La Navidad es una época mágica en la que todas las personas podemos disfrutar de una decoración acogedora, un ambiente mágico y una bonita sensación de familiaridad. ¡Incluso si tu casa o piso es muy pequeño! Esto no tiene por qué ser un obstáculo para gozar del espíritu navideño. Hoy queremos compartir contigo algunos trucos para acomodar tu casa y prepararla para recibir una Navidad de lo más festiva.
1. ¡No todos los adornos valen!
La antigua regla de “menos es más” se impone con fuerza en la decoración de casas pequeñas. Sobre todo para recibir la Navidad. Esta festividad nos tienta a sacar todo el arsenal de adornos, manteles, brillos, coronas y velas. ¡Gran error! Debemos evitar el desorden y la saturación visual.
Si tienes muchos adornos guardados, no hay motivos para colocarlos todos. Escoge pocos elementos, pero que tengan impacto a la hora de decorar el salón o recibidor. Por ejemplo, una corona de Navidad natural en la puerta es un clásico que no ocupa espacio en el suelo y ofrece una cálida bienvenida. Añade otros detalles delicados como una sola estrella grande o una bota colgada en la ventana principal.
2. Saca partido del espacio vertical: paredes y techos
Siguiendo con la máxima anterior, procura dejar espacio libre en el suelo para facilitar la circulación. Llenarlo de adornos puede entorpecer el paso. Entonces, en vez de colocar un gran árbol, quizás sea mejor armar uno con piezas de madera enganchadas a la pared. Otra buena idea es colgar un pequeño árbol desde el techo o añadir guirnaldas en vez de decoraciones en el suelo.
Por otra parte, si quieres que tu casa ofrezca una primera impresión cálida y navideña, no olvides decorar el recibidor. Incluso si es pequeño o estrecho: aprovecha las paredes para colgar un adorno verde o rojo, instalar luces de temperatura cálida o cambiar el espejo tradicional por uno con marco dorado.
3. Árboles de Navidad minimalistas
Si adoras los árboles de Navidad, pero tienes poco espacio, escoge uno pequeño, sutil y minimalista. En el mercado existen árboles específicamente para pisos reducidos, pues ocupan poco lugar y se integran fácilmente en cualquier rincón del salón. Incluso, puedes colocar uno en una mesita auxiliar y colgar los regalos o ponerlos detrás del mueble.
Un consejo: no atiborres tu árbol con millones de adornos navideños. Mejor define una paleta cromática y guíate por esos dos o tres colores base. Por ejemplo, si te gusta el dorado y el blanco, dale prioridad a adornarlo con unas bolas doradas y algunos accesorios en blanco mate y beige.
4. Decoración navideña con luces
Las luces son una forma sencilla de añadir calidez sin ocupar muchísimo espacio. Cuelga guirnaldas de luces en marcos de cuadros, ventanas o incluso colgando del techo. Además, puedes utilizar lámparas con forma de estrella o colgar luces en las cortinas para añadir un toque festivo.
5. Textiles con diseños particulares
Los textiles decoran nuestra casa todo el año. Realizar algunos cambios puede marcar la diferencia en época de Navidad. Y lo mejor de todo es que no necesitas modificar demasiadas cosas. Por ejemplo, la manta o plaid del sofá principal puede cambiar de color. Guarda tus textiles de colores neutros y saca otros en tonos verdes y rojos. ¡Muy navideños!
También puedes colocar algún cojín con brillos sutiles o cambiar las cortinas a algunas con tonalidades suaves en dorado. Lo importante es encontrar el equilibrio: recuerda que buscamos crear un espacio bien decorado, pero no atiborrado de objetos y colores.
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6. Adornos significativos
Un error común que cometemos cuando llega la Navidad es llenar la casa de accesorios pequeños. En su lugar, elige pocos adornos, pero con personalidad. Si tu mesa de comedor es pequeña, decórala con un centro sencillo hecho de ramas de eucalipto, velas y piñas. Será suficiente para impregnar tu comedor de aromas y colores acogedores.
7. ¡Agranda la Navidad con espejos!
Una de las claves para decorar espacios pequeños es colocar espejos. No solo son elementos decorativos, sino que cuentan con una excelente capacidad de ampliar el espacio. Esto se debe a que reflejan la luz natural, algo ideal para salones oscuros o de pocos metros cuadrados.
Coloca un espejo o varios cerca de las decoraciones navideñas para multiplicar su impacto visual. Finalmente, puedes añadir alguno frente a la ventana principal y así regar todo el espacio de luz natural. ¡Y como no! Mejor todavía si son espejos con marcos navideños en madera, dorado o incluso en un atrevido color rojo.