un 30% de su espacio debería quedar vacío. ¿Qué debes tirar o donar? Los libros que ya has leído y que no quieres conservar, aparatos obsoletos (vídeos...), objetos decorativos que no te gustan, colecciones que ocupan mucho (como las enciclopedias...).
Da un repaso al aparador y mira si guardas manteles que nunca pones, bandejas que están estropeados, cubiertos que han perdido su juego... Lo ideal es tener un par de manteles de diario y otro para los días especiales. Deshecha también las vajillas descascarilladas e incompletas.
La mesa de centro suele acumular revistas o adornos que ya no te gustan. Libros o revistas que tienes por encima, mandos de aparatos que ya no usas, velas empezadas...
Si tienes un escritorio en el salón, deshazte de los documentos caducados (la garantía de lo electrónico dura unos 2 años y la de los colchones o sofás, 5-10 años).
Digitaliza facturas y extractos del banco y conserva las nóminas de los últimos 5 años. Y tira las alfombrillas viejas del ordenador o los ratones que no funcionan.
En el dormitorio
Si haces dos cambios de armario al año, aprovecha para jubilar la colección de camisetas viejas de estar por casa y donar la ropa que no te has puesto en más de un año o el calzado que te roza o está algo estropeado. Guarda la ropa y complementos que te gustan y te sientan bien en ese momento y no acumules las prendas por pena o escudándote en los temidos 'por si'.
En el maletero, prescinde de las bolsas de viaje que sustituiste por maletas con ruedas, los abrigos que hace años que no te pones o la ropa de tu hijo de cuando era bebé. Mira el canapé del somier repleto de mantas, plaids..., ¿es necesario tanto?
Aprovecha también para revisar los cajones de la cómoda: tira la ropa interior que hace demasiado tiempo que usas, los pijamas que no te gustan ni te pones, los calcetines sin pareja o la ropa de deporte de hace varias olimpiadas.
Ten en cuenta que la ropa que esté en buen estado, además de donarla, puedes venderla por apps. Puedes sacarte un dinero y alargar la vida útil de todo lo que no quieras (y esté en buen uso) en plataformas como wallapop. com, cashconverters.es, troc.com, vinted.es...
En la cocina
¿Cuántos táperes sin tapa o muy deteriorados guardas? ¿Y ollas y sartenes quemadas y ya sin
el antiadherente o con los mangos rotos? ¿O tazas de publicidad horribles? Diles adiós para siempre.
Sigue por el cubertero: retira utensilios duplicados, cuchillos que no cortan, accesorios de repostería que nunca usas o gadgets que tienes repetidos.
Desahogarás los cajones y las gavetas si te deshaces de infusiones añejas, manoplas estropeadas, delantales viejos, bolsas para la compra que acumulas, platos descascarillados... Cuando acabes habrás ganado mucho espacio para guardar.
En la despensa
Revisa primero lo del fondo. Está ahí porque probablemente nunca lo usas: tira botes de conservas, especias y salsas caducados. Aprovecha para dejar a mano y consumir cuanto antes los alimentos.
Despeja la encimera de cachivaches inútiles: pequeños electrodomésticos que no usas, tablas de cortar en mal estado, bandejas descoloridas... Y no perecederos que tienes por triplicado: sobres de levadura, paquetes de azúcar...
En el baño
¿Sabes que las cremas y los cosméticos solo duran 12 meses una vez abiertos? No guardes lo que haya caducado, deja de ser efectivo y roba sitio en los cajones; también las muestras que te regalan en la farmacia o coges de los hoteles.
Cepillos de dientes y esponjas viejas, envases casi vacíos de gel o champú..., tíralos. Ocupan un espacio valiosísimo y generan sensación de caos en una estancia, de por sí, pequeña.
Chequea también el botiquín de medicamentos. Retira todo lo que esté pasado de fecha, te lo recogen en la farmacia. No te debe faltar, sin embargo: termómetro, material de cura (gasas, suero, algodón, tiritas, alcohol y antiséptico para las heridas). También algún analgésico, antitérmico y pomada para quemaduras.
En el tendedero
No lo utilices de trastero para guardar cosas inservibles (botes de pintura seca, herramientas viejas...) ni para coleccionar barreños o escobas y fregonas que ya han cumplido su función. Solo estorbarán.
El armario de la limpieza
¿Acumulas varios limpiadores y útiles para el mismo uso? Realmente solo necesitas:
- Lavavajillas, elimina grasa y bacterias y, ocasionalmente, las manchas en la ropa. Ten uno para lavar a mano y otro para el lavavajillas.
- Detergente de lavadora. Es básico ya que no puede ser sustituido por ninguna solución casera.
- Limpiador de baño. Un multiusos te servirá para los sanitarios, la mampara, los azulejos, las ventanas, los suelos y el fregadero.
- Lejía y vinagre de limpieza. Ambos desinfectan, desengrasan y eliminan restos de cal. Sirven para suelos, encimeras, cristales, ropa.
- Útiles básicos. Estropajos, bayetas, cepillos y paños de microfibra.