¿Quieres tener una mampara reluciente? El vinagre de limpieza es tu aliado para lograrlo

Nuestro baño es un rincón del hogar que merece especial atención en términos de limpieza.  La mampara es un área que suele pasar desapercibida hasta que vemos que se han acumulado manchas, hongos o restos de jabón y cal. Es importante que realicemos una limpieza frecuente en esta zona de la casa.

Hoy queremos compartir contigo el paso a paso para mantener la mampara de ducha en buen estado. 

¿Qué es lo mejor para limpiar la mampara de la ducha?

El gran protagonista de hoy es un producto barato, fácil de encontrar y ecológico. Se trata del vinagre de limpieza, un excelente aliado para conservar el aseo en el hogar. Si te preguntas qué se puede limpiar con vinagre, una de sus principales funciones es mantener nuestro baño impecable. Y la verdad es que no hay nada como una limpieza profunda con vinagre por todos los rincones de la mampara de la ducha. 

¿Cómo limpiar las mamparas con vinagre de limpieza?

Para conseguir una mampara de ducha reluciente en poco tiempo, necesitarás algunos utensilios. 

Materiales: 

• Vinagre de limpieza
• Agua caliente
• Un pulverizador o atomizador
• Detergente líquido (opcional)
• Una bayeta de microfibra 

Paso a paso para limpiar la mampara de la ducha con vinagre

Prepara una solución limpiadora de vinagre y agua para esparcirla en la mampara de la ducha. El pulverizador te permitirá repartir la mezcla de manera uniforme y te facilitará la tarea.

Diluye una taza de vinagre blanco de limpieza en una taza de agua caliente. Ten cuidado de no quemarte, no es necesario que el agua esté hirviendo. Basta con que se haya calentado lo suficiente para que puedas percibir la temperatura sin hacerte daño.

Una vez tengas la mezcla en el pulverizador, añade una gota de detergente. Este paso es opcional, pero te ayudará a potenciar los efectos limpiadores del vinagre. 

Pulveriza la mezcla a lo largo de toda la mampara sin escatimar en cantidad, sobre todo si hay manchas grandes o restos de cal. Y aquí viene lo más importante: tener paciencia. Debes esperar unos 10 o 15 minutos para que la mezcla haga efecto. 

Finalmente, retira la mezcla con la bayeta enérgicamente para sacar el producto y los restos de suciedad. Luego, te aconsejamos que enjuagues la bayeta y la vuelvas a pasar por toda la mampara para que quede impecable. 

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A prueba de manchas difíciles: no más humedades, hongos ni restos de cal

Si quieres potenciar aún más la limpieza con vinagre blanco, puedes añadir otro ingrediente natural: el bicarbonato. Esta receta es muy similar a la anterior, pero en vez de vinagre de limpieza, debes usar vinagre blanco normal.

Mezcla una taza de agua tibia con media taza de bicarbonato y una taza de vinagre blanco. Introduce todos los ingredientes en el pulverizador y agita con fuerza, ya que el bicarbonato necesita integrarse lo mejor posible a los líquidos. Ten cuidado con derramar la solución, pues la combinación del bicarbonato con el vinagre son efervescentes cuando entran en contacto. 

Reparte toda la mezcla por la mampara y espera unos 20 o 30 minutos. El bicarbonato necesita un poco más de tu paciencia para actuar correctamente. Cuando el tiempo haya transcurrido, aclara con una bayeta húmeda. Repite el procedimiento de enjuague hasta que ya no quede rastro de manchas ni de bicarbonato. 

Algunos consejos adicionales para mantener la mampara siempre limpia

Si quieres que la mampara de la ducha se conserve en buen estado, intenta limpiarla con vinagre una vez por semana. La frecuencia ayudará a prevenir que se acumule cal y que se formen manchas difíciles de arrancar.

Asimismo, es recomendable ventilar constantemente para evitar la propagación de hongos en la mampara y en otras partes del baño. Después de cada ducha, abre las ventanas o enciende extractor de aire durante algunos minutos. También puedes secar con una toalla limpia y reducirás el riesgo de que las humedades y el vapor de agua quede estancado en la mampara. 

Finalmente, ten en cuenta que la limpieza con vinagre dependerá del material con el que esté hecha la mampara. Si es de vidrio, la mezcla de agua y vinagre a partes iguales es perfecta. Eso sí, procura secar el cristal después de limpiarlo para evitar que se formen manchas de agua. Por el contrario, su tu mampara es de plástico, diluye el vinagre en un poco más de agua para que no se dañe el material.