Trini Pérez, experta en decoración: "¿Sabías que el modo en que haces tu cama influye en tu descanso y bienestar?"

El descanso es fundamental para llevar una vida sana, equilibrada y llena de energía. Si no tienes un sueño reparador, es probable que no puedas afrontar el día de la mejor manera posible. En ocasiones, un mal descanso puede deberse a factores hormonales, cambios en el estilo de vida, la alimentación o el sedentarismo… Pero también puede estar ligado a la decoración.

Una mala distribución del dormitorio puede ocasionar un mal descanso: desde una colocación inadecuada de la cama, pasando por una elección equivocada de los tonos hasta el uso de textiles poco adecuados a la época del año. Son muchos los elementos que pueden marcar la diferencia entre un buen y un mal sueño. La cama es, sin duda, una de las piezas más relevantes, y parece que incluso la forma en la que la haces puede ser clave para tu bienestar general, según Trini Pérez (@decomiuniverso), experta en decoración y creadora de contenido en redes sociales.

Los errores que estás cometiendo a la hora de hacer la cama que dificultan el descanso

Trini Pérez tiene claro que la forma en la que haces la cama puede ser clave a la hora de tener un peor o mejor sueño. La experta se refiere a determinados puntos.

1. No tener en cuenta la frecuencia de lavado de las sábanas

“Hay que cambiar las sábanas, como mínimo, una vez a la semana”, asegura. Mantener una buena higiene es fundamental para mejorar el descanso. Al lavar con frecuencia las sábanas, eliminas la suciedad y los ácaros que pueden acumularse y causar alergias.

2. No crear una base neutra en la cama

El blanco transmite paz, justo lo que se busca en un dormitorio. Es un color ideal para textiles como sábanas, colchas o fundas de edredón, y sirve de base para añadir más color después con cojines o mantas.

3.  Olvidarte de cómo colocar las almohadas 

Para dar más volumen a la cama y generar una sensación de bienestar, la experta recomienda “colocar las almohadas a modo de cuadrantes o apoyadas en el cabecero”. 

4. No añadir color en la cama

Una cama bien vestida resulta más apetecible y promueve el descanso. Una buena idea es siempre añadir cojines, jugar con los tonos de los textiles y crear un conjunto estiloso en consonancia con el resto de la decoración del dormitorio. Eso sí, no te excedas con los cojines, o resultará incómodo para dormir. Si te gusta tener muchos cojines, ubica un banco o una cesta donde dejarlos antes de acostarte.

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5. No incluir una manta a pie de cama

Aunque llegue el buen tiempo, puede haber noches frescas. Si utilizas un edredón más ligero, una buena idea es incorporar una pequeña manta a los pies de la cama para si sientes frío durante la noche. De esta forma, si tienes frío en la madrugada, no tendrás que levantarte, sino simplemente coger la manta de los pies y cubrirte. Es una forma de no romper con el sueño y facilitar el descanso. 

6. No añadir cestas o un banco a los pies de la cama

¿Dónde sueles colocar las mantas y los cojines antes de dormir? La mejor forma de mantener el dormitorio ordenado es acudir a bancos o cestas. Este tipo de almacenamiento siempre viene bien para organizar estos textiles. Los bancos son perfectos para dar almacenaje extra a la zona del dormitorio y al mismo tiempo se encargan de decorar. Puedes elegir entre un sinfín de modelos: desde clásicos tapizados con capitoné, de terciopelo, pana o algo más ligeros con lino, algodón o de fibra. Si no tienes hueco, una cesta de mimbre siempre es buena idea. Así podrás liberarte por la noche de la incomodidad que pueden resultar los cojines sobre la cama.