Ni cuadros ni papel pintado: estas son las mejores ideas para decorar la pared del cabecero

Si quieres darle un aspecto renovado a tu dormitorio, nada mejor que aprovechar la pared del cabecero. Suele ser lo primero que salta a la vista cuando entramos a la habitación. Esta zona se impone como punto focal, por lo que es imprescindible decorarla con esmero y delicadeza. Aunque los cuadros y el papel pintado están muy bien para llenar de encanto el dormitorio, hay vida más allá de estas opciones. Aquí tienes algunas ideas que inspirarán la nueva decoración de tu habitación, ¡toma nota!

1. Espejos, siempre espejos

Decorar con espejos siempre es una buena opción, incluso para el dormitorio. Colocar varios pequeños o uno grande arriba del cabecero es ideal. Además de que los marcos tienen mucho potencial decorativo, los espejos son perfectos para habitaciones pequeñas, pues reflejan la luz disponible y agrandan visualmente el entorno. 

Los espejos circulares o de formas irregulares y orgánicas quedan muy bonitos en diseños suaves, románticos, rústicos y tradicionales. También puedes colocar un espejo rectangular de líneas limpias en posición horizontal, ideal para dormitorios más modernos o minimalistas. 

2. Un estante muy útil

Los estantes ubicados sobre el cabecero son perfectos para añadir algo de decoración extra. Por ejemplo, un cuadro, unas plantas o unas fotografías enmarcadas. Lo mejor de todo es que siempre puedes ir cambiando el contenido, ya que tendrás ese rincón disponible para ti. Si tu dormitorio es pequeño, elige una balda del mismo color de la pared. De esta manera crearás una continuidad visual que evita la estrechez estética. Además de decoración, puedes colocar una cajita organizadora o un joyero para guardar tus accesorios. 

3. Paneles decorativos

Aprovecha el sinfín de opciones que hay en el mercado para instalar algún diseño especial. Existen paneles acústicos con listones de madera para aislar el dormitorio de ruidos externos. También puedes colocar un panel artístico con texturas y relieves o un panelado que imite a la piedra, el ladrillo o la madera. 

4. Molduras clásicas y elegantes

Si te anima la idea de no colgar nada en la pared, pero quieres un efecto relieve, las molduras como cuarterones o cornisas son para ti.

Instalar molduras puede ser muy fácil. Además de dar volumen, dividen la pared y dan un aire elegante sin necesidad de colgar cuadros. Idealmente, es mejor colocarlas en el mismo color de la pared para gozar de una estética sofisticada. 

5. Platos decorativos

Los platos decorativos son una linda opción en cabañas o dormitorios rústicos. Aquellos tejidos quedan genial, pero si prefieres algo más contemporáneo, puedes optar por un plato pintado en tonos oscuros. Todo depende de tu gusto personal. 

6. Tapices o decoración textil

Nada como una pieza textil si te gustan las decoraciones diferentes y personales. Puedes colgar un tapiz de antaño, con efecto terciopelo o bordado. También puedes jugar con piezas artesanales fabricadas en macramé, lana o patchwork. Estas últimas opciones quedan muy bien en dormitorios de aires mediterráneos, rústicos o bohemios.

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7. Inesperado: ¡un sombrero!

Por último, si te gustan los detalles originales e inesperados, este te encantará. Colgar un sombrero bonito o varios sombreros arriba del cabecero es perfecto. Asegúrate de crear una coherencia temática para que no se vea como una decoración forzada. En este caso, el color del sombrero es ideal porque calza con los tonos crema del dormitorio. Asimismo, el estilo campestre y romántico es muy homogéneo. ¿Qué te parece?