Soy Cristina Muñoz, experta en orden, y estos son mis trucos para aprovechar el altillo del armario

Aunque, en teoría, es el lugar perfecto para guardar cosas más temporales y de uso poco frecuente a lo largo del año, en la vida real solemos malgastar el espacio de almacenamiento tan valioso que el altillo del armario nos ofrece llenándolo con objetos olvidados que, un día, metimos ahí porque no sabíamos dónde guardarlos o por no querer deshacernos de ellos.

Según la organizadora profesional Cristina de @orden_y_espacios, para aprovechar el altillo del armario al máximo no hace falta reducir la cantidad de cosas que tenemos, el truco está en establecer un equilibrio entre nuestras pertenencias y decidir cuánto espacio le daremos a las cosas olvidadas y cuánto a las cosas temporales. Cristina lo hace de la siguiente forma.

Trucazo de experta: Divide el altillo del armario en tres zonas

Si recientemente has terminado el cambio de temporada y has tenido que subir ropa, zapatos o edredones al altillo del armario y al subirte en la la escalera te las has visto y deseado para abrir hueco entre todas esas cosas olvidadas que llevan a saber cuántos años ahí, entonces ha llegado tu momento de reorganizar y priorizar.

Para dar más espacio a lo temporal y menos a lo que no usas, Cristina sugiere que dividamos el altillo del armario en tres zonas y que el espacio de cada una de ellas lo usemos para lo siguiente:

Primera zona: 75% del espacio

La primera zona del altillo será la destinada a las cosas temporales, esos objetos que usas con mayor o menor frecuencia a lo largo del año y que necesitas tener más a la vista y a mano. Pueden ser ropa, zapatos y accesorios de otras temporadas, edredones, mantas, abrigos, las cosas de la playa, los adornos de Navidad, etc. Por este motivo, esta primera zona será la que ocupe la mayor parte del altillo, al menos debe ocupar un 75% del espacio.

Segunda zona: 15% del espacio

Esta segunda zona te tiene que ocupar un 15% del espacio del altillo ya que en ella guardarás “cosas de prevención”, es decir, cosas que tienes ya compradas y listas para ser usadas cuando algo de lo que tienes en uso se rompa o se estropee. Pueden ser, por ejemplo, un juego de sábanas o unas toallas de recambio, copas que te han sobrado al ordenar la vitrina del comedor, etc. Eso sí, acuérdate de que tienes estos objetos de reemplazo en el altillo antes de lanzarte a comprar nuevos.

Tercera zona: 10% del espacio

Por último, la tercera zona, que debe ocupar un 10% del espacio del altillo, Cristina la reserva para las cosas que no sabes dónde guardar y aquellas de las que no te quieres deshacer como cajas con apuntes antiguos, juguetes de cuando tus hijos eran más pequeños o ropita de cuando eran bebés, cojines que dejaron de gustarte, etc.

De todas formas, si ves que no tienes suficiente espacio para estas cosas de cuya existencia te habías olvidado, nosotras sí que te recomendamos que hagas repaso de todo lo que tienes y tires, dones o regales las que no te sean útiles.

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Otros consejos para aprovechar el altillo del armario

Para usar bien el espacio tan valioso del altillo del armario y no malgastarlo, Cristina, además de dividirlo en tres zonas como acabamos de explicar, también utiliza cajas de almacenaje para ordenar. Gracias a estos contenedores, tus objetos estarán protegidos del polvo, la suciedad y la humedad y si, además, los compras con ventanas transparentes, podrás ver lo que tienes guardado en su interior sin necesidad de abrir la caja.

Además, estas cajas de almacenaje te ayudan a aprovechar al máximo el interior del altillo porque se pueden apilar unas sobre otras y ponerlos de manera vertical. También te ayudan a subir y bajar las cosas del altillo mucho más fácilmente. Incluso, puedes usar bolsas de vacío para guardar objetos más voluminosos, como edredones o mantas, y guardarlos así dentro de los contenedores.