Llega el verano y comenzamos a cambiar las cortinas por unas más frescas. Lo normal es elegir unas cortinas de lino y en colores claros para que el calor de la casa no aumente más de la cuenta. ¿Pero y al revés? ¿Qué color o material es el más indicado en las cortinas para que no entre el frío en casa cuando llega el invierno? Si tienes dudas, te las aclaramos. ¡Mira!
¿Qué color es mejor para las cortinas en invierno?
Lo habitual es elegir colores algo más cálidos y oscuros que aporten calidez, pero que al mismo tiempo retengan mejor el calor y así no pasemos nada de frío en el interior de la vivienda.
- Burdeos. Es uno de los colores de moda de la temporada y se puede integrar en una habitación a través de textiles como las cortinas. Es un tono intenso, así que hay que tener cuidado a la hora de añadirlo en cualquier espacio. Equilibra con paredes blancas, muebles en tonos claros y mucha luz natural.
- Tonos tierra. Es otra opción por la que apuestan cada vez más firmas. Los tonos tierra son cálidos y perfectos para esta estación del año. Hay muchas opciones por lo que siempre puedes encontrar tu tono perfecto.
- Gris. Es un color que siempre funciona. En algunas firmas, incluso puedes encontrar alternativas de cortinas térmicas en este color. Es decir, son textiles de doble capa que ayudan a mantener el calor en la vivienda.
- Verdes. El verde es otro de los tonos de moda, y siempre aporta mucha frescura y calma a la vivienda. Por eso, es uno de los colores favoritos de los interioristas. Nos transporta rápidamente a la naturaleza, da equilibrio y combina con multitud de colores. En cortinas también se puede añadir y no solo crean una barrera visual de calidez, sino que también absorben mejor la luz y energía.
- Neutros. Aunque te digan que no encajan en la temporada de otoño-invierno, no están en lo cierto. Estos colores se pueden poner en la estación de frío, siempre y cuando se opte por textiles más gruesos.
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¿Qué tipo de telas elegir en invierno?
Las cortinas de invierno suelen tener un material muy distinto a las que usamos en verano. Es mejor optar por telas gruesas y con propiedades aislantes que ayuden a retener el calor y bloquear el frío. Estos son algunos de los materiales más usados:
Terciopelo. Su densidad y grosor lo convierten en un excelente aislante contra el frío. Además, el terciopelo aporta un aspecto elegante y lujoso.
Jacquard. Este tejido es grueso y resistente, ideal para proteger del frío. Su textura y diseños variados también añaden un toque decorativo y sofisticado.
Lana o mezclas de lana. La lana es un material naturalmente aislante y denso, perfecto para las estaciones frías. Aunque puede ser más costosa, la inversión vale la pena para mantener el calor.
Sarga. Este tejido es pesado y duradero, por lo que puede ayudar a reducir la entrada de frío. Además, es más asequible que otras opciones gruesas.
Cortinas térmicas. Están hechas con un revestimiento especial que bloquea la entrada de frío. Aunque suelen ser de materiales sintéticos, muchas imitan muy bien otras telas y ofrecen un buen nivel de aislamiento.
Franela. Para quienes prefieren un toque más acogedor, la franela es una opción cálida y suave, que también puede usarse en capas con otra cortina para aumentar el aislamiento.
Un consejo: si te gustan las telas más ligeras, siempre puedes combinarlas con otras que tengan un forro térmico. Esto nos permitirá siempre tener un mejor aislamiento, pero sin sacrificar la luz natural de la vivienda.